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martes, 20 de noviembre de 2012

Meditando en Filipenses 2


Meditando en Filipenses 2


Ejercicio de Vida Espiritual Personal.
Meditando en La Epístola de San Pablo a los Filipenses capítulo 2
Escoja una frase para meditar en ella cada día y repita esta frase en su mente en diferentes momentos durante el día. Sea sensible a la guía que el Espíritu de Dios traiga a su vida en este tiempo. Si el Señor le lleva a un tiempo de adoración, confesión, intercesión o consagración de su vida, tome los pasos de obediencia que Él le indique.

A continuación una selección de frases.

“… no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (2:4)
Una de las más grandes transformaciones que hace Dios en el ser humano cuando lo salva y lleva en crecimiento a la madurez espiritual, es quitar su egoísmo y en su lugar producir un genuino interés por otros. Dejando atrás las contiendas y la vanagloria; el corazón del creyente se llena de un afecto entrañable y en humildad considera a los hermanos para servirles.

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” (2:5)
El máximo ejemplo para el creyente es Cristo Jesús, quien se humilló a sí mismo, no mirando por lo suyo propio sino por lo de los demás. Se entregó hasta lo sumo, y es su vida en nosotros que nos ha de llevar a una vida de servicio humilde.

“Dios también le exaltó hasta lo sumo.” (2:9)
Cristo se humilló y Dios le exaltó hasta lo sumo. Y es a Cristo exaltado a quien servimos. El servicio es parte de nuestra adoración. Que en su nombre se doblen nuestras rodillas.

“ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” (2:12)
El cristiano obediente se ocupa de servir al Señor con reverencia y diligencia, no tomando a la ligera la voluntad de Dios.

“Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” (2:13)
Todo servicio de adoración a Dios es producido por Dios mismo en nuestros corazones. De él proceden el deseo y la acción de obediencia para llevar a cabo su voluntad, él nos ha dado vida y nos presenta las oportunidades de servicio de acuerdo a su sabiduría.

“…resplandecéis como luminares en el mundo.” (2:15)
La vida santa, sencilla y humilde resplandece en medio de un mundo de maldad, superficialidad y rivalidades. La vida de la comunidad cristiana se ha de distinguir así como la luz en las tinieblas.

Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros.” (2:17)
El apóstol Pablo nos enseña a servir con gozo hasta el sacrificio por otros. Servir a Dios con alegría porque es a Dios a quien se sirve, pero también por el gozo de ver el desarrollo espiritual en los creyentes.

“…pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros.” (2:20)
Pablo nos pone a Timoteo como ejemplo de buen ánimo y sinceridad en el servicio a otros. No por obligación, ni por ganancia material, ni con intereses ocultos, ni con desgano. Pablo podía ver a una nueva generación de ministros de Cristo con ánimo y sinceridad en su servicio por la iglesia de Dios.

tened en estima a los hermanos que son como él; porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte…” (2:29-30)
Ahora, nos pone de ejemplo a Epafrodito como un hermano que sirve al Señor aunque tenga que poner su vida en el servicio. Todos consumimos nuestra vida en algo, a algo nos entregamos con pasión. Tengamos en estima a quienes ponen su vida en servicio para la obra de Cristo.


Recuerde realizar este ejercicio de vida espiritual:
      1. Con fe.
Sabiendo que el Señor usará su palabra y la obra del Espíritu Santo para su crecimiento y madurez cristiana.

      2. Con humildad.
Humildad delante de Dios, sabiendo que nada de lo que usted realicé le hace merecedor de la bondad de Dios. Y en humildad delante de los hombres, sabiendo que nada de lo que usted realice le hace mejor que alguna otra persona.

      3. Con perseverancia.
Pues al querer disciplinarse diariamente para meditar en las Escrituras es muy probable que sea tentado a desistir o que la misma inclinación, de nuestra naturaleza, a ser perezosos en cuanto a los asuntos espirituales nos lleve a abandonar el ejercicio. Persevere.

