“a sus pies se desplomó, cayó, durmió,
a sus pies se desplomó, cayó;
donde se desplomó, allí cayó, deshecho.”
Jueces 5:27
Después de 20 años de oprimir cruelmente al pueblo de
Israel, el poderoso general Sísara, cae muerto por una mujer. Es humillado, cae
a los pies de Jael.
Poéticamente en el canto, la escena es repetida en
paralelismo enfatizando su humillación, porque debemos saber que el hombre malo
no se saldrá para siempre con la suya, el malvado, el asesino, el violador, el
estafador, no tiene la última palabra.
Llegará un día, en que será quebrantado y tendrá que rendir
cuentas ante el juez justo de toda la tierra. Un día, el opresor cae.
Dios es el que tiene la última palabra. La salvación es del
Señor.
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