Serie: Evangelio de Marcos
Sesión 2 - Todo Vuelve (toda
hace ‘shub’) - Marcos 1:9-45
21 mayo 2017
José Luis García
Introducción
Empezamos a leer el evangelio de Marcos
y vimos que se nos presenta la llegada del Rey prometido, el mesías que trae el
reino de Dios.
En esta siguiente sección observaremos
qué es lo que sucede cuando el Mesías viene a salvarnos. Consideraremos como
trasfondo el mensaje de La Ley y Los profetas, en particular, el mensaje del
profeta Oseas, quien en su profecía describe esta salvación con dos analogías,
una la de la esposa infiel y la otra la del hijo rebelde y utiliza
repetidamente la palabra hebrea ‘shub’ que se refiere a volver, ya sea un
volver para acercarse como para alejarse.
Veremos que cuando viene el mesías, Dios
se vuelve al hombre, entonces todo vuelve, el hombre vuelve a Dios en
arrepentimiento y fe; la enfermedad, el pecado, los demonios, se vuelven y se
alejan. El hombre vuelve y sigue al Señor, le sirve y le suplica. Dios se
vuelve, aunque es el Altísimo, se digna a venir entre los hombres y se vuelve y
los ve con agrado en Cristo, les muestra su afecto, su compasión, su pacto, le
otorga sus enseñanzas y está ahora atento a sus oraciones en Cristo.
1. El Señor vuelve con gracia hacia el hombre. (Mr. 1:9-11)
9 Aconteció
en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 Y luego, cuando subía del agua, vio
abrirse los cielos, y al Espíritu como
paloma que descendía sobre él.
“merahefet” – Génesis 1:2; Deuteronomio 32:11
Expresa el máximo esmero, amor y afecto
El Espíritu de Dios “aletea” amorosamente sobre Su creación, se cierne
dulce y apasionadamente.
11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti
tengo complacencia.
Autenticación
de su ministerio al estilo profético. Enviado de Dios, con el poder de Dios y
el beneplácito de Dios.
El Señor
vuelve y se abren los cielos
El Señor
vuelve y revolotea sobre su iglesia
El Señor
vuelve y nos ve con agrado en Cristo
El Señor
vuelve y ahora volvemos a ser Ami y Ruhama [Su pueblo y objeto de su compasión]
El Señor
vuelve y hasta la creación se estremece de alboroto por la grande misericordia
de Dios.
Aunque Él
es el Altísimo y muy Santo, y Nosotros pecadores infieles [como Gomer] e hijos
rebeldes [como Efraín]
¡ÉL nos
vuelve a hablar con amor!
¡Él nos
atrae con cuerdas de amor!
Lo-ruhama
(Hija) = No compadecida
Lo-ammi
(Hijo) = No pueblo mío
La relación del pacto se acabó. (del pacto mosaico no del abrahámico)
Ya no son mi pueblo.
Ya no soy YO SOY para ustedes.
En
Cristo, Dios vuelve a ser YO SOY para Israel... pero no solo para Israel sino
también para todo el mundo.
YO SOY el
pan de
vida
Israel ya no tiene que pasar hambre
YO SOY la
luz del
mundo
Israel ya no tiene que estar en
tinieblas
YO SOY el
buen
pastor
Israel ya no tiene que andar como
ovejas sin pastor
YO SOY el
camino, la verdad y la vida Israel ya no tiene que andar
descarriado y engañado
YO SOY la
vid
verdadera
Israel puede tener sabia y dar fruto
para Dios
YO SOY la
resurrección y la vida Israel
ahora tiene vida
Sin
embargo, el capítulo 1 termina con una promesa de restauración, lo cual indica
que la muerte de Israel no es una aniquilación total.
La
palabra favorita, usada por Oseas es “shub” que quiere decir volver o regresar. Pero es una palabra muy flexible, en ocasiones significa rechazar o
dejar.
Se puede
trazar el uso de “shub” a través del libro para resumir su mensaje:
“Volvieron pero no al Altísimo” (7:16)
“y no se volvieron a Jehová” (7:10)
“porque
no se quisieron convertir”
(11:5)
“Entonces
dirá: Iré y me volveré a mi primer marido” (2:7)
“Andaré y volveré a mi lugar” (5:15)
“Por
tanto yo volveré y tomaré mi trigo... y mi vino... mi
lana y mi lino” (2:9)
“ellos volverán a Egipto” (8:13)
“volverá Efraín a Egipto” (9:3)
“ni volveré para destruir a Efraín” (11:9)
“los
amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos” (14:4)
“como ave acudirán velozmente de Egipto y de la tierra de
Asiria como paloma; y los haré habitar en sus casas” (11:11)
“volverán y se sentarán bajo su sombra” (14:7)
Israel shub a Baal en lugar de a Jehová, y
rechazar shub a Jehová aunque pretende hacerlo,
entonces Jehová shub a su lugar y los abandona y les
requiere que shub de sus pecados. Jehová shub y tomará su trigo, su vino, su lana y
su lino; y ellos shub a Egipto.