Que la gracia del Señor sea contigo y que tu vida sea fortalecida espiritualmente en estos días.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Parábola: Los obreros de la viña - Carlos Astorga

Mensaje compartido en
Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
el 18 Abril 2010.
Audio:
https://dl.dropbox.com/u/49197081/Mensaje18%20de%20Abril%202010%20CAT.mp3

Sobre los dones espirituales - 1 Corintios 12-14

Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
Sobre los dones espirituales.
1 Corintios 12, 13 y 14
Mensaje compartido en www.ibuc.org el 27 Junio 2010 por José Luis García

Audio: https://dl.dropbox.com/u/49197081/JLG%2027%20de%20Junio%20de%202010.mp3



El Pueblo de Dios y La Vida en el Espíritu
1ª Corintios 12
ž  No quiero hermanos que ignoren
  Hay diversidad en la Iglesia
  Pero hay Unidad e Interdependencia
  Dios establece y capacita soberanamente a Su Iglesia.
1ª Corintios 13
ž  Procuren los dones espirituales pero sepan que hay algo más excelente, el amor
  El amor está por encima de hablar en lenguas, profetizar, entender todo, tener ciencia, tener una fe poderosa, ayudar a los pobres, auto sacrificarse.
  El amor se enfoca en el otro, no en uno mismo.
  El amor es de carácter permanente, lo demás es transitorio.
  El amor es de gente madura.
1ª Corintios 14
ž  Sigan el amor y procuren hablar a los hombres
  Para edificación, exhortación y consolación.
  Esto puede resultar en adoración a Dios.
  En la iglesia hagan todo para edificación, con orden y decencia como corresponde al carácter de Dios.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

No desmayar


De Simón a Pedro
La transformación del creyente
1.    No desmayar en la oración
·         Lucas 18:1 [ Parábola de la viuda y el juez injusto ] También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,
Considerar un tiempo de oración personal y secreta
Pedro orando en la azotea – apartado

Considerar un tiempo de oración en la comunión de la iglesia
Pedro orando junto con los ciento veinte
La iglesia apostólica persevera en la oración
Pedro orando cuando sale de la cárcel
Pedro y Juan van al templo a orar
2. No desmayar en medio de las tribulaciones
·         Hebreos 12:3
Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
·         2 Corintios 4:1
Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.
·         2 Corintios 4:16
Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
Considerar el ejemplo de Jesucristo
         Pedro habla en sus epístolas del ejemplo de Cristo

Considerar el ministerio que estamos realizando
         Pedro habla de ministrar unos a otros
         Pedro habla de dar testimonio a quienes no conocen a Cristo

Considerar la bondad de Dios y su sabiduría
         Pedro habla del propósito de las pruebas
         Pedro habla de la bondad de Dios

Considerar la esperanza futura
         Pedro habla de recibir amplia y generosa entrada en los cielos
3. No desmayar en hacer el bien
·         Gálatas 6:9
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Considerar la necesidad de la gente
         Pedro muestra compasión por la gente
         Pedro declara que fuimos llamados para heredar bendición

Considerar el amor a Dios
         Pedro habla de ser amigables y manifestar el amor de Dios

Considerar el estimularnos unos a otros
         Pedro habla de ser edificados unos a otros

Fuimos creados para ser como Cristo - Juan 1:12


Fuimos creados para ser como Cristo

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”

Es común, escuchar frases como: “Mi Dios y yo, es todo lo que necesito”, tanto en cantos, libros, reflexiones, y poemas. Pero el crecimiento en la vida cristiana no es un proceso aislado, no podemos crecer sin entrar a formar parte de la comunidad local de creyentes.
Contrario a lo que muchos piensan, la iglesia local no es una institución humana, sino un establecimiento divino. La Escritura nos exhorta a reunirnos, a alabar a Dios en comunidad, a orar unos por otros, a enseñarnos mutuamente, a compartir la fe con otros, a estimularnos al amor y a las buenas obras.

Fuimos creados para ser como Cristo - Fil. 1:6


Fuimos creados para ser como Cristo

“estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” (Filipenses 1:6)

El discipulado es el proceso por el cual el Dios desea transformarnos a imagen y semejanza de su Hijo Jesucristo. Este discipulado incluye entre otras cosas, el ministerio del Espíritu Santo obrando en nuestras vidas, el poder transformador de la Palabra de Dios y la dinámica de la vida en comunidad, Su iglesia.
No podemos dejar de lado ninguno de éstos tres elementos esenciales para el crecimiento espiritual. Llenemos nuestro corazón de la Palabra de Dios, ella transformará nuestro entendimiento para que no nos conformemos a este mundo, sino a la voluntad de Dios. Dependamos de la guía del Espíritu Santo, él desarrollará en nosotros el carácter piadoso. Procuremos la compañía de los santos, con ellos tendremos el “ambiente” apropiado para el crecimiento, el carácter probado, el ánimo, el amor y la unidad.
Pero sobretodo, recordemos que “el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará”. Dios es el agente de nuestro crecimiento y transformación, él comenzó y él terminará. No estamos en un proceso humano, nuestra transformación a la imagen de su Hijo Jesucristo, no es algo condenado a fracasar, no es algo imposible, no es un sueño ilusorio; es algo garantizado por Dios mismo, Dios así se lo propuso en sí mismo desde la eternidad. Esto nos lleva a adorar a Dios, a depender de su gracia, a ver en los demás creyentes la obra de perfeccionamiento de Dios, a buscar la restauración, a tener ánimo en medio de las dificultades, a tener una esperanza, a ver la vida desde una perspectiva eterna, a eliminar de nuestras vidas el orgullo, la crítica e intolerancia.

