Buscar este blog

martes, 31 de diciembre de 2019

El malo caerá - Jueces 5:27


“a sus pies se desplomó, cayó, durmió,
a sus pies se desplomó, cayó;
donde se desplomó, allí cayó, deshecho.”
Jueces 5:27

Después de 20 años de oprimir cruelmente al pueblo de Israel, el poderoso general Sísara, cae muerto por una mujer. Es humillado, cae a los pies de Jael.

Poéticamente en el canto, la escena es repetida en paralelismo enfatizando su humillación, porque debemos saber que el hombre malo no se saldrá para siempre con la suya, el malvado, el asesino, el violador, el estafador, no tiene la última palabra.

Llegará un día, en que será quebrantado y tendrá que rendir cuentas ante el juez justo de toda la tierra. Un día, el opresor cae.

Dios es el que tiene la última palabra. La salvación es del Señor.

¡Suéltate la cabellera! Jueces 5:2



“Cuando Israel se suelta la cabellera, cuando el pueblo se ofrece voluntario, ¡bendecid a Yahvé!” Jueces 5:2

El cántico celebra la victoria del pueblo de Israel sobre Sísara y sus 900 carros de combate, quienes les habían oprimido cruelmente durante 20 años.

Y resalta la participación voluntaria del pueblo, en una batalla desigual, pero que por la intervención divina ganan, son liberados y tienen 40 años de paz.

El cántico celebra al Señor por haber cambiado la voluntad del pueblo para que se ofrecieran voluntariamente, se pusieron al frente de batalla, se consagraron para el Señor. En hebreo, la imagen que presenta estas palabras es la de “soltarse la cabellera”, es decir, consagrarse al Señor para la batalla, ser valientes y sacar su lado determinado, resuelto y con agallas.

La situación lo ameritaba. Habían abandonado al Señor y ahora debían consagrarse a él, volver al Señor del Pacto.

Nosotros tenemos algunas frases similares, por ejemplo, cuando alguna acción no requiere de mucho esfuerzo, decimos que la realizamos “sin despeinarnos”. Y sí, en muchas ocasiones, no se requiere de mucho esfuerzo de nuestra parte. Pero existen otras ocasiones, en que es puesta a prueba nuestra valentía.

La obra del Señor requiere que nos “soltemos la cabellera”. Seguro que habrá en el 2020 muchas ocasiones en que enfrentemos “batallas” personales, familiares, de salud, financieras, etc. Que requerirán de nosotros valentía. Pero, quiero dirigir nuestro pensamiento a la obra del Señor y su reino.

No debemos ser indiferentes, o ver solo por lo propio, como nos incita la filosofía de vida de esta generación. Sino ver por Cristo y por su reino. Que haya en nosotros el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús.

Mi llamado es a que este 2020 te “sueltes la cabellera” por Cristo y por su reino.

¡Load a Jehová!

domingo, 29 de diciembre de 2019

domingo, 22 de diciembre de 2019

La adoración de los sabios - Mateo 2:1-11




Diez características de la adoración de los Sabios a Jesús
1. Reconocieron inmediatamente la luz de Dios cuando esta resplandeció. vs. 2
2. Fueron receptivos al Espíritu Santo. 2 Cor. 3:6
3. Creyeron lo poco que sabían de Él. vs. 2
4. Buscaron verdaderamente de todo corazón (Jer. 29:13)
5. Gozo inmenso le precede vs.10
6. Este mismo versículo implica gran interés
7. Fue muy expresiva. Se da la idea de caer, postrarse y besar los pies o el dobladillo de las vestiduras. vs.11
8. Hay un encuentro con el niño. vs. 11
9. Es únicamente a Jesús. vs.11
10. Hay una ofrenda como elemento implícito, no como añadidura. vs.11

martes, 17 de diciembre de 2019

¿Debemos Celebrar la Navidad? - Emanuel Elizondo


¿Debemos Celebrar la Navidad?
Por estas fechas, cada año, escucho de algunos Cristianos que no celebran la Navidad, o algunos aspectos que culturalmente asociamos con la Navidad, como las luces, el pinito, Santa Claus y los regalos. Quisiera dar algunas razones por las cuales yo sí celebro la Navidad, algunos aspectos que no me gustan o no celebro, y una palabra para aquellos que no la celebran.

¿Qué es la Navidad?
Es importante tener una definición de lo que es la Navidad. Navidad viene del latín nativitas, [1] que quiere decir “nacimiento”. Así que, básicamente, la Navidad es la celebración de la encarnación; es decir el nacimiento del Dios hecho Hombre, nuestro Señor Jesucristo. En la Navidad se celebra algo que ninguna otra religión alega: que Dios se hizo carne con el propósito de salvar a sus criaturas de su pecado y su destino, el infierno.

Esa es, entonces—idealmente—la razón por la cual existe la Navidad. No son los regalos, ni las luces, ni el pinito, ni dar amor. Principalmente es una celebración. Es una fiesta de cumpleaños.

Sin embargo, muchos alegan que no debemos celebrar la Navidad. Me parece interesante que la mayoría de las personas que proponen esto no son ateos o personas de otra religión (ellos simplemente ignoran la razón y disfrutan de la época), sino Cristianos, normalmente conservadores, y con buenas intenciones. Una de las principales alegaciones es que no sabemos si Cristo nació el 25 de diciembre, y que más bien ésta es una celebración Católica con orígenes paganos que no tienen nada que ver con el deseo Cristiano-Protestante de ser regulados solamente por la Palabra de Dios. Démosle, entonces, un vistazo al origen de esta celebración.

El Origen de la Navidad[2]
Dejemos en claro algo: la Biblia no dice cuando nació Jesucristo. La mayoría de los teólogos hoy en día están de acuerdo que muy probablemente Cristo no nació el 25 de diciembre, y no voy a discutir las fechas que se proponen porque al final es hacer lo mismo, tratar de poner una fecha cuando simplemente no sabemos.

El registro histórico muestra que la primera persona en asociar el 25 de diciembre con el nacimiento de Cristo fue un historiador Cristiano llamado Sextus Julius Africanus, y esto fue en el año 221 después de Cristo. Estamos hablando, entonces, que esta asociación entre el nacimiento de Cristo y el 25 de diciembre comenzó hace más de mil setecientos años. Igualmente, hay registro histórico de algunos de los primeros teólogos de la iglesia postularon esta fecha como el nacimiento de Cristo.

¿Pero qué no era la Navidad, específicamente el 25 de diciembre, una festividad romana/pagana que celebraba el dies solis invicti nati, es decir, “el día del nacimiento del sol inconquistable”? Hay que dejar otra cosa en claro: esta alegación no es segura. ¿Una posibilidad? Sí. Pero el registro histórico no es claro al respecto, hay historiadores que niegan esta asociación, y hay otras teorías del porqué de la Navidad; así que decir con toda certeza que la Navidad no es más que una tradición pagana no es correcto.

