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viernes, 24 de enero de 2014

Algunas reflexiones sobre 1 Corintios 8

En cuanto a lo sacrificado
a los ídolos,
sabemos que todos tenemos conocimiento.
El conocimiento envanece,
pero
el amor edifica.
Y
si alguno se imagina que sabe algo,
aún no sabe nada
como debe saberlo.
Pero
si alguno ama
a Dios, es conocido
por él.
Acerca,
pues,
de las viandas que se sacrifican
a los ídolos,
sabemos que un ídolo nada es
en el mundo,
y
que no hay más que un Dios.
Pues
aunque haya algunos que se llamen dioses,
sea en el cielo,
o
en la tierra (como hay muchos dioses
y
muchos señores),
para nosotros,
sin embargo,
sólo hay un Dios, el Padre,
del cual proceden todas las cosas,
y
nosotros somos
para él;
y
un Señor, Jesucristo,
por medio del cual son todas las cosas,
y
nosotros por medio de él.
Pero
no en todos hay este conocimiento;
porque
algunos, habituados hasta aquí
a los ídolos,
comen
como sacrificado
a ídolos,
y
su conciencia, siendo débil,
se contamina.
Si bien
la vianda no nos hace más aceptos
ante Dios;
pues
ni porque comamos, seremos más,
ni porque no comamos, seremos menos.
Pero
mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero
para los débiles.
Porque
si alguno te ve
a ti,
que tienes conocimiento,
sentado
a la mesa
en un lugar
de ídolos,
la conciencia
de aquel que es débil,
¿no será estimulada
a comer
de lo sacrificado
a los ídolos?
Y
por el conocimiento tuyo,
se perderá el hermano débil
por quien Cristo murió.
De esta manera, pues,
pecando contra los hermanos
e
hiriendo su débil conciencia,
contra Cristo pecáis.
Por lo cual,
si la comida le es
a mi hermano
ocasión
de caer,
no comeré carne jamás,
para no poner tropiezo
a mi hermano.
Algunas observaciones:
1. Se trata un asunto particular: Comer carne que ha sido sacrificada a los ídolos.
2. Contrapone el conocimiento con el amor.
3. Hay conocimiento cierto y seguro que posee el creyente fuerte:
a. Un ídolo nada es. Aunque muchos se llamen dioses.
b. Solo hay un Dios y un Señor Jesucristo.
c. No todos los creyentes saben los puntos a y b anteriores, es decir, algunos piensan
por sus hábitos antes de conocer a Cristo, que un ídolo sí es un “dios”, falso, pero
al fin y al cabo creen que es real y que la carne que se les ofrece, piensan ellos,
que en realidad se contamina.
d. El creyente que come carne sacrificada a los ídolos no es más aceptable ante Dios,
aunque es fuerte en la fe, Dios no acepta al creyente por eso.
e. El creyente que no come la carne sacrificada a los ídolos, no por eso es menos
delante de Dios, pues aunque su fe sea débil, Dios no por eso lo minimiza o
rechaza.
4. Habla de dos tipos de creyentes: Uno fuerte, con conocimiento y con libertad para comer
la carne sacrificada a los ídolos. Y Uno débil, con su conciencia débil, sensible y
“tropezable”, que no puede comer de la carne sacrificada a los ídolos, porque si lo hace, se
“pierde”, “se contamina”, es tropezado en su fe.
5. La posibilidad:
a. Que un hermano fuerte se siente a comer carne sacrificada a los ídolos.
b. Que un hermano débil lo vea ahí y sea tropezado y se aleje de la adoración a Cristo
y se vaya a adorar ídolos.
c. Esto haría que el creyente fuerte, con su conducta, peque contra Cristo. No por lo
que come, sino por lo que influyó en el hermano débil.
d. Si esta fuera la situación, Pablo recomienda no comer carne sacrificada a los
ídolos. Por amor, aunque se tenga el conocimiento.
6. Si no hay un hermano débil siendo tropezado, se desprende, que no hay ningún problema.
7. Si hay un creyente débil presenciando, el apóstol promueve la abstinencia.
8. Tenemos otra opción, que fue manifestada por nuestro Señor Jesucristo en otros asuntos
controversiales como el guardar el sábado, comer con manos sucias, comer con
pecadores, etc. El Señor, mostró que si hay alguien débil observando, en lugar de
abstenerse, participó y aprovechó para enseñar al débil para que crezca y deje de ser
débil.

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