Caminemos con Cristo... Encarnando el mensaje


Caminemos con Cristo
Encarnando el mensaje

“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”
1ª Corintios 10:31

Al caminar con Cristo aprendemos a valorar la vida humana y la belleza del mundo material, empieza entonces a desaparecer la distinción entre actividades religiosas y actividades seculares, todo en la vida tiene honor. Empezamos a pensar en unidades de armonía, abandonando distinciones como espiritual/material, sagrado/secular, fe/obras, alma/cuerpo, religioso/mundano. Jesús nos mostró en sus acciones que la vida puede ser restaurada y podemos vivir en el poder de Dios cada día experimentando su presencia en cada cosa que hacemos.

El corazón de “encarnar el mensaje” está en la Trinidad. Jesucristo hecho carne, Dios con nosotros, haciendo visible al Invisible, dignificando a la humanidad, trayendo salvación.

Al decir “encarnar el mensaje” me estoy refiriendo a hacer visible una verdad invisible. Como por ejemplo en el bautismo, nosotros representamos por medios materiales verdades importantísimas que ocurrieron en lo espiritual; igual sucede con la santa cena, en la cual por medio de un pan físico, real; y de jugo de uva; representamos verdades que han de impresionar para siempre nuestros corazones.

Al entender lo que el Señor hace por medios físicos, representado verdades espirituales y al ver cómo trata a las personas, aprendemos a valorar a cada persona, apreciar toda actividad, por más “común” que nos parezca; así pues, aprendemos a comer y a beber para la gloria de Dios.

En esta semana, piensa en hacer todas las cosas como para el Señor, piensa que él está presente físicamente y entonces, trabaja en el taller para agradarle a él, realiza las labores del hogar para su gloria, estudia, ayuda, repara, pinta, conduce, predica, construye, vende, disfruta, descansa, y cualquier otra cosa, hazla para la gloria de Dios.

Caminemos con Cristo… guardando su Palabra


Caminemos con Cristo… guardando su Palabra

“Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.”
Lucas 11:28

La vida del discípulo está ligada a la palabra de Dios, ella es su guía, su fortaleza, su consuelo, su norma, su mensaje a proclamar y al caminar con Cristo el discípulo se identifica con las palabras de Pedro: “Señor, ¿a quién iremos? Solo tú tienes palabras de vida eterna.

Cristo mismo es la Palabra viva, el Verbo hecho carne, quien nos revela al Padre. En su vida podemos apreciar también cómo amaba la Palabra escrita de Dios. La leía, la memorizaba, la enseñaba y la vivía.

El testimonio de Dios acerca de un hombre


El testimonio de Dios acerca de un hombre

Qué importante es lo que las personas piensan acerca de uno, tener un buen testimonio delante de los hombres es muy valioso y algo que todos debiéramos procurar. Pero en las Escrituras, me llama mucho la atención el leer lo que Dios piensa de algunos hombres, esto sin duda es algo más importante, mucho más que lo que pensaban de ellos los hombres.

¿Qué dice Dios de un hombre?
¿Qué tan importante es lo que Dios dice de una persona?

1. Noé un hombre justo
 "Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé." (Génesis 6:9)

SERVICIO


2. Job un hombre íntegro y justo
" Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?" (Job 1:8)

¡Órale!... que Dios dijera eso de mí.

DEVOCION


3. Abraham mi amigo
 “... Abraham mi amigo.” (Isaías 41:8)
“... Abraham tu amigo.” (2º Crónicas 20:7)
“... y fue llamado amigo de Dios.” (Santiago 2:23)


¡Guau! ¡Qué privilegio!... ¡qué honor tan grande!... ser llamado amigo por Dios mismo.
Esto nos hace ver muy grande a Dios, quien su humilla a entrar en una relación de amistad con sus criaturas.