Pero vamos a suponer que sí, la Navidad es la “cristianización” del dies solis invicti nati. ¿Entonces qué hacemos? Esto que voy a decir ahora es mi opinión.

El Reino de Dios, representado por los hijos de Dios, es superior al Reino Terrenal. Por lo tanto, los Cristianos tenemos el deber y el poder de “redimir” ciertos aspectos de nuestra cultura, siempre y cuando se haga con cuidado y con el propósito de expandir el Reino. Un ejemplo contemporáneo sería cómo muchos Cristianos celebran el Día de la Reforma el 31 de Octubre, en lugar de celebrar el Halloween.

Si hace mil quinientos años, los Cristianos, cuya Fe se expandía vorazmente por el Imperio Romano y hasta los lugares más remotos del mundo conocido, decidieron cambiar esa tradición pagana por una tradición Cristiana... ¡bien por ellos! Hicieron una buena labor, porque hoy en día nadie sabe lo de la tradición pagana, y todo mundo sabe de la tradición Cristiana.

Es increíble que la celebración de la Navidad tiene casi dos mil años, cuando hoy en día nadie sabe ni se acuerda de la tradición pagana del dies solis invictinati. Es decir, los Cristianos ganamos, si pudiera ponerlo de esa manera.

¿Pero... qué del pinito, las decoraciones, y Santa?
Es verdad que antiguamente algunas naciones paganas adoraban árboles. Igualmente, algunas civilizaciones (incluida la Hebrea) veían el árbol como símbolo de la vida eterna. Pero eso a decir que el pinito es lo mismo que la práctica pagana es otra cosa muy diferente.

El uso del pinito como decoración navideña se remonta a aproximadamente el siglo 16, en Alemania. En el siglo 17 se introdujo a los EUA a través de colonos alemanes, y en el siglo18 era una tradición muy popular entre los Luteranos alemanes. Para el siglo 19 y 20 ya era una tradición Cristiana popular alrededor del mundo, y algunos argumentan que la figura del pino representa la Trinidad por su forma triangular; y por supuesto, la estrella en la cima representa la estrella de Belén.

Aunque puede ser que el pino venga de ciertas tradiciones alemanas no-Cristianas, para los Cristianos alemanes era ciertamente una tradición Cristiana.

La tradición de las luces es relativamente moderna por el obvio motivo de que la electricidad es una invención moderna. Sin embargo, esta tradición se remonta al siglo 17, en donde los Cristianos decoraban sus casas con velas para celebrar la Navidad.

La tradición de dar regalos data de los finales del siglo 18, y es un recordatorio de que, así como Dios dio a su Hijo, y como los Magos trajeron presentes a Cristo, los Cristianos debemos igualmente ser dadivosos y dar regalos a los demás. Un regalo siempre es inmerecido, al igual que Cristo.

En cuanto a Santa... no tiene nada que ver con la Navidad, en mi opinión. Yo no soy uno que demonice a Santa Claus. No me "rasgo las vestiduras" cuando veo a un Santa en el centro comercial, o en la TV tomándose un refresco popular. Sin embargo, creo que aquellos que incluyen a este personaje en su celebración deben de hacerlo con cuidado. Yo, personalmente, no tengo problema con ponerme un gorro rojo de vez en cuando, ya que lo hago en broma. Sin embargo, no tengo pensado decirles a mis hijos que Santa les dio los regalos. No señor, si yo los compré entonces yo se los regalé, no un hombre de barba larga con extraña vestimenta.

A mis hermanos que no celebran la Navidad
Ya di algunas razones por las cuales yo celebro la Navidad. Una última: la gran mayoría de la gente está espiritualmente un poco más sensible en esta época. Es más probable que acepten una invitación a la reunión de la iglesia, que lean algún folleto, vean una película evangelística, escuchen villancicos o acepten una lectura de los Evangelios en Nochebuena.

Además, no celebrar la Navidad es visto con desconfianza por los que no creen. “¿Qué no son Cristianos? ¿Y no celebran el nacimiento de Jesús? Han ser de alguna secta”. Es decir, no celebrar la Navidad resulta muchas veces contraproducente.

Pero si tú, mi hermano, por motivos de conciencia, o por cualquier otro motivo (por ejemplo, la secularización de la Navidad, lo cual a mí también me preocupa), no celebras la Navidad... estás en tu derecho. La Biblia dice que tenemos la libertad, y también la obligación, de no ir contra nuestra conciencia. Igualmente, ya que la celebración de la Navidad no es mandada en la Biblia, no estás obligado a celebrarla. Los Puritanos no la celebraban, y tú no tienes qué hacerlo. No me molesta ni me enoja, aunque no creo que sea la mejor decisión.

En cuanto a mí, sí celebro la Navidad. Me gustan las luces, el pinito, y dar regalos (¡y recibir también!). Y es verdad que el verdadero motivo de la Navidad se está perdiendo y está siendo suplantado por otras cosas. Pero por la gracia de Dios, no será así en mi casa, ni tampoco creo que se soluciona con actitudes a la Grinch.

Así que... ¿debemos celebrar la Navidad? No debemos (no es una obligación), pero podemos (es una oportunidad).

Sin más qué decir...

¡Feliz Navidad!

por Emanuel Elizondo



[2] Un buen lugar para consultar es la Enciclopedia Britannica, http://www.britannica.com/EBchecked/topic/115686/Christmas


domingo, 8 de diciembre de 2019

La obediencia de María

sábado, 7 de diciembre de 2019

Del librero: Enseñanzas que transformaron el mundo


Enseñanzas que transformaron el mundo

Dr. Miguel Nuñez


En este libro el Dr. Nuñez realiza una exposición doctrinal, centrada en la soteriología y dedicada a los pastores hispanoparlantes. Son diez enseñanzas que él presenta como centrales del período de la Reforma, las cuales, según su apreciación, impactaron y catapultaron el desarrollo de las naciones europeas y la estadounidense. Como cierre, agrega dos capítulos que concentran la exposición bajo el concepto del Evangelio.


1.    Sola Escritura
2.    La salvación de Dios y la inhabilidad del ser humano
3.    Elección inmerecida
4.    Sola fide: Solo por fe
5.    Sola gratia: Solo por gracia
6.    Gracia irresistible
7.    Solus Christus: Salvación en Cristo solamente
8.    Expiación limitada
9.    Perseverancia de los santos
10.  Soli Deo gloria: Solo a Dios la gloria
11.  ¿Qué es el evangelio?
12.  El poder del evangelio

Miguel Nuñez empieza manifestando su tesis sobre la relación que él encuentra sobre estas enseñanzas y la transformación de la sociedad. Alude a la historia de la Reforma y se apoya en la realidad presente de las naciones europeas y estadounidense para afirmar que estas enseñanzas son las que están detrás de la transformación y progreso que se dio en ellas. Y presenta el ejemplo de Latinoamérica como el caso de naciones que ignoran estas enseñanzas y se evidencia en su falta de desarrollo.

