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martes, 30 de mayo de 2017
La Autoridad de Pablo - Gálatas 1:1-2
Serie sobre Gálatas
por Francisco Rivera
Gálatas 1:1-2
La autoridad del apóstol Pablo
1. El título Apóstol
2. La manera en que fue escogido
3. La compañía de hermanos
miércoles, 24 de mayo de 2017
Todo Vuelve - Marcos 1
Serie: Evangelio de Marcos
Sesión 2 - Todo Vuelve (toda
hace ‘shub’) - Marcos 1:9-45
21 mayo 2017
José Luis García
Introducción
Empezamos a leer el evangelio de Marcos
y vimos que se nos presenta la llegada del Rey prometido, el mesías que trae el
reino de Dios.
En esta siguiente sección observaremos
qué es lo que sucede cuando el Mesías viene a salvarnos. Consideraremos como
trasfondo el mensaje de La Ley y Los profetas, en particular, el mensaje del
profeta Oseas, quien en su profecía describe esta salvación con dos analogías,
una la de la esposa infiel y la otra la del hijo rebelde y utiliza
repetidamente la palabra hebrea ‘shub’ que se refiere a volver, ya sea un
volver para acercarse como para alejarse.
Veremos que cuando viene el mesías, Dios
se vuelve al hombre, entonces todo vuelve, el hombre vuelve a Dios en
arrepentimiento y fe; la enfermedad, el pecado, los demonios, se vuelven y se
alejan. El hombre vuelve y sigue al Señor, le sirve y le suplica. Dios se
vuelve, aunque es el Altísimo, se digna a venir entre los hombres y se vuelve y
los ve con agrado en Cristo, les muestra su afecto, su compasión, su pacto, le
otorga sus enseñanzas y está ahora atento a sus oraciones en Cristo.
1. El Señor vuelve con gracia hacia el hombre. (Mr. 1:9-11)
9 Aconteció
en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 Y luego, cuando subía del agua, vio
abrirse los cielos, y al Espíritu como
paloma que descendía sobre él.
“merahefet” – Génesis 1:2; Deuteronomio 32:11
Expresa el máximo esmero, amor y afecto
El Espíritu de Dios “aletea” amorosamente sobre Su creación, se cierne
dulce y apasionadamente.
11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti
tengo complacencia.
Autenticación
de su ministerio al estilo profético. Enviado de Dios, con el poder de Dios y
el beneplácito de Dios.
El Señor
vuelve y se abren los cielos
El Señor
vuelve y revolotea sobre su iglesia
El Señor
vuelve y nos ve con agrado en Cristo
El Señor
vuelve y ahora volvemos a ser Ami y Ruhama [Su pueblo y objeto de su compasión]
El Señor
vuelve y hasta la creación se estremece de alboroto por la grande misericordia
de Dios.
Aunque Él
es el Altísimo y muy Santo, y Nosotros pecadores infieles [como Gomer] e hijos
rebeldes [como Efraín]
¡ÉL nos
vuelve a hablar con amor!
¡Él nos
atrae con cuerdas de amor!
Lo-ruhama
(Hija) = No compadecida
Lo-ammi
(Hijo) = No pueblo mío
La relación del pacto se acabó. (del pacto mosaico no del abrahámico)
Ya no son mi pueblo.
Ya no soy YO SOY para ustedes.
En
Cristo, Dios vuelve a ser YO SOY para Israel... pero no solo para Israel sino
también para todo el mundo.
YO SOY el
pan de
vida
Israel ya no tiene que pasar hambre
YO SOY la
luz del
mundo
Israel ya no tiene que estar en
tinieblas
YO SOY el
buen
pastor
Israel ya no tiene que andar como
ovejas sin pastor
YO SOY el
camino, la verdad y la vida Israel ya no tiene que andar
descarriado y engañado
YO SOY la
vid
verdadera
Israel puede tener sabia y dar fruto
para Dios
YO SOY la
resurrección y la vida Israel
ahora tiene vida
Sin
embargo, el capítulo 1 termina con una promesa de restauración, lo cual indica
que la muerte de Israel no es una aniquilación total.
