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martes, 30 de mayo de 2017

La Autoridad de Pablo - Gálatas 1:1-2



Serie sobre Gálatas
por Francisco Rivera
Gálatas 1:1-2
La autoridad del apóstol Pablo
1. El título Apóstol 
2. La manera en que fue escogido 
3. La compañía de hermanos

miércoles, 24 de mayo de 2017

Todo Vuelve - Marcos 1



Serie: Evangelio de Marcos
Sesión 2 - Todo Vuelve (toda hace ‘shub’) - Marcos 1:9-45
21 mayo 2017
José Luis García

Introducción

Empezamos a leer el evangelio de Marcos y vimos que se nos presenta la llegada del Rey prometido, el mesías que trae el reino de Dios.
En esta siguiente sección observaremos qué es lo que sucede cuando el Mesías viene a salvarnos. Consideraremos como trasfondo el mensaje de La Ley y Los profetas, en particular, el mensaje del profeta Oseas, quien en su profecía describe esta salvación con dos analogías, una la de la esposa infiel y la otra la del hijo rebelde y utiliza repetidamente la palabra hebrea ‘shub’ que se refiere a volver, ya sea un volver para acercarse como para alejarse.
Veremos que cuando viene el mesías, Dios se vuelve al hombre, entonces todo vuelve, el hombre vuelve a Dios en arrepentimiento y fe; la enfermedad, el pecado, los demonios, se vuelven y se alejan. El hombre vuelve y sigue al Señor, le sirve y le suplica. Dios se vuelve, aunque es el Altísimo, se digna a venir entre los hombres y se vuelve y los ve con agrado en Cristo, les muestra su afecto, su compasión, su pacto, le otorga sus enseñanzas y está ahora atento a sus oraciones en Cristo.

1.    El Señor vuelve con gracia hacia el hombre. (Mr. 1:9-11)

Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.


 “merahefet” – Génesis 1:2; Deuteronomio 32:11

Expresa el máximo esmero, amor y afecto
El Espíritu de Dios “aletea” amorosamente sobre Su creación, se cierne dulce y apasionadamente.
11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
Autenticación de su ministerio al estilo profético. Enviado de Dios, con el poder de Dios y el beneplácito de Dios.

El Señor vuelve y se abren los cielos
El Señor vuelve y revolotea sobre su iglesia
El Señor vuelve y nos ve con agrado en Cristo
El Señor vuelve y ahora volvemos a ser Ami y Ruhama [Su pueblo y objeto de su compasión]
El Señor vuelve y hasta la creación se estremece de alboroto por la grande misericordia de Dios.

Aunque Él es el Altísimo y muy Santo, y Nosotros pecadores infieles [como Gomer] e hijos rebeldes [como Efraín]
¡ÉL nos vuelve a hablar con amor!
¡Él nos atrae con cuerdas de amor!

Lo-ruhama (Hija) = No compadecida
Lo-ammi (Hijo) = No pueblo mío
            La relación del pacto se acabó. (del pacto mosaico no del abrahámico)
            Ya no son mi pueblo.
            Ya no soy YO SOY para ustedes.

En Cristo, Dios vuelve a ser YO SOY para Israel... pero no solo para Israel sino también para todo el mundo.
YO SOY el pan de vida                          Israel ya no tiene que pasar hambre
YO SOY la luz del mundo                      Israel ya no tiene que estar en tinieblas
YO SOY el buen pastor                          Israel ya no tiene que andar como ovejas sin pastor
YO SOY el camino, la verdad y la vida   Israel ya no tiene que andar descarriado y engañado
YO SOY la vid verdadera                       Israel puede tener sabia y dar fruto para Dios
YO SOY la resurrección y la vida           Israel ahora tiene vida

Sin embargo, el capítulo 1 termina con una promesa de restauración, lo cual indica que la muerte de Israel no es una aniquilación total.