…estas enseñanzas son grandemente desconocidas en Latinoamérica. En la mayoría de los lugares donde se han conocido no han tenido la oportunidad de impactar la sociedad y quizás esto explique por qué nuestras naciones en el sur global no han tenido el desarrollo del norte. De aquí mi interés en que estas doctrinas sean dadas a conocer porque la única esperanza de la sociedad es el evangelio de Jesucristo que puede cambiar el corazón del hombre y su forma de pensar.

El libro, ciertamente, se centra en la exposición doctrinal, sin embargo, nos deja a deber esa relación a la que alude al inicio, de cómo cada una de esas enseñanzas contribuyeron a la transformación y desarrollo social. Una vez que inicia su exposición, su tesis inicial y el énfasis mostrado incluso por la imagen de la portada, como un nuevo amanecer sobre Latinoamérica, es abandonado y solo lo retoma hasta el capítulo 12 y en la breve conclusión y esto, de manera general sin detallar la relación entre las enseñanzas expuestas y la transformación; sino dejándolo mencionado de manera global y dándolo por hecho.

Lutero fue cambiado y el mundo fua cambiado por Lutero, y este mensaje del evangelio fue lo que cambió al mundo… fue el mismo evangelio que cambió la cara de Europa posterior a la Reforma. Y ese es el mismo evangelio que puede cambiar tu vida, la de tu familia, nuestra nación y todo un continente.

Sin embargo, en su conclusión, aunque él expone la tradición doctrinal calvinista, menciona que los wesleyanos igualmente ejercieron su influencia transformadora en Europa. Además, de que deja entrever que una de las enseñanzas (la cual no aborda en el libro) que contribuyó a que los creyentes desempeñaran un rol activo en la transformación social, fue el no hacer distinción entre actividades seculares y sagradas.

Cada capítulo concluye con una sección que titula Reflexión Final, que termina siendo mas como un resumen de lo expuesto en el capítulo. Es ahí donde yo esperaba que nos mostrara o, al menos esbozara esta conexión entre la doctrina expuesta y la transformación de la vida.

De todas maneras, usted encontrará las exposiciones doctrinales muy claras y le llevarán a reflexionar sobre la Palabra de Dios. Siempre será una buena inversión de tiempo el considerar la enseñanza de la Biblia respecto a nuestra grande salvación y afirmar nuestros corazones en la Santa Palabra de Dios. Algunas enseñanzas las encontrará controversiales, pero el llamado que hace es a “leer este pasaje varias veces para que pueda entender mejor las implicaciones…”; y considero que esto será de grande provecho para su vida y ministerio.

Por lo demás, es una lectura recomendable, y la exhortación que hace el Dr. Nuñez es pertinente si es usted pastor o predicador de la Palabra; hace una exhortación recurrente a centrarse en la Palabra de Dios, a exponer el Evangelio y a defender la fe; sin lugar a duda, al hacerlo, presta un gran servicio a la iglesia del Señor.

Para quienes revisan las referencias bíblicas, en la página 103 debe decir Mateo en lugar de Juan, tanto en la cita como en el inicio del penúltimo párrafo.


José Luis García Antonio
Diciembre, 2019

Algunas frases
Es una batalla por el corazón y la mente del ser humano. Es una lucha por la verdad, porque es solo esa verdad la que nos hace libres en Cristo. Es por esto que las verdades expuestas en este libro son esenciales si queremos ver cambios sinceros y duraderos en nuestras naciones latinoamericanas como ocurrió en Europa y en Norteamérica posterior a la Reforma.

Estas enseñanzas cautivan el corazón del hombre que encuentra libertad del pecado y lo impulsan a regresar a su sociedad para traer luz en medio de la oscuridad y para ser agente de preservación como la sal.

En Amazon lo puede conseguir en versión digital o impresa.

En B&H Publishing

En la página de Integridad y Sabiduría



viernes, 29 de noviembre de 2019

Del librero: La fórmula del liderazgo - J Sánchez


La fórmula del liderazgo

4C/T = C
Juan Sánchez

En este libro Juan Sánchez tiene como objetivo, animar a las iglesias y a sus líderes actuales, a ser fieles en la formación de las próximas generaciones de líderes, para ello, presenta sus argumentos en tres secciones principales:

Parte 1: Fundamentos Bíblicos
Capítulo 1: El Patrón del liderazgo
Capítulo 2: El problema del liderazgo
Capítulo 3: La estructura del liderazgo en la iglesia
Parte 2: La fórmula del liderazgo
Capítulo 4: La fórmula del liderazgo: Una vista general
Capítulo 5: Carácter
Capítulo 6: Convicciones
Capítulo 7: Cuidado
Capítulo 8: Competencia
Capítulo 9: Credibilidad
Parte 3: Cómo aplicar la fórmula del liderazgo
Capítulo 10: Un encargo a los pastores
Capítulo 11: Un encargo a los padres
Capítulo 12: Un encargo a los cristianos en el mundo

Aunque ya existen muchos libros sobre liderazgo, este no está basado en las cualidades de un personaje bíblico, ni tampoco en principios extraídos del ámbito empresarial o de experiencias particulares. Lo que hace el autor es extraer una serie de principios bíblicos, empezando desde Génesis y yendo luego a las epístolas en el Nuevo Testamento, y los coloca en una especie de fórmula que puede ser clara y fácil de recordar.

En la primera sección presenta los fundamentos bíblicos para el liderazgo, con la creación del hombre, su caída y la promesa del Salvador.

En la segunda sección, trata cada uno de los elementos de su fórmula: Carácter, convicciones, cuidado, competencia, tiempo y credibilidad.

Y en la tercera sección, mostrará cómo ser intencional en su aplicación en la iglesia, la familia y la vida en general.

En los apéndices encontrará unas preguntas de evaluación para hacerse a los candidatos a pastores de la iglesia. Si su iglesia es nueva o no está muy organizada al respecto, esta lista le será de mucha utilidad al examinar a los candidatos o para una autoevaluación, si usted es el pastor.

El trato que da al tema es bíblico, claro y pertinente. ¿Cómo identificamos a los que el Señor Jesús da a la iglesia para la tarea pastoral? Aquí encontrará una guía útil.

Aspectos importantes, además de las cualidades, capacidades, habilidades y demás; es que lo presenta claramente como un proceso que requiere de tiempo. Es una muy buena recomendación el ser pacientes y observar o examinar a los candidatos a través del tiempo para reforzar la credibilidad delante de la congregación.

Sin lugar a dudas, el liderazgo unido será de mucha bendición a la iglesia y de fortaleza en medio de las dificultades.

Algunas frases


Los líderes bíblicos son hombres de carácter piadoso, que sostienen convicciones bíblicas, cuidan amorosamente a la congregación y muestran la suficiente aptitud para manejar la Biblia

A medida que los candidatos al liderazgo muestren, a lo largo del tiempo, un carácter bíblico, unas convicciones teológicas, un cuidado amoroso y una aptitud fiel, establecerán la debida credibilidad ante la congregación.