La
palabra favorita, usada por Oseas es “shub” que quiere decir volver o regresar. Pero es una palabra muy flexible, en ocasiones significa rechazar o
dejar.
Se puede
trazar el uso de “shub” a través del libro para resumir su mensaje:
“Volvieron pero no al Altísimo” (7:16)
“y no se volvieron a Jehová” (7:10)
“porque
no se quisieron convertir”
(11:5)
“Entonces
dirá: Iré y me volveré a mi primer marido” (2:7)
“Andaré y volveré a mi lugar” (5:15)
“Por
tanto yo volveré y tomaré mi trigo... y mi vino... mi
lana y mi lino” (2:9)
“ellos volverán a Egipto” (8:13)
“volverá Efraín a Egipto” (9:3)
“ni volveré para destruir a Efraín” (11:9)
“los
amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos” (14:4)
“como ave acudirán velozmente de Egipto y de la tierra de
Asiria como paloma; y los haré habitar en sus casas” (11:11)
“volverán y se sentarán bajo su sombra” (14:7)
Israel shub a Baal en lugar de a Jehová, y
rechazar shub a Jehová aunque pretende hacerlo,
entonces Jehová shub a su lugar y los abandona y les
requiere que shub de sus pecados. Jehová shub y tomará su trigo, su vino, su lana y
su lino; y ellos shub a Egipto.
Pero no
todo está perdido, les ruega shub a Jehová y también Jehová shub a ellos. Jehová shub a su enojo, entonces Israel shub a sus hogares y volverán a habitar
bajo la protección de Dios y la tierra shub como jardín.
Capítulo
11
La
alegoría
Padre
rechazando a su hijo rebelde y lo quiere castigar.
Lo ama y
lo quiere cuidar.
Israel es
el hijo de Jehová. (Ex. 4)
Lo contradictorio
11:8 No
los quiere dejar pero la verdad es que Israel fue destruido.
11:8-9
Muestra el sufrimiento que este castigo le está causando a Dios.
Jesús les
llama a restablecer la relación, les dice que oren: “Padre nuestro” “Abba
Padre”
Jesús es
el clímax de la historia de Israel. “Emmanuel” = Dios con nosotros.
Aplicaciones
Nosotros
somos como Gomer, buscamos algo que satisfaga.
Él es lo
mejor que nos ha pasado.
Dios nos
encuentra cuando somos lo peor, y nos ama.
Dios es
quien comienza a amar, nosotros respondemos a él. Él sabe más de compasión que
nosotros.
Ama a
Dios y deja que él te dé la satisfacción que buscas. Él quiere darte la
satisfacción, no hay necesidad de buscar en otros lugares.
Hasta una
prostituta puede ser conquistada por Amor Comprometido.
El amor
extravagante y no merecido trae honra al amante.
El amor
extravagante pero rechazado trae ruina al amado.
Palabras
bellas del amor eterno: “Yo, todavía, soy tu Dios”
Llamado al
arrepentimiento y a creer en Cristo
Llamado a
Consagración
Llamado a Restauración
2. EL Señor
vuelve y vence La tentación (Mr. 1:12-13)
12 Y luego el Espíritu le impulsó al
desierto.13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por
Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.
El Mesías vence la tentación por nosotros.
Satanás
vino, Satanás es vencido. Las fieras vinieron. Los ángeles vinieron.
No
solo nos muestra cómo vencer la tentación, sino que la vence por nosotros y
ahora en él somos vencedores. En Cristo nos lleva de triunfo en triunfo.
3. El Señor
viene, predica y llama a los hombres (Mr. 1:14-20)
14 Después
que Juan fue encarcelado, Jesús vino a
Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se
ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. 16 Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar;
porque eran pescadores. 17 Y
les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.18 Y
dejando luego sus redes, le siguieron. 19 Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo,
y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las
redes. 20 Y luego los llamó; y
dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.