La palabra favorita, usada por Oseas es “shub” que quiere decir volver o regresar. Pero es una palabra muy flexible, en ocasiones significa rechazar o dejar.
Se puede trazar el uso de “shub” a través del libro para resumir su mensaje:
Volvieron pero no al Altísimo” (7:16)
“y no se volvieron a Jehová” (7:10)
“porque no se quisieron convertir” (11:5)
“Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido” (2:7)
“Andaré y volveré a mi lugar” (5:15)
“Por tanto yo volveré y tomaré mi trigo... y mi vino... mi lana y mi lino” (2:9)
“ellos volverán a Egipto” (8:13)
volverá Efraín a Egipto” (9:3)
“ni volveré para destruir a Efraín” (11:9)
“los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos” (14:4)
“como ave acudirán velozmente de Egipto y de la tierra de Asiria como paloma; y los haré habitar en sus casas” (11:11)
volverán y se sentarán bajo su sombra” (14:7)

Israel shub a Baal en lugar de a Jehová, y rechazar shub a Jehová aunque pretende hacerlo, entonces Jehová shub a su lugar y los abandona y les requiere que shub de sus pecados. Jehová shub y tomará su trigo, su vino, su lana y su lino; y ellos shub a Egipto.
Pero no todo está perdido, les ruega shub a Jehová y también Jehová shub a ellos. Jehová shub a su enojo, entonces Israel shub a sus hogares y volverán a habitar bajo la protección de Dios y la tierra shub como jardín.

Capítulo 11
La alegoría
Padre rechazando a su hijo rebelde y lo quiere castigar.
Lo ama y lo quiere cuidar.
Israel es el hijo de Jehová. (Ex. 4)

Lo contradictorio
11:8 No los quiere dejar pero la verdad es que Israel fue destruido.
11:8-9 Muestra el sufrimiento que este castigo le está causando a Dios.

Jesús les llama a restablecer la relación, les dice que oren: “Padre nuestro” “Abba Padre”
Jesús es el clímax de la historia de Israel. “Emmanuel” = Dios con nosotros.
Aplicaciones
Nosotros somos como Gomer, buscamos algo que satisfaga.
Él es lo mejor que nos ha pasado.
Dios nos encuentra cuando somos lo peor, y nos ama.
Dios es quien comienza a amar, nosotros respondemos a él. Él sabe más de compasión que nosotros.
Ama a Dios y deja que él te dé la satisfacción que buscas. Él quiere darte la satisfacción, no hay necesidad de buscar en otros lugares.
Hasta una prostituta puede ser conquistada por Amor Comprometido.
El amor extravagante y no merecido trae honra al amante.
El amor extravagante pero rechazado trae ruina al amado.
Palabras bellas del amor eterno: “Yo, todavía, soy tu Dios”
Llamado al arrepentimiento y a creer en Cristo
Llamado a Consagración
Llamado a Restauración

2.   EL Señor vuelve y vence La tentación (Mr. 1:12-13)

12 Y luego el Espíritu le impulsó al desierto.13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.

El Mesías vence la tentación por nosotros.
Satanás vino, Satanás es vencido. Las fieras vinieron. Los ángeles vinieron.
No solo nos muestra cómo vencer la tentación, sino que la vence por nosotros y ahora en él somos vencedores. En Cristo nos lleva de triunfo en triunfo.

3.   El Señor viene, predica y llama a los hombres (Mr. 1:14-20)

14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,15    diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. 16   Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.18 Y dejando luego sus redes, le siguieron. 19   Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo,
y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes. 20 Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.

El Señor vino
El reino de Dios vino
El Señor viene y predica, ¡qué gran bendición!
La esencia de su predicación: El reino de Dios, arrepentimiento y fe.

El Señor llama a otros, que estaban pescando. Y éstos le siguen.
Nosotros somos ajenos al sistema monárquico, incluso el concepto de soberanía nos parece ofensivo, como que va en contra de la dignidad humana.
No nos gusta obedecer, nos parece indignante.
-          Obedecer a los padres
-          Obedecer a los maridos
-          Obedecer a los gobernantes
-          Obedecer a los pastores
Nos gustaría ser autónomos, soberanos, no tener que rendir cuentas a nadie.
Los discípulos son llamados con un propósito específico: llegar a ser pescadores de hombres.
Simón y Andrés vinieron. Jacobo y Juan vinieron

4.   El Señor viene y enseña (Mr. 1:21-28)

21 Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba. 22 Y
se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. 23 Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo,
que dio voces, 24 diciendo: !!Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. 25 Pero Jesús le reprendió, diciendo: !!Cállate, y sal de él! 26 Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. 27 Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? 28 Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea.