AMISTAD


4. Moisés a quien conoció cara a cara
“... a quien haya conocido Jehová cara a cara...” (Deuteronomio 34:10)

Lo conoció sin reservas, sin fingimiento, sino libre, sincero.

FRANQUEZA - SINCERIDAD



5. David un hombre conforme a mi corazón… David mi siervo
 “...un varón conforme a su corazón...” (1º Samuel 13:14)
“... varón conforme a mi corazón...” (Hechos 13:22)

PASION

Fomenta el afecto familiar


Fomenta el afecto familiar

Vivimos en una época en que la familia está siendo azotada por los vientos huracanados del egoísmo, la tempestad del orgullo, los ríos impetuosos del materialismo y la inundación de indiferencia; pero no estamos solos como abandonados a nuestra propia suerte; por el contrario, Dios nos ha dejado su Palabra y su Santo Espíritu morando en nuestros corazones.

Sin duda es indispensable fomentar el afecto familiar, pero para ello es necesario que empecemos considerando a nuestros hijos desde la perspectiva divina, esto es, ellos son “corona de la creación de Dios” Lo que quiero dejar en claro, es que ellos son valiosos y reflejan la majestuosa obra de Dios y al verlos hemos de exclamar como el salmista: “¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!” (Salmo 8) Muchos son los que consideran que los niños son valiosos por lo que llegarán a ser, por su potencial, pero lo que Dios dice, es que ellos son valiosos delante de Él, ya ahora, y necesitamos empezar a verlos desde esa perspectiva si es que vamos a comprender lo que el Señor quiere que hagamos con ellos en nuestras familias.

Por otro lado, para poder fomentar el afecto familiar será necesario que comprendamos la persona y obra de Cristo y cómo la supremacía de Cristo se verá reflejada en todas las dimensiones de la vida, incluyendo la familiar. Hemos sido trasladados del reino de las tinieblas al reino del Hijo de su amor, dice el apóstol Pablo en su epístola a los colosenses; hemos sido resucitados con Cristo y nuestra vida resucitada afectará nuestras relaciones familiares, para que sean, en el vínculo del amor, una fuerte demostración ante el mundo del poder transformador del evangelio, para la gloria de Dios.

Nuestras familias necesitan de padres que mediten en la Palabra de Dios, que se detengan en medio de un mundo que va a toda velocidad, para dejar la superficialidad y profundizar primeramente en una relación real y vibrante con Cristo y que ésta se vea entonces reflejada en la familia, el trabajo, la iglesia y toda otra relación. Más aún, nuestra nación necesita de hombres y mujeres que sepan meditar, que sean entendidos de los tiempos actuales, hombres y mujeres de fe y oración que lleven palabras de vida y esperanza, respaldadas por la irrefutable evidencia del afecto familiar, gracias al poder transformador del evangelio.

La importancia de la unidad en la iglesia - Juan 17


La importancia de la unidad en la iglesia (Juan 17)

Al pensar en la unidad en la iglesia, es necesario que tengamos en cuenta las palabras del Señor Jesucristo al orar al Padre, según se encuentran registradas en San Juan 17. Y observaremos que la unidad de la iglesia está estrechamente relacionada con la esencia de Dios, con su gloria y con la misión que vino a realizar el Señor Jesucristo.

La iglesia local ha de manifestar en la práctica, lo que es verdad en lo espiritual, esto es, su unidad en Cristo; y esto no tiene que ver con propósitos humanos, preferencias o prestigio de alguna organización.

  1. La unidad de la iglesia y la esencia de Dios.
El Señor Jesús, pone como símil de la unidad entre los creyentes, la unidad que él mismo tiene con el Padre. “Así como tú y yo somos uno.” La unidad de la iglesia refleja la unidad de la santísima trinidad.

  1. La unidad de la iglesia y la manifestación de la gloria de Dios.
A Dios le ha placido manifestar su gloria, en este tiempo, a través de Su iglesia. Al vivir en unidad, Dios es glorificado, pues no existe otra manera en que personas egoístas puedan mostrar amor sacrificial, a menos que sea por obra divina, de otra manera, cada quien vería solo por lo suyo propio, no por lo de los demás.