El Señor vino
El reino de Dios vino
El Señor viene y predica,
¡qué gran bendición!
La esencia de su
predicación: El reino de Dios, arrepentimiento y fe.
El Señor llama a otros,
que estaban pescando. Y éstos le siguen.
Nosotros somos ajenos al
sistema monárquico, incluso el concepto de soberanía nos parece ofensivo, como
que va en contra de la dignidad humana.
No nos gusta obedecer,
nos parece indignante.
-
Obedecer a los padres
-
Obedecer a los maridos
-
Obedecer a los
gobernantes
-
Obedecer a los pastores
Nos gustaría ser
autónomos, soberanos, no tener que rendir cuentas a nadie.
Los discípulos son
llamados con un propósito específico: llegar a ser pescadores de hombres.
Simón y Andrés vinieron. Jacobo
y Juan vinieron
4.
El Señor viene y enseña (Mr. 1:21-28)
21 Y
entraron en Capernaum; y los días de
reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba.
22 Y
se
admiraban de su doctrina; porque les enseñaba
como quien tiene autoridad, y no como los escribas. 23 Pero había
en la sinagoga de ellos un hombre con
espíritu inmundo,
que
dio voces, 24 diciendo:
!!Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. 25 Pero Jesús le reprendió, diciendo:
!!Cállate, y sal de él! 26 Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con
violencia, y clamando a gran voz, salió
de él. 27 Y todos se asombraron, de tal manera que
discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que
con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? 28 Y muy
pronto se difundió su fama por toda
la provincia alrededor de Galilea.
Uno de los castigos, profetizados por
Amós, por abandonar al Señor y no obedecer Su Palabra, es que iban a estar
“sedientos” de la Palabra de Dios y la iban a buscar como errantes, pero no la
iban a encontrar.
11 He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los
cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de
oír la palabra de Jehová.
12 E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta
el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán. (Amós
8:11-12)
La bendición, cuando viene el Señor, es
que Él mismo vuelve a enseñarles.
Tener enseñanza bíblica, es una
bendición que viene con la restauración de Dios.
Isaías dijo: ‘tus ojos mirarán a tus
maestros’ (Isaías 30:20)
Cristo, luego sube a lo alto y reparte
dones a su iglesia… maestros…
Y cuando el hombre deja al Señor y Su
Palabra… su juicio es tener que escuchar a habladores de mitos, charlatanes.
5.
El Señor viene, sana al hombre y este le sirve (Mr. 1:29-31)
29 Al
salir de la sinagoga, vinieron a
casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. 30 Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y
en seguida le hablaron de ella. 31 Entonces
él
se acercó, y la tomó de
la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella
les servía.
El Señor se acerca a casa.
El Señor se acerca al enfermo.
La enfermedad se va.
El sanado sirve al Señor.
Esta es otra bendición de la
restauración, que ¡ahora podemos servir al Señor!
Somos creados en Cristo Jesús para
buenas obras.
Ahora son gratas al Señor nuestras
pequeñas y débiles muestras de servicio.
‘Tú eres mi siervo’ – te escogí y no te
deseché
6.
El Señor viene a las multitudes enfermas (Mr. 1:32-34)
32 Cuando
llegó la noche, luego que el sol se puso, le
trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; 33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta. 34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de
diversas enfermedades, y echó fuera
muchos demonios; y no dejaba hablar
a los demonios, porque le conocían.
Las
enfermedades se van. EL Señor sana, YHWH Rafá.
Los
demonios se van
El
Señor viene a su pueblo
El
pueblo viene a su Señor
7. El Señor viene
y restaura la oración (Mr. 1:35-38)
35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí
oraba. 36 Y le buscó Simón, y los
que con él estaban; 37 y hallándole, le dijeron:
Todos te buscan.
38 Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también
allí; porque para esto he venido.
El Señor viene y ora
Dios escucha la oración de su pueblo restaurado
Su oído está atento.