Uno de los castigos, profetizados por Amós, por abandonar al Señor y no obedecer Su Palabra, es que iban a estar “sedientos” de la Palabra de Dios y la iban a buscar como errantes, pero no la iban a encontrar.

11 He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová.
12 E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán. (Amós 8:11-12)

La bendición, cuando viene el Señor, es que Él mismo vuelve a enseñarles.
Tener enseñanza bíblica, es una bendición que viene con la restauración de Dios.
Isaías dijo: ‘tus ojos mirarán a tus maestros’ (Isaías 30:20)
Cristo, luego sube a lo alto y reparte dones a su iglesia… maestros…
Y cuando el hombre deja al Señor y Su Palabra… su juicio es tener que escuchar a habladores de mitos, charlatanes.

5.   El Señor viene, sana al hombre y este le sirve (Mr. 1:29-31)

29  Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. 30 Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. 31 Entonces
él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.

El Señor se acerca a casa.
El Señor se acerca al enfermo.
La enfermedad se va.
El sanado sirve al Señor.
Esta es otra bendición de la restauración, que ¡ahora podemos servir al Señor!
Somos creados en Cristo Jesús para buenas obras.
Ahora son gratas al Señor nuestras pequeñas y débiles muestras de servicio.
‘Tú eres mi siervo’ – te escogí y no te deseché

6.   El Señor viene a las multitudes enfermas (Mr. 1:32-34)

32 Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; 33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta. 34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.

Las enfermedades se van. EL Señor sana, YHWH Rafá.
Los demonios se van
El Señor viene a su pueblo
El pueblo viene a su Señor

7.   El Señor viene y restaura la oración (Mr. 1:35-38)

35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí
oraba. 36 Y le buscó Simón, y los que con él estaban; 37 y hallándole, le dijeron: Todos te buscan.
38 Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.

El Señor viene y ora
Dios escucha la oración de su pueblo restaurado
Su oído está atento.
En Cristo tenemos acceso para orar al Padre.

8.   El Señor viene y nos limpia (Mr. 1:39-45)

39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. 40 Vino a él
un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. 43 Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego, 44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. 45 Pero ido él,
comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.

El Señor viene y limpia
La restauración incluye limpieza de los pecados
Santificación
Cristo nos santifica, nos lava de toda nuestra inmundicia

Marcos lo presenta como el Señor que viene, ve y vence.
Nada lo detiene, nada frustra su misión
Nada le presenta un obstáculo

Venividivici es una expresión en lengua latina que traduce ‘vine, vi, vencí’, pues son los verbos latinos venīre,(venir) vidēre (ver)y vincĕre (vencer) conjugados en primera persona de pretérito perfecto simple.

Es célebre porque fue usada por el general y cónsul romano Julio César en el año 47 a. de C. luego de una importante victoria militar para la República Romana. Según Suetonio y Plutarco, Julio César la utilizó al dirigirse al Senado Romano para describir su victoria breve y rápida sobre Farnaces II, rey del Ponto, en la batalla de la ciudad de Zela, hoy día ubicada en territorio turco.

Esta frase, a la par de proclamar la totalidad de la victoria de Julio César, tenía como intención recordar al senado su destreza militar, puesto que se encontraba enfrentado a Pompeyo en una guerra civil dentro de Roma.
De allí que otros especulen que el comentario de Julio César fue una expresión de menosprecio y desdén hacia el senado, dominado por patricios, clase muy poderosa dentro de la República Romana y aliada de Pompeyo.
Actualmente, se utiliza habitualmente para significar la visión y rapidez para cosechar un éxito en cualquier clase de empresa o propósito. De hecho, es muy usada en el mundo empresarial y de los negocios, en el área jurídica y en las competiciones deportivas para referirse a esta forma de afrontar los retos.