Lo puede encontrar en:






Del librero: Maravillados por Dios - J Piper


Asombrados por Dios (Maravillados por Dios)

Diez verdades para revolucionar el mundo
John Piper

En este libro John Piper expone diez doctrinas que muestran la grandeza de Dios y sintetizan de algún modo, lo que fue su énfasis de enseñanza durante su ministerio pastoral. Diez doctrinas que le llevarán a engrandecer a Dios y responder con admiración, maravilla y sumisión a su voluntad.

Estas doctrinas son… extremadamente indomables, explosivamente incontenibles, y apasionadamente creadoras de futuro.

Trata temas como la aseidad de Dios, la gloria de Dios, el Evangelio de Dios en Cristo, el llamado a la misión mundial y por supuesto, su énfasis en el deleite de Dios, el gozo a través del sufrimiento y el desarrollo de la vida cristiana por fe en la gracia futura.

Desarrolla, además, algunos temas controversiales de todo el tiempo, como la perseverancia de los santos y la soberanía de Dios; sin embargo, no espere obtener de estos capítulos la sustancia necesaria para sus discusiones teológicas, pues lo que se propone Piper, es dar un tratamiento a los temas desde un punto de vista pastoral, que ayude a las personas en su vida diaria y los lleve a adorar a Dios, más que terminar de una vez por todas con las controversias.

Tiene también un capítulo para un asunto que causa controversias en nuestros días, el complementarismo, el hombre y la mujer según la Biblia; lo aborda de una manera que encontrará esclarecedora en esta época de revolución sexual.

En general, su exposición es clara, amena y de fácil lectura; con un desarrollo desde la perspectiva pastoral, exaltando a Cristo y animando al lector a profundizar su amor al Señor y fortalecer su fe. Frecuentemente muestra la conexión de las doctrinas con el Evangelio, así como las implicaciones a la vida cotidiana; enseña, exhorta, y estimula la reflexión teológica.

Solo en el capítulo 7 cuando habla sobre vivir la vida cristiana, donde desarrolla la idea de vivir por fe en la gracia futura, yo le añadiría el aspecto comunitario; es decir que la vida cristiana con todos los elementos que él plantea no es suficiente si se vive en aislamiento, fuera de la comunidad de la iglesia local.

Por lo demás, es una lectura recomendable, ideal, no solo para la meditación personal, sino también para ser comentado y discutido en grupo o club de lectura.

Algunas frases

Yo creo que nos deleitamos en alabar lo que disfrutamos porque la alabanza no solo expresa, sino que también perfecciona el deleite; es la consumación que le corresponde.

Puede que hayan ocurrido cientos de cosas terribles en tu vida. Pero si hoy eres motivado a atesorar a Cristo como tu Señor y Salvador, puedes escribir sobre cada uno de esos horrores las palabras de Génesis 50:20: «Satanás pensó hacerme mal, pero Dios cambió todo para bien».

Lo que el mundo necesita de la iglesia es nuestro gozo indómito en Jesús en medio del sufrimiento y el dolor.



El ejemplar que yo tengo se titula Maravillados por Dios, pero en Amazon se encuentra bajo el título: Asombrados por Dios


domingo, 24 de noviembre de 2019

La Señal del Cinto - Jeremías 13

Cristo, nuestra identidad, significado y destino




Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
…para que el mundo crea. Juan 17:20-23
24 noviembre 2019

Cristo, nuestra identidad, significado y destino

[o sobre ser libres de la religión]
Filipenses 3
José Luis García Antonio

Introducción


A través de los años el ser humano ha buscado responder a las mismas preguntas básicas, preguntas sobre su origen, significado, moral y destino. El apóstol Pablo, al tener una iglesia gentil diversa y politeísta, procuró que todos los nuevos creyentes tuvieran una misma manera de ver la vida, una misma forma de responder a las preguntas esenciales del ser humano:
¿Quién es el Dios verdadero? Y junto a ello, ¿quién es el pueblo de Dios?, Y ¿hacia dónde se dirige el destino del mundo?, es decir, ¿cuál es el propósito de Dios para todo?
Después de llamar a los filipenses a tener un mismo sentir, esto es, la manera de pensar de Jesucristo mismo; y después de presentarles los ejemplos de siervos como Timoteo y Epafrodito, ahora les va a advertir sobre otro tipo de líderes que se encontrarán y que seguramente ya andaban entre ellos. Un tipo de líderes a los que describirá como enemigos de la Cruz de Cristo.
Pablo procuró, mediante el “quehacer teológico” que cada creyente formara una cosmovisión bíblica, y con base en ella, tener unidad de pensamiento y de propósito en la naciente iglesia cristiana, y el correcto andar en la vida de santidad. De una correcta cosmovisión, partiría la vida de adoración, de oración y la vida comunitaria.
Aquí Pablo, además, nos presenta la libertad de la religión, usando la palabra religión en un sentido malo; como lo que provee medios para complacer a Dios (o los dioses) para que uno pueda recibir algo de Dios o aplacar a Dios para evitar un castigo. La religión también provee medios para separar a los miembros, de los excluidos o no-miembros. La religión está basada en los esfuerzos humanos. En contraste, la fe cristiana está basada en la acción de Dios.

Gozarse en Cristo


Primero les exhorta a que se gocen en Cristo, a que encuentren en él la plenitud para sus vidas. No solo en lo individual, sino también en lo comunitario como iglesia. Que sean una comunidad caracterizada por el gozo del Espíritu. Este tipo de vida evidencia la realidad del Evangelio. Gozarse en el Señor en medio de cualquier situación, como cuando Pablo estuvo entre ellos la primera vez cantando mientras estaba en prisión habiendo sido azotado.
Pero, a la vez, deben de cuidarse de malos obreros. Tres ocasiones les advierte: Guardaos; algo que no debería serles molesto, sino considerarlo necesario por su seguridad.
Pues no todos eran siervos de Cristo con ese mismo sentir; algunos eran dominantes, sedientos de poder; otros buscaban llevarlos al judaísmo, a la práctica de la circuncisión y a observar asuntos de dietas ceremoniales.
El apóstol Pablo les llama, ofensivamente, perros, mutiladores del cuerpo… con estas alusiones los coloca fuera del pueblo de Dios y exhibe lo incongruente de su postura de una manera sarcástica. Como diciendo, si piensan que los gentiles creyentes deben agradar a Dios circuncidándose, pues mejor que se mutilen por completo para que así sean mas santos y más agradables a Dios. Obviamente nadie haría eso. Ni en nuestros días, con todo y que hay algunos grupos evangélicos con tendencias “mesiánicas” y que gustan de guardar fiestas, y de decir “Adonai Eloheinu”; aún ellos, no se circuncidan, mucho menos se mutilan. Les gustan solo ciertos aspectos del judaísmo y con ellos pretenden agradar más a Dios, o ser un tipo especial de creyentes.
Esas comunidades de creyentes “mesiánicos” no se distinguen por gozarse en Cristo; sino al contrario, Cristo les resulta insuficiente y requieren gozarse en algo más, en otras cosas complementarias como fiestas, rituales o formas que exaltan el desempeño personal.
Pero el apóstol les advierte: Guardaos… esos sistemas religiosos son atractivos para el ego de los creyentes; parecen muy bíblicos y espirituales; pero son sistemas que ponen su confianza en la carne y más delante los describirá como enemigos de la Cruz de Cristo; porque solo traen gloria al hombre.