En Cristo tenemos acceso para orar al Padre.
8. El Señor viene
y nos limpia (Mr. 1:39-45)
39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. 40 Vino
a él
un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo:
Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo
misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y
así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. 43 Entonces
le encargó rigurosamente, y le despidió luego, 44 y le
dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece
por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. 45 Pero ido él,
comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de
manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se
quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.
El Señor
viene y limpia
La
restauración incluye limpieza de los pecados
Santificación
Cristo nos
santifica, nos lava de toda nuestra inmundicia
Marcos lo
presenta como el Señor que viene, ve y vence.
Nada lo
detiene, nada frustra su misión
Nada le
presenta un obstáculo
Veni, vidi, vici es una expresión en lengua
latina que traduce ‘vine, vi, vencí’, pues son
los verbos latinos venīre,(venir) vidēre (ver)y vincĕre (vencer)
conjugados en primera persona de pretérito perfecto simple.
Es
célebre porque fue usada por el general y cónsul romano Julio
César en el año 47 a. de C. luego de una importante victoria
militar para la República Romana. Según Suetonio y Plutarco, Julio César
la utilizó al dirigirse al Senado Romano para describir su victoria breve y
rápida sobre Farnaces II, rey del Ponto, en la batalla de la ciudad
de Zela, hoy día ubicada en territorio turco.
Esta frase, a la par de proclamar la
totalidad de la victoria de Julio César, tenía como intención recordar al
senado su destreza militar, puesto que se encontraba enfrentado a Pompeyo en
una guerra civil dentro de Roma.
De allí que otros especulen que el
comentario de Julio César fue una expresión de menosprecio y desdén hacia el
senado, dominado por patricios, clase muy poderosa dentro de la República
Romana y aliada de Pompeyo.
Actualmente, se utiliza habitualmente para significar la visión y rapidez para
cosechar un éxito en cualquier clase de empresa o propósito. De
hecho, es muy usada en el mundo empresarial y de los negocios, en el área
jurídica y en las competiciones deportivas para referirse a esta forma de
afrontar los retos.
Existen también variaciones de esta
frase citadas a menudo en la literatura, en la música, en el arte y en el cine.
Este es un mesías que vence la
tentación, enseña, se acerca, ora e intercede por nosotros, nos atiende y
aunque sea muy de mañana se va a orar e interceder, ve a Dios cara a cara y
luego nos trae su palabra y su bendición, nos revela su gloria. Es un mesías que
reprende a las enfermedades y demonios, nosotros no tenemos ni podemos lidiar
con eso.
martes, 16 de mayo de 2017
lunes, 15 de mayo de 2017
Cuidado
"Asegúrate de saber cómo están tus rebaños; cuida mucho de tus ovejas;pues las riquezas no son eternas
ni la fortuna está siempre segura.
Cuando se limpien los campos y brote el verdor,
y en los montes se recoja la hierba,
las ovejas te darán para el vestido,
y las cabras para comprar un campo;
tendrás leche de cabra en abundancia
para que se alimenten tú y tu familia,
y toda tu servidumbre."
Proverbios 27:23-27 NVI
Asegúrate…
cuida mucho CUIDADO
Pues… no son eternas NATURALEZA FUGAZ DE LAS RIQUEZAS
Cuando… brote el verdor LA PROVIDENCIA
DE DIOS
Te darán… tendrás UTILIDAD
…para que se alimenten PROPÓSITO
En este proverbio, el padre le enseña a su hijo a tener cuidado con las posesiones materiales, esta es una forma de mostrar sabiduría. Debe tener claro de que las riquezas son fugaces y por ello hay que ser cuidadosos. Sin embargo, aunque nosotros seamos cuidadosos, dependemos de la providencia de Dios, en la ilustración del pastor y su rebaño, Dios es el que hace crecer la hierba para que la labor de pastoreo continúe.
Esta ilustración también era aplicada para los reyes, como en este caso, el hijo era un príncipe y debía de dedicarse al cuidado del pueblo y no asumir que el reino estaba ya dado. Aún así, su labor es bajo la providencia de Dios.