  1. La unidad de la iglesia y las misiones y el evangelismo.
La unidad de la iglesia local es el mensaje más elocuente que el mundo puede percibir de la eficacia del evangelio. Jesús nos ha enviado al mundo, así como el Padre le envió a él, esto implica, el revelar al Padre a este mundo en tinieblas. Cuando vivimos en unidad, Dios es presentado a los hombres de manera encarnacional en Su iglesia y ellos pueden llegar a conocerle.

Así que, la unidad de la iglesia ha de verse desde la perspectiva divina y estar solícitos en guardarla. Claro, para ello, es necesaria la ayuda de Dios, como oró el Señor, “Padre… guárdalos… para que sean uno.” (v. 11) Que esta sea nuestra oración.

Sabiduría para la vida - Proverbios

Sabiduría para la vida (Libro de proverbios)
https://dl.dropbox.com/u/49197081/SabiduriaParaLaVida.pdf

Mensaje presentado en www.ibuc.org

La Comida en la Celebración


La Comida en la Celebración

Empezaremos diciendo que la celebración es adoración. Comemos para la gloria de Dios y proclamamos su bondad para con nosotros. 

Participamos de la celebración cuando disfrutamos de la vida y el mundo en comunidad, confiando en la grandeza, belleza y bondad de Dios. Enfocamos nuestra vida y el universo como la obra de Dios y su regalo para nosotros. 

Celebramos cuando nos juntamos con otros que conocen a Dios, para comer, cantar, bailar y contar historias acerca de lo que Dios ha hecho por nosotros.

En la celebración, la comida cumple un propósito especial. En algunas ocasiones la misma comida contiene simbolismos muy importantes como lo es cuando tomamos la Santa Cena o Cena del Señor. Pero en otras ocasiones no tiene un simbolismo especial, pero resulta muy importante para hacer de la ocasión de la celebración, un momento importante.

Ahora que se aproxima el tiempo de celebración de la navidad, la comida nos hace saber que es un tiempo especial, que tenemos algo que celebrar por lo grande y trascendente que es. Así que cuando saboreemos los exquisitos platillos navideños, pensemos en la bondad de Dios para con nosotros al mandarnos a su Hijo unigénito.

La comida también cobra especial relevancia cuando la compartimos con alguien. Celebramos juntos, compartiendo algo especial en nuestras vidas. Cuando los israelitas celebraban, ellos acostumbraban regalar comida a sus vecinos, porque nadie, por muy pobre que estuviera podía dejar de celebrar algo tan importante, no importaba que no tuviera comida, sus vecinos le regalaban para que pudiera celebrar al igual que ellos con exquisitos platillos. En medio de tantas adversidades o situaciones desfavorables en la vida, ellos sabían que el gozo sagrado era la cura para la desesperación.

Deshonramos a Dios cuando dependemos demasiado del placer pero también cuando evitamos completamente el placer. La celebración hace nuestras tristezas más pequeñas y la bondad de Dios llega a ser más real.

La comida es tan importante en la celebración, que en el cielo tendremos un banquete, no porque necesitemos de alimento, sino por el placer de celebrar. Claro sin el exceso de la glotonería.

Celebremos enfocándonos en la bondad de nuestro gran Dios y compartiendo nuestro pan con otros, con alegría y sencillez de corazón.

martes, 6 de noviembre de 2012

Cómo terminar bien - Carlos Astorga (2 Pedro 1:3-11))

Cómo terminar bien.
2 Pedro 1:3-11 - Carlos Astorga.
Video: https://plus.google.com/u/0/102134399306041492880/posts/Y4FrToEMWyu

Introducción.
Dios nos escogió en Cristo y nos ha puesto para que llevemos fruto.

I. El inicio de la carrera cristiana. (1:3-4)
Todos empezamos bien, equipados por Dios para la vida y la piedad.
Dios espera de nosotros que vivamos espiritualmente.

II. El trayecto de la carrera cristiana. (1:5-7)
Siete virtudes para caminar por ellas con toda diligencia.
Virtudes eslabonadas y no opcionales.

III. Mantener el ritmo en la carrera. (1:8-9)
Abundar en las virtudes.
Éstas virtudes son dinámicas y no nos dejarán estar ociosos en la vida espiritual.