Existen también variaciones de esta frase citadas a menudo en la literatura, en la música, en el arte y en el cine.

Este es un mesías que vence la tentación, enseña, se acerca, ora e intercede por nosotros, nos atiende y aunque sea muy de mañana se va a orar e interceder, ve a Dios cara a cara y luego nos trae su palabra y su bendición, nos revela su gloria. Es un mesías que reprende a las enfermedades y demonios, nosotros no tenemos ni podemos lidiar con eso.

lunes, 15 de mayo de 2017

Cuidado


"Asegúrate de saber cómo están tus rebaños; cuida mucho de tus ovejas; 
pues las riquezas no son eternas
ni la fortuna está siempre segura. 

Cuando se limpien los campos y brote el verdor, 
y en los montes se recoja la hierba, 

las ovejas te darán para el vestido,     
y las cabras para comprar un campo; 
tendrás leche de cabra en abundancia     
para que se alimenten tú y tu familia,     
y toda tu servidumbre."


Proverbios 27:23-27 NVI

Asegúrate… cuida mucho          CUIDADO

Pues… no son eternas                                       NATURALEZA FUGAZ                                                                                          DE LAS RIQUEZAS

Cuando… brote el verdor                                LA PROVIDENCIA
                                                                                    DE DIOS

Te darán… tendrás                                             UTILIDAD

…para que se alimenten                                  PROPÓSITO

En este proverbio, el padre le enseña a su hijo a tener cuidado con las posesiones materiales, esta es una forma de mostrar sabiduría. Debe tener claro de que las riquezas son fugaces y por ello hay que ser cuidadosos. Sin embargo, aunque nosotros seamos cuidadosos, dependemos de la providencia de Dios, en la ilustración del pastor y su rebaño, Dios es el que hace crecer la hierba para que la labor de pastoreo continúe.

Esta ilustración también era aplicada para los reyes, como en este caso, el hijo era un príncipe y debía de dedicarse al cuidado del pueblo y no asumir que el reino estaba ya dado. Aún así, su labor es bajo la providencia de Dios.

En la literatura del Antiguo Testamento, la ilustración también se aplica a la relación de Dios con su pueblo. Él como Dios del pacto cuida de su pueblo, su rebaño, y su pueblo muestra su adoración y obediencia a sus leyes, amando a Dios y al prójimo.

La labor de pastoreo incluía varias distinciones, entre ellas, saber que los corderos eran para producir lana, las hembras para tener crías y dar leche y los cabritos para venderlos y tener dinero para reinvertir, etc.

Así nosotros, mostramos sabiduría, cuando nos ocupamos de nuestros trabajos con diligencia y teniendo bien atendidos los detalles necesarios, aclarando que no podemos estar atentos a todos los detalles todo el tiempo, pero sí podemos 'fijarnos en lo que nos fijamos', es decir, tener ciertos parámetros o indicadores que nos sirvan de alertas para tomar las decisiones y acciones que correspondan, según la tarea de cada quien.

¡Fíjate en lo que te fijas!



miércoles, 10 de mayo de 2017

Salmo 27



Salmo 27: Salmo de David

1Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,
Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
Aunque un ejército acampe contra mí,
No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante guerra,
Yo estaré confiado.
Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
Me ocultará en lo reservado de su morada;
Sobre una roca me pondrá en alto.
Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,
Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo;
Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.
Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;
Ten misericordia de mí, y respóndeme.
Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.
Tu rostro buscaré, oh Jehová;
No escondas tu rostro de mí.
No apartes con ira a tu siervo;
Mi ayuda has sido.
No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.
10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.
11 Enséñame, oh Jehová, tu camino,
Y guíame por senda de rectitud
A causa de mis enemigos.
12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos;

Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová
En la tierra de los vivientes.
14 Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová.

Salmo 27

Introducción
Himnos del pacto
“La ignorancia o desprecio del Pacto mata el entender los Salmos; pero el reconocimiento del mismo te pone en la mano la clave de su conocimiento.”

“¡Yo me declaro vuestro Rey, Yo establezco un Pacto con vosotros y Yo levanto mi Morada en medio de vosotros!”