En la literatura del Antiguo Testamento, la ilustración también se aplica a la relación de Dios con su pueblo. Él como Dios del pacto cuida de su pueblo, su rebaño, y su pueblo muestra su adoración y obediencia a sus leyes, amando a Dios y al prójimo.
La labor de pastoreo incluía varias distinciones, entre ellas, saber que los corderos eran para producir lana, las hembras para tener crías y dar leche y los cabritos para venderlos y tener dinero para reinvertir, etc.
Así nosotros, mostramos sabiduría, cuando nos ocupamos de nuestros trabajos con diligencia y teniendo bien atendidos los detalles necesarios, aclarando que no podemos estar atentos a todos los detalles todo el tiempo, pero sí podemos 'fijarnos en lo que nos fijamos', es decir, tener ciertos parámetros o indicadores que nos sirvan de alertas para tomar las decisiones y acciones que correspondan, según la tarea de cada quien.
¡Fíjate en lo que te fijas!
miércoles, 10 de mayo de 2017
Salmo 27
Salmo 27: Salmo de David
1Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
|
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién
he de atemorizarme?
|
2 Cuando se juntaron contra
mí los malignos, mis angustiadores
y mis enemigos,
|
Para comer mis carnes, ellos tropezaron y
cayeron.
|
3 Aunque un ejército acampe
contra mí,
No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, |
Yo estaré confiado.
|
4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, |
Para contemplar la hermosura de Jehová, y
para inquirir en su templo.
|
5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
Me ocultará en lo reservado de su morada; |
Sobre una roca me pondrá en alto.
|
6 Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,
Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; |
Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.
|
7 Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;
Ten misericordia de mí, y respóndeme. |
|
8 Mi corazón ha dicho de
ti: Buscad mi rostro.
|
Tu rostro buscaré, oh Jehová;
|
9 No escondas tu rostro de
mí.
No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido. |
No me dejes ni me desampares, Dios de mi
salvación.
|
10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
|
Con todo, Jehová me recogerá.
|
11 Enséñame, oh Jehová, tu camino,
Y guíame por senda de rectitud |
A causa de mis enemigos.
|
12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos;
|
Porque se han levantado contra mí testigos
falsos, y los que respiran crueldad.
|
13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová
En la tierra de los vivientes. |
|
14 Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; |
Sí, espera a Jehová.
|
Salmo 27
Introducción
Himnos del pacto
“La ignorancia
o desprecio del Pacto mata el entender los Salmos; pero el reconocimiento del mismo
te pone en la mano la clave de su conocimiento.”
“¡Yo me declaro
vuestro Rey, Yo establezco un Pacto con vosotros y Yo levanto mi Morada en medio de vosotros!”
“El culto
debería demostrar lealtad a su Aliado y Rey divino en toda su vida, pues el Señor
otorgaría a su pueblo una vida buena en todos los sentidos.”
¡Vivir en el
Pacto de Dios!
Acerca de esto
enseña la Torá. A esto llamaban los Profetas; y de esto cantaban y se
lamentaban los Salmos.
Resuena desde
los Salmos el eco de la enseñanza de Moisés acerca de la demanda real y
contractual del Señor en y sobre toda la vida de Israel.
¡Cuantísimo
amaron los justos en Israel la Morada de Dios (tercer tema capital de la Torá)…
y supieron llorar cuando no podían subir al templo.
No es un libro puramente religioso
¡Nunca leas los
Salmos desligados de la historia de Israel, como la encuentras descrita en la
Torá y en los libros de los Profetas! Aunque no puedas datar con precisión un
salmo, jamás los leas como versículos generalmente religiosos. Considéralos
siempre como reacciones inspiradas por el Espíritu de Dios. Primero como reacciones a palabras fundamentales de Dios,
y a hechos escritos en la Torá, y, segundo, como reacciones a posteriores
acciones de Dios con Israel en el período de los profetas.