IV. Terminar bien la carrera. (1:10-11)
El recibimiento en la presencia de Dios.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Meditando en Filipenses 1



Ejercicio de Vida Espiritual Personal.
Meditando en La Epístola de San Pablo a los Filipenses capítulo 1
Escoja una frase para meditar en ella cada día y repita esta frase en su mente en diferentes momentos durante el día. Sea sensible a la guía que el Espíritu de Dios traiga a su vida en este tiempo. Si el Señor le lleva a un tiempo de adoración, confesión, intercesión o consagración de su vida, tome los pasos de obediencia que Él le indique.
“… siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros,  por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora” (1:4-5)
Tener comunión en el evangelio es primeramente recibir el evangelio, creer el evangelio de la gracia de Dios, recibir la salvación por la fe en la obra de Cristo. Y luego, es hacer propia la causa del evangelio, participar en su proclamación de una u otra manera. Puede ser que ore por los predicadores de la Palabra de Dios, que ofrende para que la Palabra sea predicada, que vaya y comparta el evangelio con alguien cercano, que invite a alguien a las próximas reuniones de evangelismo que tendremos en la iglesia.

“Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio.” (1:12)
El evangelio de Dios es poderoso y sigue avanzando a pesar de las oposiciones que se puedan presentar, nada frena su progreso. El evangelio es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree. Aunque en ocasiones, algunas circunstancias nos parezcan desfavorables, humanamente hablando, mientras la iglesia esté proclamando el evangelio sabemos que el resultado será el progreso. El evangelio ha seguido avanzando a través de los siglos en medio de sociedades diseñadas para “apagar” el evangelio, pero nada lo ha podido “extinguir”. En el Monterrey de nuestros días, participemos del progreso del evangelio.

“Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.” (1:14)
El ejemplo de los creyentes predicando el evangelio anima a otros, de tal manera que muchos más se atrevan a predicar la palabra de Dios sin temor. Cobremos ánimo en el Señor y demos fiel testimonio de él delante de los hombres.

“…sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio.” (1:17)
La iglesia de Dios y los predicadores en particular, están puestos por Dios para la proclamación del evangelio, para ellos fueron enviados al mundo.
“…Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.” (1:18)
No hay labor que produzca mayor gozo que participar en la proclamación del evangelio, llevar nuevas de gran gozo a otros. Que por Jesucristo somos reconciliados con el Padre y perdonados de todos nuestros pecados. Gózate predicando y escuchando que otros predican el evangelio. Vuelve a escuchar en estos días el mensaje del evangelio y gózate como si fuera la primera vez que lo escucharas. Dios reconciliando al hombre consigo mismo por Jesucristo.

“…será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.” (1:20)
Cuando la iglesia del Señor proclama el evangelio no existe fracaso, de una o de otra forma, Cristo será magnificado, él es glorioso. La obra del Señor no es en vano. Sean pocos los que respondan a su llamado o sean muchos, de una o de otra manera Cristo será magnificado. Proclamamos a Cristo para que él sea engrandecido. Él es el justo y el que justifica.

Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo.” (1:27)
Nuestra vida de comunión en amor es el comportamiento digno del evangelio que establece el fundamento y respaldo para la proclamación con palabras del evangelio. Unidos en Cristo para que el mundo crea.

“…combatiendo unánimes por la fe del evangelio.” (1:27)
Esta labor o batalla por el evangelio no ha de ser solitaria, sino corporativa. La iglesia del Señor se mueve junta en la potencia del Espíritu del Señor. No es una batalla contra hombre alguno, sino contra huestes espirituales de maldad que se oponen a la predicación del evangelio. Pero sabemos de antemano que las tinieblas no pueden prevalecer contra la luz del evangelio de Cristo. Él está rescatando a muchos del reino de las tinieblas y trasladándolos a su reino de amor.

Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él…” (1:29)
Cada quien realiza la labor según el Señor soberano se lo concede.




Recuerde realizar este ejercicio de vida espiritual:
1.       Con fe.
 Sabiendo que el Señor usará su palabra y la obra del Espíritu Santo para su crecimiento y madurez cristiana.

2.       Con humildad.
 Humildad delante de Dios, sabiendo que nada de lo que usted realicé le hace merecedor de la bondad de Dios. Y en humildad delante de los hombres, sabiendo que nada de lo que usted realice le hace mejor que alguna otra persona.

3.       Con perseverancia.
Pues al querer disciplinarse diariamente para meditar en las Escrituras es muy probable que sea tentado a desistir o que la misma inclinación, de nuestra naturaleza, a ser perezosos en cuanto a los asuntos espirituales nos lleve a abandonar el ejercicio. Persevere.

Que la gracia del Señor sea contigo y que tu vida sea fortalecida espiritualmente en estos días.