Gloriarse en Cristo


Por eso, Pablo, les declara:
Nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús
-          ¿Quién soy?
-          La circuncisión
O sea, que somos el pueblo de Dios. Pero cómo es que un gentil llegó a ser el pueblo de Dios si era ajeno a los patriarcas, al pacto, a las promesas, etc.
Los judaizantes les decían a los creyentes gentiles que debían circuncidarse para ser parte del pueblo de Dios, como ellos. Pero ahora resulta, que los judaizantes, al hacer esto, y con ello menospreciar la Cruz de Cristo, estaban evidenciando que no eran el pueblo de Dios; en cambio, los gentiles al responder con fe al Evangelio, estaban mostrando que ellos verdaderamente eran del pueblo de Dios, gracias a la obra de Cristo.
Por eso, la evidencia de que los filipenses eran la circuncisión, era que se gloriaban en Cristo y servían a Dios en espíritu. Ellos no tenían merito alguno, sino que confiaban completamente en Cristo.
Lo que te define, lo que eres, no depende de tu estatus social, económico, intelectual; no depende de tu raza, ni de ninguna otra cosa que tu puedas demostrar con tu nivel de rendimiento en una religión. Lo que te define es Cristo, es ser parte del pueblo de Dios; lo que eres, dice Pablo, es la circuncisión, pero no una física, sino espiritual.

Perder por amor a Cristo


Pablo contrasta las cosas de las que alguien pudiera gloriarse, con el verdadero motivo de gloriarse, Cristo.
Los judaizantes podían tener muchas cosas de qué gloriarse, pero no para con Dios. Sin embargo, Pablo los sobrepasaba en todo ello. Como diciéndoles a los filipenses, “si algo de eso hubiera sido necesario para su vida cristiana, yo mismo se los hubiera enseñado, pues en eso sobrepasaba a los demás.”
¿Ellos creen que tienen méritos?, pues yo más. Y pasa a enumerarlos. Pero seguido declara:
Cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
Una mentalidad acorde a Cristo Jesús, tiene la perspectiva correcta sobre este mundo y sobre lo que es de valor delante de Dios.
Llegamos a Cristo con una mentalidad mundanal, apreciando demasiado nuestros logros, intereses y sueños. Llegamos enfocados totalmente en lo terrenal, lo pasajero, lo ilusorio. Y si no llegamos a ver realmente a Cristo, y si no desarrollamos un amor y admiración por la grandeza de Cristo, vamos a continuar en la inmadurez viviendo vidas egoístas y fácilmente seducidos por novedades religiosas que tiene nuestras pasiones.
Debemos amar a Cristo a tal grado, que podamos estar listos para perder algunas cosas que antes estimábamos como muy importantes. Esta es la base de la ética cristiana. No lo que yo considero que debe ser mi comportamiento correcto o adecuado, sino lo que es bueno, justo y santo delante de Dios. Y esa base es el amor a Dios y el amor al prójimo. Un amor como el que ya vimos en Cristo Jesús.

Ganar a Cristo


Pero no se trata solo de perder por el hecho de perder. No es que estemos a favor de abstenernos de todo, por el mero hecho de limitarnos. Sino que lo realmente virtuoso es que lo hacemos para ganar a Cristo. Consideramos cosas como pérdida con el fin de ganar a Cristo.
Ganar a Cristo es buscar la excelencia del conocimiento de Cristo. El quehacer teológico, lleva a las personas a la madurez; no las mantiene dependientes del líder. Y cada generación debe servirse de la Reforma, por ejemplo, de la misma manera; no “yendo” al pasado para encontrar todas las respuestas y tomarlas sin cuestionarse nada, solo porque así lo dijo Lutero o Calvino. El quehacer teológico obliga a que cada generación se haga de nuevo las grandes preguntas y las responda bíblicamente. La iglesia solo estará unida y caminando en santidad cuando haga de la teología su actividad central. La teología es una actividad para todo el pueblo de Dios, cada uno de acuerdo a sus dones y habilidades; no todos educados en un seminario, con griego y hebreo, pero, todos fieles creyentes en Cristo.
Ganar a Cristo es ser hallado justo por la fe en Cristo. Ahí ganamos a Cristo, cuando ahora por la fe, somos su pueblo, su familia y entramos a esta vida de comunión. Bien vale tirar todo a la basura para ganar a Cristo.
Ser justificado es ser incluido como un participante fiel en el pacto entre Dios y su pueblo. La justificación significa que uno está en una relación correcta con Dios e incluido en el pueblo de Dios.

La ética de Pablo es antirreligiosa, da prioridad a lo que ha hecho Dios. La religión usa reglas para crear líneas de división que distingue a los que pertenecen de los que no pertenecen y para medir el éxito de los miembros. Entonces la religión necesita reglas específicas que puedan evaluar fácilmente si uno está cumpliendo o no. Las pautas que da Pablo no son tan fáciles de medir como las reglas que la religión requiere. En vez de dar una lista rígida de reglas, Pablo pone su confianza en la guía del Espíritu Santo; no habla de cambiar una lista de reglas por otras; sino de una nueva realidad donde ya no importa la circuncisión, ni la incircuncisión.
Cristo nos libera de la religión, de tener que cumplir con un nivel de rendimiento aceptable, y ser hallado justo por la fe en Cristo.

Ganar a Cristo es conocerle, participar de su resurrección y de sus padecimientos. Ganar a Cristo no solo es esperar la gloria, sino, además, ver con buenos ojos el sufrimiento por causa del Evangelio. Algunos buscaban circuncidarse para no padecer persecución, pero Pablo les dice desde la prisión, que ellos deben saber que parte de ganar a Cristo es ser semejantes a él en su sufrimiento.
Pero notemos que primero hablar de conocer el poder de su resurrección y luego, de participar de sus padecimientos. Pues es necesario primero conocer el poder de su resurrección y cuál es la esperanza a que nos ha llamado para luego, abrazar la realidad del padecimiento por Cristo, ya con la certeza que nos da el conocimiento de la resurrección.
Esto responde a la pregunta del ser humano, ¿cómo debemos vivir? Vivir para agradar a Cristo, para conocerle cada vez más y amar más al Dios infinito y personal que se reveló en Cristo.