Los justos
Ante el Señor,
la justicia de los justos desemboca en el respeto amoroso que desplegaban por
él. Su “temor del Señor”, manifestado desde su aversión a ídolos y comidas
sacrificiales en los montes; y demostrado por su celo para observar la pureza y
santidad que el Señor deseaba de su pueblo bajo el Pacto de Horeb.
Y ante los
hombres, la justicia de los justos se manifestaba desde: su amor al prójimo, su
respeto a la mujer de su prójimo, su derecho, su propiedad, su pan, sus
vestidos, su dinero, su causa o pleito; en una palabra, en toda su vida.
Por
consiguiente, hablando prácticamente, la justicia de los justos es una palabra
sinónima de ese amor, tanto a Dios como a los hombres.
Como la
justicia del justo indica fidelidad al pacto de Dios desde el lado humano, así
la justicia de Dios significa fidelidad a ese Pacto desde el lado de Dios.
Usándola para referirse a Dios, la justicia también puede ser otra palabra para
significar: ayuda, demostración de amor
y obra de misericordia.
También puedes recordar las bienaventuranzas de nuestro
Salvador. En ellas habla acerca de los pobres de espíritu, los que lloran, los
mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los de
limpio corazón, los pacificadores, los que padecen persecución. Todas estas
expresiones se refieren a la misma clase de personas, a saber, los justos.
Con esto no queremos afirmar, que todos los justos siempre
viven todas las cosas en la misma medida.
Aquí abajo facilitamos un sumario de todas esas palabras y
expresiones. Las tomamos de la versión Reina-Valera 1960:
Los
rectos,
el
oprimido,
el
menesteroso,
el
pueblo humilde,
el
pobre,
el
débil,
los
rectos de corazón,
los
piadosos,
los
fieles,
los
limpios,
la
descendencia justa,
los
santos,
los
que son rectos de corazón,
los
humildes,
el
necesitado,
tu
siervo,
los
sencillos,
los
buenos,
todos
los que en ti se esconden,
quienes
aman tu nombre,
quienes
conocen tu nombre,
quienes
te buscan,
aquellos
que entre los perseguidores se
esconden
en tu diestra,
todos
los que te esperan,
quienes
guardan su pacto y sus testimonios,
quienes
aman tu salvación,
los
que andan irreprensiblemente,
el
hombre que confía en ti,
el
hombre que teme al Señor,
el
que se goza de corazón en sus
mandamientos,
quienes
andan en la Ley (Thorá) del Señor,
los
que guardan sus testimonios,
los
que buscan de todo corazón,
quienes
andan en sus caminos,
los
pobres de Sión,
todos
los que le aman,
los
contritos de corazón,
los
pobres en espíritu,
los
mansos de la tierra,
los
fieles en la tierra.
otros pueden poseer
toda clase de riquezas, pero “el SEÑOR es mi heredad”, Dt. 10: 9, 18: 2.
El ani (menesteroso, se deriva, como palabra, de anah:
ser encorvado, combo, desdichado)
De la misma raíz se deriva la palabra anaw (humilde).
También ésta señala al pobre como un encorvado, tanto ante Dios como a los ojos
de las gentes.
Pobreza, enfermedad, postergación, impugnación y opresión
son naturalmente también fenómenos generalmente humanos. También paganos
e incrédulos pueden hablar de ello. Pero estas cosas no fueron tratadas así en
los salmos. En éstos, esas formas de sufrimiento están en una luz muy concreta.
Cuando los salmistas se lamentaban de la pobreza, de la opresión de los
blasfemos, de los mentirosos, de los opresores, de los hoyos y lazos, traen
estos asuntos ante la presencia de Dios como dolor que, según lo expresó el
Salvador, les sobrevenía por causa de la justicia.
Nuestro Salvador llamaría a esto: “llevar la cruz”.
