Fuimos creados para ser como Cristo
“Mas a todos los que le recibieron, a los
que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
Es común,
escuchar frases como: “Mi Dios y yo, es todo lo que necesito”, tanto en cantos,
libros, reflexiones, y poemas. Pero el crecimiento en la vida cristiana no es
un proceso aislado, no podemos crecer sin entrar a formar parte de la comunidad
local de creyentes.
Contrario a
lo que muchos piensan, la iglesia local no es una institución humana, sino un
establecimiento divino. La Escritura nos exhorta a reunirnos, a alabar a Dios
en comunidad, a orar unos por otros, a enseñarnos mutuamente, a compartir la fe
con otros, a estimularnos al amor y a las buenas obras.
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