Propósito en Cristo


Continuando con las respuestas a las preguntas esenciales, Pablo nos da respuesta a las preguntas sobre el significado de la vida. Él dice, que vive para el propósito por el cual fue llamado por Cristo, esta es su razón de vivir. Y cada creyente, al venir a Cristo, tiene ahora una razón para vivir. Hay un propósito por el cual Cristo te tomó.
Hay un supremo llamamiento de Dios en Cristo, lo cual hemos de buscar, de caminar hacia ese propósito y hacia ese destino.
Pablo le describe como algo SUPREMO. Solo lo supremo inspira al alma. Le da sentido, orientación, motivación, y fuerza para vivir. En la epístola a los romanos, Pablo dice que ese propósito es hacernos conformes a la imagen de Su Hijo. Dios nos llamó para restaurar la imagen de Dios en nosotros, para hacernos como su Hijo Jesucristo. Dios te salvó, y te unió a una iglesia local, para que mediante el trabajo de discipulado (que esta es la gran comisión de la iglesia, hacer discípulos), Dios te vaya transformando a la imagen de Cristo para su gloria.

Esta es una buena medida para evaluar a los ancianos de la iglesia y a los que anhelan ser ancianos de la iglesia. Usted puede preguntarse: ¿Es un varón que se goza en Cristo? ¿se gloría en Cristo o en sus propios méritos? ¿está él dispuesto a perder por amor a Cristo?, es decir, ¿se autolimita por amor a Cristo?, ¿realmente quiere ganar a Cristo?, ¿se observa que quiere conocer más a Cristo?, ¿está dispuesto a un servicio sacrificial, sufrido?, ¿considera su servicio al Señor como SUPREMO?

Sin embrago, hay también algunos, mejor dicho: “MUCHOS”, que no siguen esta forma de pensar ni de actuar. Sino que son Enemigos de la Cruz de Cristo. Solo piensan en lo terrenal, en esos tiempos eran cosas como la circuncisión y asuntos de alimentos. Hoy en día podrían ser otras cosas, pero igualmente, es una vida que no tiene a Cristo en primer lugar. Que ve primero por sus deseos y la satisfacción de sus propios intereses.
Esto es algo trágico, lamentable. Nadie quisiera ser enemigo de la Cruz de Cristo. Por eso debemos autoevaluarnos y ver si no estamos siendo arrastrados por la corriente de este mundo. Ser diligentes en nuestra vida cristiana. Caminar como discípulos que aman a Cristo.
El contraste es grande en relación a lo terrenal y lo celestial; lo glorioso y lo vergonzoso; lo inmediato que lleva al fin, a la perdición; y lo eterno que aguarda a los verdaderos creyentes.

Esperanza en Cristo


Finalmente, Pablo les recuerda que ahora ellos tienen su ciudadanía en los cielos y su esperanza está en Cristo. Esperamos a Cristo. Con esto, responde a otra de las grandes preguntas de la humanidad, la que tiene que ver con el destino, ¿hacia dónde se dirige todo en el mundo? Y en particular, ¿hacia dónde me dirijo yo?, ¿cuál es mi fin?
Si usted es un creyente en Cristo Jesús, su fin será glorioso. Es un destino que ya empezó a vivir desde aquí y que será pleno cuando Cristo venga, esto es, será transformado a la semejanza de Cristo por el poder de Dios. Será glorificado. La imagen de Dios en usted será restablecida por completo.
En aquellos tiempos, solo los emperadores se decían portadores de la imagen de Dios, se deificaban a sí mismos. Pero Dios nos dice que él puso su imagen en nosotros desde el inicio; sin embrago, por la caída, esta imagen fue distorsionada.
Al cumplirse el tiempo, Cristo vino para dar su vida por nuestros pecados y restaurar la imagen de Dios en nosotros. Ahora, Dios hace esta labor por medio de la iglesia, haciendo discípulos de todas las naciones, y transformándoles a la imagen de Cristo. Un día, esto será pleno y hacia allá es a donde usted se dirige, esa es su esperanza.
Si usted, no ha conocido a Cristo, si no ha creído en él; este es el tiempo de que crea al Evangelio, que responda con arrepentimiento y fe al llamado del Señor. No confiando en su propio mérito, sino tirando todo a la basura, para ganar a Cristo.

Así tenemos, que Cristo es nuestra identidad, propósito y destino.
Somos el pueblo de Dios, los amados de Dios por Cristo.
Tenemos un propósito para nuestra vida, por Cristo.
Tenemos una forma de vivir en este mundo, que es acorde a Cristo.
Tenemos un destino glorioso, que es ser como Cristo y gozar de su comunión.


domingo, 27 de octubre de 2019

El sentir de Cristo - Filipenses 2:5-11




Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
“…para que el mundo crea.” Juan 17:20-23

Serie: Filipenses
Continuación a cargo de MD José Luis García Antonio
27 octubre 2019

El Sentir de Cristo


Texto: Filipenses 2:5-11
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Propósitos Generales


Que cada creyente pueda considerar el llamado del Señor a vivir en unidad y amor como iglesia local. Un amor que se despoja a sí mismo por el bien de los demás, que es sacrificial, que no se exalta a sí mismo, que espera en Dios con gozo y que es para la gloria de Dios.
Que las personas que no han creído en Cristo puedan escuchar el Evangelio.

¿Cómo llegamos aquí?


“Haya, pues, en vosotros”

Haya – modo subjuntivo, expresa el deseo del apóstol Pablo y evidencia una posibilidad. Aunque en el texto en griego no se muestra esta palabra, sino que fue incluida como auxiliar en la traducción; y el verbo al que se refiere sí se encuentra en modo imperativo, haciendo referencia a que esto es más un mandato, exhortación o ruego.
Pues – Conjunción con el resto de la disertación del apóstol, que nos muestra que este deseo del apóstol es derivado de lo que viene exponiendo. Pero qué es esto que ha venido diciendo hasta ahora. Repasemos un poco.

1:1 – Les escribe a los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, incluyendo a los ancianos y diáconos. Notemos el colectivo, no es solo a los ancianos y diáconos, sino a todos los santos como pueblo de Dios.

1:3 – Se acuerdo de “vosotros” – notemos el plural

1:4 – rogando con gozo por todos vosotros

1:5 – por vuestra comunión en el evangelio

1:6 – comenzó en vosotros la buena obra y la perfeccionará. En todos y cada uno de ellos.

1:7 – me es justo sentir esto de todos vosotros. Continúa el acento en la pluralidad.

1:8 – os amo a todos vosotros.

1:9 – que vuestro amor abunde

1:10 - que sean sinceros e irreprensibles

1:11 – que sean llenos de frutos de justicia

1:27 – que e comporten [como comunidad] como es digno de la vocación [como ciudadanos celestiales]

Continuamos observando que el propósito no es algo individualista sino corporativo, en unidad como pueblo de Dios.


Vosotros – No es solo un deseo para una transformación individual, sino corporativa. Las implicaciones son superiores a solo unos pocos ejemplos de este “sentir” de Cristo, No se está refiriendo a que haya algunos casos aislados en la iglesia que manifiesten este tipo de “sentir”, sino de que la comunidad de creyentes en su totalidad sea distinguida por este “sentir”.