Llevar la cruz es sólo el dolor que soportamos “por causa de la justicia”, por
causa de nuestra lealtad para con Dios y su causa, por amor de Cristo, “sin
causa”, Sal. 25: 3, 44: 22, Ro. 8: 36. Todo el otro dolor o sufrimiento que
tenemos en común con el mundo incrédulo, es consecuencia del pecado y castigo
del mismo.
El Libro de los Salmos es
el libro de los himnos de los justos sufrientes.
Cuando oímos de cristianos perseguidos, nos inclinamos a
dolernos con ellos. Pero nuestro Salvador les felicitó. No a pesar de su
persecución, sino porque eran perseguidos: “Bienaventurados los que
padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de
los cielos”, Mt. 5:10.
Característico de los justos es que, por lo que respecta a
su propio derecho, encomendaban su causa, en apelación suprema, al SEÑOR, y oraban:
“Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden”, Sal. 35:1.
El himnario del remanente
“Decid al justo que le irá bien, porque comerá del fruto de
su trabajo (para él promesas de salvación). ¡Ay del impío! Mal le irá, porque
según las obras de sus manos le será pagado” (para él anuncios de juicio),
Isaías 3:10-11.
Los malos en los Salmos
Cuando en Israel un necio decía: “No hay Dios”, con ello
negaba, que Dios ve y advierte y pide cuentas a los
hombres.
Naturalmente que Dios existe, pero no se ocupa de nuestras prácticas,
-decían. Por tanto, los impíos ciertamente no eran ateos.
Sí, a veces esos impíos incluso andaban por ahí hablando
con la boca llena acerca del Pacto. Pues en el Salmo 50 también leemos esto:
“Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, y que tomar
mi pacto en tu boca?, v. 16.
Este retrato de los impíos adquiere rasgos aún más claros si
después analizamos cómo la Torá y los Profetas hablan de ellos: exactamente
igual que los Salmos; o para resumirlo con palabras de Pablo: “(Hombres) que
tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”, 2 Ti. 3: 5.
Eso señala también el apóstol Judas cuando escribe: “Porque
algunos hombres han entrado (en la iglesia) encubiertamente, (...) hombres impíos,
que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el
único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo. (...). Estos son murmuradores,
querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas,
adulando a las personas para sacar provecho”, Judas vs. 4 y 16.
La palabra rasj a proviene originalmente de la
esfera de la justicia, y literalmente significa: el culpable.
Así el sadiq o justo que frente a Dios estaba (en
pie) en su derecho, puesto que se atenía al Pacto de Dios, mientras que el rasj
a o impío no lo hacía, y por eso venía a ser culpable ante Dios.
Asimismo, colocaremos revueltos todos estos sinónimos
tomados de la versión Reina-Valera:
Los
pecadores,
los
transgresores,
los
hacedores de injusticia,
los
malos,
los
malvados,
los
malhechores,
los
malignos,
los
apóstatas,
los
equivocados,
un
pueblo sin virtud,
los
enemigos de Jehová
los
enemigos,
los
adversarios,
los
odiadores,
los
necios,
los
insensatos,
los
sin razón,
los
sin razón entre el pueblo,
los
altivos,
los
soberbios,
los
temerarios,
la
lengua fanfarrona,
los
burladores,
los
traidores,
los
hipócritas,
los
labios engañosos,
los
habladores de mentira,
el
embustero,
los
sanguinarios,
el
hombre de mentira e injusticia,
los
violentos.
“Necio”, una palabra religiosa usada para designar a la
persona cuya actitud de vida consiste en hacer en la vida diaria como si no existiese
un Dios que se fija en ti. Tales israelitas y cristianos viven del
pensamiento siguiente: -”Oh, eso lo olvida Dios”; o: -”Él no se fija en tales
cosas”.
Pero todos somos
pecadores.
No, la gran diferencia o antítesis entre justos e impíos en
el pueblo de Dios no consiste en pecar o no pecar,
ni incluso en cometer alguna vez una profunda caída en pecado.