“El culto debería demostrar lealtad a su Aliado y Rey divino en toda su vida, pues el Señor otorgaría a su pueblo una vida buena en todos los sentidos.”

¡Vivir en el Pacto de Dios!
Acerca de esto enseña la Torá. A esto llamaban los Profetas; y de esto cantaban y se lamentaban los Salmos.

Resuena desde los Salmos el eco de la enseñanza de Moisés acerca de la demanda real y contractual del Señor en y sobre toda la vida de Israel.

¡Cuantísimo amaron los justos en Israel la Morada de Dios (tercer tema capital de la Torá)… y supieron llorar cuando no podían subir al templo.

No es un libro puramente religioso
¡Nunca leas los Salmos desligados de la historia de Israel, como la encuentras descrita en la Torá y en los libros de los Profetas! Aunque no puedas datar con precisión un salmo, jamás los leas como versículos generalmente religiosos. Considéralos siempre como reacciones inspiradas por el Espíritu de Dios. Primero como reacciones a palabras fundamentales de Dios, y a hechos escritos en la Torá, y, segundo, como reacciones a posteriores acciones de Dios con Israel en el período de los profetas.

Los justos
Ante el Señor, la justicia de los justos desemboca en el respeto amoroso que desplegaban por él. Su “temor del Señor”, manifestado desde su aversión a ídolos y comidas sacrificiales en los montes; y demostrado por su celo para observar la pureza y santidad que el Señor deseaba de su pueblo bajo el Pacto de Horeb.
Y ante los hombres, la justicia de los justos se manifestaba desde: su amor al prójimo, su respeto a la mujer de su prójimo, su derecho, su propiedad, su pan, sus vestidos, su dinero, su causa o pleito; en una palabra, en toda su vida.
Por consiguiente, hablando prácticamente, la justicia de los justos es una palabra sinónima de ese amor, tanto a Dios como a los hombres.
Como la justicia del justo indica fidelidad al pacto de Dios desde el lado humano, así la justicia de Dios significa fidelidad a ese Pacto desde el lado de Dios. Usándola para referirse a Dios, la justicia también puede ser otra palabra para significar: ayuda, demostración de amor y obra de misericordia.
También puedes recordar las bienaventuranzas de nuestro Salvador. En ellas habla acerca de los pobres de espíritu, los que lloran, los mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los de limpio corazón, los pacificadores, los que padecen persecución. Todas estas expresiones se refieren a la misma clase de personas, a saber, los justos.

Con esto no queremos afirmar, que todos los justos siempre viven todas las cosas en la misma medida.

Aquí abajo facilitamos un sumario de todas esas palabras y expresiones. Las tomamos de la versión Reina-Valera 1960:
Los rectos,
el oprimido,
el menesteroso,
el pueblo humilde,
el pobre,
el débil,
los rectos de corazón,
los piadosos,
los fieles,
los limpios,
la descendencia justa,
los santos,
los que son rectos de corazón,
los humildes,
el necesitado,
tu siervo,
los sencillos,
los buenos,
todos los que en ti se esconden,
quienes aman tu nombre,
quienes conocen tu nombre,
quienes te buscan,
aquellos que entre los perseguidores se
esconden en tu diestra,
todos los que te esperan,
quienes guardan su pacto y sus testimonios,
quienes aman tu salvación,
los que andan irreprensiblemente,
el hombre que confía en ti,
el hombre que teme al Señor,
el que se goza de corazón en sus
mandamientos,
quienes andan en la Ley (Thorá) del Señor,
los que guardan sus testimonios,
los que buscan de todo corazón,
quienes andan en sus caminos,
los pobres de Sión,
todos los que le aman,
los contritos de corazón,
los pobres en espíritu,
los mansos de la tierra,
los fieles en la tierra.
otros pueden poseer toda clase de riquezas, pero “el SEÑOR es mi heredad”, Dt. 10: 9, 18: 2.

El ani (menesteroso, se deriva, como palabra, de anah: ser encorvado, combo, desdichado)
De la misma raíz se deriva la palabra anaw (humilde). También ésta señala al pobre como un encorvado, tanto ante Dios como a los ojos de las gentes.