Ante la influencia de pensamiento de la época donde se resalta el individualismo, y cada uno busca “su felicidad” sin consideración de los demás. El evangelio nos llama como un pueblo a manifestar una interrelación, viviendo en unidad y amor.

Individualismo y Masificación                    VS                          Diversidad y unidad
Por otro lado, tenemos otra tendencia proveniente de la burguesía y los gobernantes de nuestros tiempos, a masificar, a cosificar al individuo, para entonces poder manipularlo. Y esto se filtra también al ambiente religioso dándose el fenómeno de las mega iglesias con líderes carismáticos, elocuentes, pero que modelan un liderazgo tiránico, rodeándose de líderes clonados a su “estilo” y personalidad para manipular a los individuos que buscando a Dios y tal vez queriendo expiar sus pecados, se someten a semejantes sistemas simbólicamente violentos que nos les permiten asumir su postura ante su creador, sino que más bien son sujetos de adoctrinamiento.

El evangelio de Jesucristo nos libra tanto del individualismo como de la masificación. Colocándonos en un pueblo donde vivir en unidad en medio de la diversidad. Como lo explica el apóstol Pablo en su epístola a los Efesios, escrita también en esta ocasión desde prisión.

Efesios 4.16 (LBLA): de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.
Todo el cuerpo, no solo algunos miembros destacados
Todo el cuerpo, no solo los pastores y diáconos
Todo el cuerpo, no solo los fuertes
Todo el cuerpo, no solo los varones
Todo el cuerpo, no solo los mayores de 30 años
Crezcamos juntos
El Evangelio nos libra del individualismo.
Conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, no todos iguales
Conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, en diferentes formas y ámbitos
Crezcamos en la diversidad
El Evangelio nos libra de la masificación.
En amor, aunque cueste un esfuerzo extra
En amor, porque ese es el distintivo cristiano
En amor, porque así es como se modela el evangelio
Crezcamos en amor
El Evangelio nos libra de nuestro egoísmo.

Además, por el contexto anterior inmediato, vemos que el apóstol está hablando de “hacer suya la causa del evangelio” y de participar en el “progreso del evangelio” y de “combatir unánimes por la fe del evangelio”.

El evangelio es modelado por la iglesia y esta es la base para la evangelización individual.

Este evangelio tiene que ver con la llegada del Espíritu Santo, el cual está habitando en cada uno de los creyentes en lo individual, pero también en el conjunto de creyentes como iglesia local.

Dios no está únicamente salvando a algunos individuos y preparándolos para el cielo, sino creando un pueblo en el que vivir, y a través de cuya vida en comunidad pueda reproducir su propia vida y carácter. (Gordon Fee)

Este es el sentido del trasfondo. Filipos era una colonia romana, esto es Roma fuera de Roma, de manera que el emperador, con tal de mantener un puesto de control militar para la zona, otorgaba la calidad de ciudadanía a los romanos de Filipos y para sus hijos. Pablo usa esta situación para decirles que ellos tienen una ciudadanía superior y que son un pueblo santo, aunque en este mundo, y que se espera de ellos que manifiesten los valores del reino, no solo de manera individual, sino también de manera colectiva como pueblo de Dios.

Así que, lo que les va a pedir es que haya en ellos este mismo sentir de Cristo, no solo en algunos individuos, sino en todos como comunidad, como pueblo de Dios. Y al vivir así, estarán participando en el progreso del evangelio, estarán combatiendo por la fe del evangelio. Y esta evangelización colectiva es la base de la evangelización personal (Gene Getz)

¿A qué se refiere con tener el mismo “sentir” que Cristo?


“este sentir que hubo también en Cristo Jesús”

Este – Demostrativo que indica que a continuación nos va a mostrar el ejemplo concreto al que se refiere. Es decir, este “sentir” no algo oscuro, vago, místico o subjetivo; sino que nos va a mostrar el ejemplo concreto para que sepamos a lo que se está refiriendo con este “sentir”.

Hubo – refiriéndose a un pasado histórico, a un suceso real y que para ese entonces aún se contaba con testigos de ello.

En Cristo Jesús – Este es el ejemplo para la vida espiritual. La referencia es concreta a Cristo Jesús, nuestro salvador.

Dios nos salva, nos da de su Santo Espíritu, nos coloca en un pueblo para desarrollar la vida espiritual. Nos empieza a transformar a la imagen de Su Hijo Jesucristo. Y ahora, Jesucristo no es solo nuestro Salvador, sino que además es nuestro ejemplo.


Ø Amor que se despoja a sí mismo, voluntariamente, por el bien del otro
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

Aquí hay mucho qué decir, pero que a la vez es algo enigmático. Piense lentamente en ello, Dios hecho hombre. Además de ser algo sorprendentemente maravilloso; uno tiene que pensar en qué estaba en la mente de Cristo para hacer tal cosa. Los “grandes” de este mundo no se despojan de sus posiciones, privilegios y posesiones.

Qué había en la mente de Cristo, que es aquello que el apóstol quiere que imitemos.

Definitivamente que el ejemplo de Cristo es singular. Pero hay algo que Dios quiere que manifestemos como iglesia local; esto es, un amor donde cada uno se despoja a sí mismo por el bien de los otros.

Notemos el verbo en voz activa. Jesús mismo es quien realiza la acción de despojarse a sí mismo. No es despojado por nadie, no está bajo la acción de nadie más. Es algo que el hace voluntariamente. Y esto es lo que se pide de cada uno de nosotros como pueblo de Dios, un amor que se despoja así mismo, voluntariamente, por el bien de los demás.


Ø Amor que se sacrifica por el bien del otro
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Este tipo de amor que se nos pide, según el ejemplo de Cristo, es un amor sacrificial.
Esto va en contra de la manera de pensar de este mundo, donde queremos evitar al máximo el sacrificio y el dolor. Incluso en nuestro Señor Jesucristo, la idea del sufrimiento nos parece algo molesta, tenemos aversión a la Cruz. Lutero decía que la Cruz era una señal para distinguir la verdadera teología.

Debido al mal uso dado por el hombre al conocimiento de Dios manifiesto en sus obras, Dios decretó ser nuevamente reconocido en el sufrimiento, y condenar la sabiduría concerniente a las cosas invisibles por medio de la sabiduría concerniente a las cosas visibles, de forma que aquellos que no honraron a Dios cuando se manifestó́ en sus obras le honren al estar oculto en su sufrimiento...
Ahora, a nadie le es suficiente ni le hace bien alguno reconocer a Dios en su gloria y majestad, a menos que le reconozca en la humildad y vergüenza de la cruz... la verdadera teología y el reconocimiento de Dios se encuentran en el Cristo crucificado...
Martin Lutero, La Disputación de Heidelberg. Explicación a la Tesis 20

Nuevamente notamos la voz activa del verbo, mostrando que es Jesús mismo quien se humilló y no es que fuera humillado por alguien; sino que voluntariamente obedeció hasta la muerte y muerte de cruz.

¿Quiere acaso Pablo implicar que hemos de tener un amor del tipo sacrificial?
Ese es el evangelio. Ese es el sentir de Cristo.