Esta diferencia o contraste proviene de una actitud de vida rotundamente
contraria a la relación con Dios y su Palabra. Expresiones como: malvado,
maligno, apóstata, equivocado y malo, tampoco caracterizan a los impíos como
alguien que diariamente cae en pecado, sino como quien vive constante-
y deliberadamente en pecado. Los justos caen, a cada paso, en pecado
-con gran pesar por su parte. Los impíos tienen como estilo de vida el
menospreciar a Dios y su Palabra.
Salmo 1 – como clave para
entender los Salmos
En la Torá descansa toda la Escritura. En la Torá descansa
la parte segunda de la Escritura: los
Profetas. En la Torá descansa también la tercera parte de
la Escritura: los Escritos, también llamados los Salmos. Por consiguiente, el
Salmo 1 señala inmediatamente a la Torá.
Como enlace con lo precedente (Malaquías) y como
introducción a la siguiente (todo el Libro de los Salmos y parte de los
Escritos).
La primera palabra de la primera frase de este primer salmo
ya nos hace saber, que las apariencias engañan. A pesar de sus sufrimientos,
mejor puedes felicitar a los justos que tenerles conmiseración. A la luz de la
Palabra de Dios, precisamente tienen buena suerte.
El Salmo 1 pinta el retrato de un israelita justo como
alguien que “medita día y noche”
la Palabra de Dios. Pero también podemos traducir: que “lee susurrando
suavemente”, que “dice para sí mismo” la Palabra de Dios. No es una persona que
“se apresure a leer un trocito”; no, ella quiere retener lo leído y, para
grabarlo bien en su memoria, lo lee para sí misma musitándolo o a media voz.
A primera vista, en Israel los pobres justos llevaban quizá
vidas fracasadas, mientras que los impíos aparentemente obtenían los más
grandes éxitos; pero, a los ojos de la fe, sólo en las vidas de los justos florecían hermosos frutos.
¿Por qué los justos, a
pesar de todas las señales externas de lo contrario, son dignos de
felicitación? Porque el SEÑOR conoce su camino.
¡el Dios a quien los salmistas oran, se quejan y aclaman es
hasid!: misericordioso, leal! Su hesed (misericordia, fidelidad al
Pacto, lealtad) es “tan alta como el cielo”, un Aliado cuya fidelidad “alcanza
hasta las nubes”, Sal. 36: 5.
Salmo 2 – como segunda
clave para entender los Salmos
Salmo 2 (“Y, a pesar de todo, ¡el Reino del SEÑOR y su mesías alcanzarán la victoria final!)
“Lo más valioso que los Salmos hacen por mí es expresar el
mismo placer por Dios que consiguió que David bailara… destaca por ser algo
sorprendentemente robusto, viril y espontáneo.” CS Lewis
“el poeta de Salmos no trazaba ninguna distinción entre
“contemplar la belleza del Señor” y los actos del culto en sí mismo.” CS Lewis
“en lo que sí deseo insistir es en lo que creo que más
necesitamos… la gloria y el placer en Dios que encontramos en los Salmos que…
pueda estar relacionada con el Templo… Estos poetas conocían muchas menos
razones que nosotros para amar a Dios. No sabían que Él les ofrecía la gloria
eterna; y mucho menos que Él moriría para ganarla por ellos. Y aún así, ellos
expresan un anhelo de Dios, de su mera presencia… desean vivir sus días en el
Templo para poder ver constantemente “la belleza del Señor”… si nos falta ese
encuentro con Él, sus almas languidecen como una tierra árida falta de agua… Yo
llamaría a esto – apetito por Dios”
“Es alegre y jocundo. Ellos están contentos y exultantes,
sus dedos se mueren por tocar el arpa… Ruido podría bien decirse: La mera
música no es suficiente… batan palmas… que haya címbalos sonoros, no solo bien
afinados sino ruidosos y danzas también.”
“Yo encuentro una experiencia plenamente centrada en Dios,
que no solicita de Él más que su presencia, el regalo que Él constituye, gozoso
en grado máximo e inconfundiblemente real.
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