Pobreza, enfermedad, postergación, impugnación y opresión son naturalmente también fenómenos generalmente humanos. También paganos e incrédulos pueden hablar de ello. Pero estas cosas no fueron tratadas así en los salmos. En éstos, esas formas de sufrimiento están en una luz muy concreta. Cuando los salmistas se lamentaban de la pobreza, de la opresión de los blasfemos, de los mentirosos, de los opresores, de los hoyos y lazos, traen estos asuntos ante la presencia de Dios como dolor que, según lo expresó el Salvador, les sobrevenía por causa de la justicia.

Nuestro Salvador llamaría a esto: “llevar la cruz”. Llevar la cruz es sólo el dolor que soportamos “por causa de la justicia”, por causa de nuestra lealtad para con Dios y su causa, por amor de Cristo, “sin causa”, Sal. 25: 3, 44: 22, Ro. 8: 36. Todo el otro dolor o sufrimiento que tenemos en común con el mundo incrédulo, es consecuencia del pecado y castigo del mismo.

El Libro de los Salmos es el libro de los himnos de los justos sufrientes.

Cuando oímos de cristianos perseguidos, nos inclinamos a dolernos con ellos. Pero nuestro Salvador les felicitó. No a pesar de su persecución, sino porque eran perseguidos: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”, Mt. 5:10.

Característico de los justos es que, por lo que respecta a su propio derecho, encomendaban su causa, en apelación suprema, al SEÑOR, y oraban: “Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden”, Sal. 35:1.

El himnario del remanente

“Decid al justo que le irá bien, porque comerá del fruto de su trabajo (para él promesas de salvación). ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado” (para él anuncios de juicio), Isaías 3:10-11.


Los malos en los Salmos

Cuando en Israel un necio decía: “No hay Dios”, con ello negaba, que Dios ve y advierte y pide cuentas a los hombres.

Naturalmente que Dios existe, pero no se ocupa de nuestras prácticas, -decían. Por tanto, los impíos ciertamente no eran ateos.

Sí, a veces esos impíos incluso andaban por ahí hablando con la boca llena acerca del Pacto. Pues en el Salmo 50 también leemos esto: “Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, y que tomar mi pacto en tu boca?, v. 16.

Este retrato de los impíos adquiere rasgos aún más claros si después analizamos cómo la Torá y los Profetas hablan de ellos: exactamente igual que los Salmos; o para resumirlo con palabras de Pablo: “(Hombres) que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”, 2 Ti. 3: 5.

Eso señala también el apóstol Judas cuando escribe: “Porque algunos hombres han entrado (en la iglesia) encubiertamente, (...) hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo. (...). Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho”, Judas vs. 4 y 16.

La palabra rasj a proviene originalmente de la esfera de la justicia, y literalmente significa: el culpable.

Así el sadiq o justo que frente a Dios estaba (en pie) en su derecho, puesto que se atenía al Pacto de Dios, mientras que el rasj a o impío no lo hacía, y por eso venía a ser culpable ante Dios.

Asimismo, colocaremos revueltos todos estos sinónimos tomados de la versión Reina-Valera:
Los pecadores,
los transgresores,
los hacedores de injusticia,
los malos,
los malvados,
los malhechores,
los malignos,
los apóstatas,
los equivocados,
un pueblo sin virtud,
los enemigos de Jehová
los enemigos,
los adversarios,
los odiadores,
los necios,
los insensatos,
los sin razón,
los sin razón entre el pueblo,
los altivos,
los soberbios,
los temerarios,
la lengua fanfarrona,
los burladores,
los traidores,
los hipócritas,
los labios engañosos,
los habladores de mentira,
el embustero,
los sanguinarios,
el hombre de mentira e injusticia,
los violentos.


“Necio”, una palabra religiosa usada para designar a la persona cuya actitud de vida consiste en hacer en la vida diaria como si no existiese un Dios que se fija en ti. Tales israelitas y cristianos viven del pensamiento siguiente: -”Oh, eso lo olvida Dios”; o: -”Él no se fija en tales cosas”.


Pero todos somos pecadores.