Un amor que sirve sacrificialmente por el bien de otros, obedeciendo a Cristo. ¡Voluntariamente!


Ø Amor que no se exalta a sí mismo
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,

Ahora tenemos un cambio en la voz del verbo, ¿lo notaron? Ahora es voz pasiva. Cristo no se exaltó a sí mismo, sino que fue objeto de la acción del Padre, fue Dios Padre el que le exaltó hasta lo sumo.

Este es un amor que no se exalta a sí mismo.

Es un amor que sirve fielmente sin esperar recompensa alguna o reconocimiento. Ese es el tipo de amor que se pide de nosotros. Ya Dios se encargará de recompensar nuestros pequeños, débiles e intermitentes intentos de servirle. Y él es un Dios galardonador.

Ahora, en definitiva, que el ejemplo de Cristo es único y sublime, y debe llevarnos a la admiración, a la adoración y a la imitación de Cristo.



Ø Amor que tiene esperanza
10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,

El tipo de referencia es similar a cuando llegaba un nuevo emperador, un nuevo César. Se proclamaba el “evangelio” del nuevo emperador, diciendo algo de su origen y su camino al trono y de su dignidad para gobernar. Se le mostraba como hijo de los dioses y lleno de poder para establecer la justica y liberar a los oprimidos de los tiranos opresores.

Por ejemplo,
“Puesto que la Providencia (Pronoia) la cual ha ordenado todas las cosas y está profundamente interesada en nuestras vidas ha puesto la más perfecta orden dándonos a Augusto, a quien ella ha llenado con virtud (poder divino) para que el beneficie a la humanidad, mandándolo a él como un Salvador (Soter), tanto para nosotros como para nuestros descendientes, para que acaba la guerra y ordene todas las cosas, y como el, Cesar, por su aparición (phaneis) [excedió aun nuestras anticipaciones], superando a todos los previos benefactores (euergetai), y no dejando aun para la posteridad alguna esperanza de superar lo que él ha hecho, pues desde el nacimiento del dios Augusto fue el principio para el mundo de las buenas nuevas (euangelion), que vino por causa de él…”
Dittenberg, Orientis Graeci inscriptiones selectae (2 vols.; repr. Hildesheim 1960) number 458. Trans. A. D. Nock in Early Gentile Christianity and its Hellenistic Background (repr. New York, 1964), 37 (Essays, 79). Citado en Everett Ferguson, Backgrounds of Early Christianity Third Edition (Grand Rapids: W. B. Eerdmans Pub. Co., 2003) pg. 46.

Cristo fue a la cruz con el gozo puesto delante de él. Su pensamiento era esperanzador, confiando en el reino de Dios que venía.

Pero este César, tiene una historia singular. El Evangelio de Cristo. Que vino a morir por los pecados de todos los hombres. Derrotando al imperio de la muerte. Trayendo una salvación tan grande. Resucitó al tercer día y ascendió a los cielos. Y ahora ha enviado a su Santo Espíritu quien mora en su pueblo, a los cuales está transformando, dando fruto y llevándolos a la imagen de Cristo; y por medio de ellos está extendiendo su reino, liberando a los cautivos del reino de las tinieblas y trasladándolos a su reino de amor.

Estamos llamados a manifestar este mismo sentir que hubo en Cristo, un amor que tiene esperanza. Que trabaja con gozo. Que ora por los demás con esperanza no con decepción. Que espera lo mejor de los demás, que sabe que el reino de Cristo triunfará y un día le ovacionaremos de pie.


Ø Amor que glorifica a Dios
para gloria de Dios Padre.


Finalmente, todo redundará para la gloria de Dios.

Cristo padeció teniendo una gran estima por la gloria de Dios. En la cruz nos mostró cuán importante era la gloria de Dios, al punto del sacrificio.

Nosotros, naturalmente, vivimos ajenos a la gloria de Dios. No nos importa Su gloria, sino nuestro beneficio, satisfacción y plenitud. Somos apáticos a la gloria de Dios. Amamos la gloria de los hombres.

Pero cuando el Espíritu Santo obra en nosotros, la gloria de Dios adquiere un nuevo significado. Ahora hay un deseo creciente porque Dios sea glorificado.

Si estamos en un problema, ahora nos preguntamos, ¿cómo puedo glorificar a Dios en medio de esto?

Si tenemos una discusión o desavenencia, pensamos, ¿cómo glorifico a Dios en esto? ¿Será que debo perdonar? ¿será esto más valioso que la gloria de Dios? ¿puedo soportar la ofensa? ¿hay algún camino para el diálogo y el razonar con mi hermano?

Somos llamados a tener un amor que glorifica a Dios; no solo en lo individual, sino como pueblo, como iglesia local. Y eso es lo que dice nuestro pacto de iglesia. Un servicio que se despoja, que es sacrificial, pero que lo hace por una CAUSA TAN GRANDE.

¡Lo vale!

Todo aquel que ha solicitado su membresía en esta iglesia local, tiene este pacto que manifiesta lo mucho que valoramos el ser iglesia de Cristo.

Conclusión


La encomienda es corporativa, no individualista. La encomienda no implica que todos seremos iguales, no hay masificación.

Una iglesia con el sentir que hubo en Cristo, es una iglesia que brillará, para iluminar esta generación y para la gloria de Dios.
Ahora, algunos dirán, si ya es difícil que este tipo de sentir se desarrolle en una persona, ahora verlo en toda la iglesia, ¡es imposible!

Ahí es donde entra la labor divina del Espíritu Santo, quien produce en nosotros tanto el querer como el hacer por su buena voluntad.

Este sentir en la iglesia, el pueblo de Dios, es un fruto del Espíritu Santo; no solo en los creyentes en lo individual, sino, aún más en lo colectivo como iglesia local. Eso sí que es radical, sorprendente y definitivamente, algo divino; porque humanamente hablando, es imposible, pero ahí se muestra la gloria del evangelio, queda exhibido no solo a la comunidad de creyentes que disfruta de la comunión, a la comunidad de no creyentes que son “evangelizados” por este ejemplo de vida y hasta a los seres angelicales les queda el testimonio del poder de Dios para salvación y la transformación que se logra por su gracia al mandar a Su Hijo a salvarnos y transformarnos a su imagen.

Ahí, en una iglesia local con este “sentir” se glorifica a Dios por su gracia manifestada en Cristo.

Este mismo sentir no es solo por casos de desavenencias o problemas interpersonales. Sino para vivir en unidad y no como creyentes independientes.

Dios está edificando su iglesia con piedras vivas, pero no es suficiente tener piedras muy bonitas pero separadas, es necesario que esas piedras, sí sean bonitas, pero que estén juntas.

Este pueblo, con el sentir de Cristo, brilla en la oscuridad, modela el evangelio. O sea, predica el evangelio corporativamente lo cual es la base de la predicación individual.

El reino futuro, ya en esta tierra manifestado en la iglesia local.