No, la gran diferencia o antítesis entre justos e impíos en el pueblo de Dios no consiste en pecar o no pecar,
ni incluso en cometer alguna vez una profunda caída en pecado. Esta diferencia o contraste proviene de una actitud de vida rotundamente contraria a la relación con Dios y su Palabra. Expresiones como: malvado, maligno, apóstata, equivocado y malo, tampoco caracterizan a los impíos como alguien que diariamente cae en pecado, sino como quien vive constante- y deliberadamente en pecado. Los justos caen, a cada paso, en pecado -con gran pesar por su parte. Los impíos tienen como estilo de vida el menospreciar a Dios y su Palabra.



Salmo 1 – como clave para entender los Salmos

En la Torá descansa toda la Escritura. En la Torá descansa la parte segunda de la Escritura: los
Profetas. En la Torá descansa también la tercera parte de la Escritura: los Escritos, también llamados los Salmos. Por consiguiente, el Salmo 1 señala inmediatamente a la Torá.
Como enlace con lo precedente (Malaquías) y como introducción a la siguiente (todo el Libro de los Salmos y parte de los Escritos).

La primera palabra de la primera frase de este primer salmo ya nos hace saber, que las apariencias engañan. A pesar de sus sufrimientos, mejor puedes felicitar a los justos que tenerles conmiseración. A la luz de la Palabra de Dios, precisamente tienen buena suerte.

El Salmo 1 pinta el retrato de un israelita justo como alguien que medita día y noche” la Palabra de Dios. Pero también podemos traducir: que “lee susurrando suavemente”, que “dice para sí mismo” la Palabra de Dios. No es una persona que “se apresure a leer un trocito”; no, ella quiere retener lo leído y, para grabarlo bien en su memoria, lo lee para sí misma musitándolo o a media voz.

A primera vista, en Israel los pobres justos llevaban quizá vidas fracasadas, mientras que los impíos aparentemente obtenían los más grandes éxitos; pero, a los ojos de la fe, sólo en las vidas de los justos florecían hermosos frutos.

¿Por qué los justos, a pesar de todas las señales externas de lo contrario, son dignos de felicitación? Porque el SEÑOR conoce su camino.

¡el Dios a quien los salmistas oran, se quejan y aclaman es hasid!: misericordioso, leal! Su hesed (misericordia, fidelidad al Pacto, lealtad) es “tan alta como el cielo”, un Aliado cuya fidelidad “alcanza hasta las nubes”, Sal. 36: 5.

Salmo 2 – como segunda clave para entender los Salmos

Salmo 2 (“Y, a pesar de todo, ¡el Reino del SEÑOR y su mesías alcanzarán la victoria final!)



“Lo más valioso que los Salmos hacen por mí es expresar el mismo placer por Dios que consiguió que David bailara… destaca por ser algo sorprendentemente robusto, viril y espontáneo.” CS Lewis

“el poeta de Salmos no trazaba ninguna distinción entre “contemplar la belleza del Señor” y los actos del culto en sí mismo.” CS Lewis

“en lo que sí deseo insistir es en lo que creo que más necesitamos… la gloria y el placer en Dios que encontramos en los Salmos que… pueda estar relacionada con el Templo… Estos poetas conocían muchas menos razones que nosotros para amar a Dios. No sabían que Él les ofrecía la gloria eterna; y mucho menos que Él moriría para ganarla por ellos. Y aún así, ellos expresan un anhelo de Dios, de su mera presencia… desean vivir sus días en el Templo para poder ver constantemente “la belleza del Señor”… si nos falta ese encuentro con Él, sus almas languidecen como una tierra árida falta de agua… Yo llamaría a esto – apetito por Dios

“Es alegre y jocundo. Ellos están contentos y exultantes, sus dedos se mueren por tocar el arpa… Ruido podría bien decirse: La mera música no es suficiente… batan palmas… que haya címbalos sonoros, no solo bien afinados sino ruidosos y danzas también.”

“Yo encuentro una experiencia plenamente centrada en Dios, que no solicita de Él más que su presencia, el regalo que Él constituye, gozoso en grado máximo e inconfundiblemente real.