Pero no
todo está perdido, les ruega shub a Jehová y también Jehová shub a ellos. Jehová shub a su enojo, entonces Israel shub a sus hogares y volverán a habitar
bajo la protección de Dios y la tierra shub como jardín.
Capítulo
11
La
alegoría
Padre
rechazando a su hijo rebelde y lo quiere castigar.
Lo ama y
lo quiere cuidar.
Israel es
el hijo de Jehová. (Ex. 4)
Lo contradictorio
11:8 No
los quiere dejar pero la verdad es que Israel fue destruido.
11:8-9
Muestra el sufrimiento que este castigo le está causando a Dios.
Jesús les
llama a restablecer la relación, les dice que oren: “Padre nuestro” “Abba
Padre”
Jesús es
el clímax de la historia de Israel. “Emmanuel” = Dios con nosotros.
Aplicaciones
Nosotros
somos como Gomer, buscamos algo que satisfaga.
Él es lo
mejor que nos ha pasado.
Dios nos
encuentra cuando somos lo peor, y nos ama.
Dios es
quien comienza a amar, nosotros respondemos a él. Él sabe más de compasión que
nosotros.
Ama a
Dios y deja que él te dé la satisfacción que buscas. Él quiere darte la
satisfacción, no hay necesidad de buscar en otros lugares.
Hasta una
prostituta puede ser conquistada por Amor Comprometido.
El amor
extravagante y no merecido trae honra al amante.
El amor
extravagante pero rechazado trae ruina al amado.
Palabras
bellas del amor eterno: “Yo, todavía, soy tu Dios”
Llamado al
arrepentimiento y a creer en Cristo
Llamado a
Consagración
Llamado a Restauración
2. EL Señor
vuelve y vence La tentación (Mr. 1:12-13)
12 Y luego el Espíritu le impulsó al
desierto.13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por
Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.
El Mesías vence la tentación por nosotros.
Satanás
vino, Satanás es vencido. Las fieras vinieron. Los ángeles vinieron.
No
solo nos muestra cómo vencer la tentación, sino que la vence por nosotros y
ahora en él somos vencedores. En Cristo nos lleva de triunfo en triunfo.
3. El Señor
viene, predica y llama a los hombres (Mr. 1:14-20)
14 Después
que Juan fue encarcelado, Jesús vino a
Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se
ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. 16 Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar;
porque eran pescadores. 17 Y
les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.18 Y
dejando luego sus redes, le siguieron. 19 Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo,
y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las
redes. 20 Y luego los llamó; y
dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.
El Señor vino
El reino de Dios vino
El Señor viene y predica,
¡qué gran bendición!
La esencia de su
predicación: El reino de Dios, arrepentimiento y fe.
El Señor llama a otros,
que estaban pescando. Y éstos le siguen.
Nosotros somos ajenos al
sistema monárquico, incluso el concepto de soberanía nos parece ofensivo, como
que va en contra de la dignidad humana.
No nos gusta obedecer,
nos parece indignante.
-
Obedecer a los padres
-
Obedecer a los maridos
-
Obedecer a los
gobernantes
-
Obedecer a los pastores
Nos gustaría ser
autónomos, soberanos, no tener que rendir cuentas a nadie.
Los discípulos son
llamados con un propósito específico: llegar a ser pescadores de hombres.
Simón y Andrés vinieron. Jacobo
y Juan vinieron
4.
El Señor viene y enseña (Mr. 1:21-28)
21 Y
entraron en Capernaum; y los días de
reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba.
22 Y
se
admiraban de su doctrina; porque les enseñaba
como quien tiene autoridad, y no como los escribas. 23 Pero había
en la sinagoga de ellos un hombre con
espíritu inmundo,
que
dio voces, 24 diciendo:
!!Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. 25 Pero Jesús le reprendió, diciendo:
!!Cállate, y sal de él! 26 Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con
violencia, y clamando a gran voz, salió
de él. 27 Y todos se asombraron, de tal manera que
discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que
con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? 28 Y muy
pronto se difundió su fama por toda
la provincia alrededor de Galilea.
Uno de los castigos, profetizados por
Amós, por abandonar al Señor y no obedecer Su Palabra, es que iban a estar
“sedientos” de la Palabra de Dios y la iban a buscar como errantes, pero no la
iban a encontrar.
11 He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los
cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de
oír la palabra de Jehová.
12 E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta
el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán. (Amós
8:11-12)
La bendición, cuando viene el Señor, es
que Él mismo vuelve a enseñarles.
Tener enseñanza bíblica, es una
bendición que viene con la restauración de Dios.
Isaías dijo: ‘tus ojos mirarán a tus
maestros’ (Isaías 30:20)
Cristo, luego sube a lo alto y reparte
dones a su iglesia… maestros…
Y cuando el hombre deja al Señor y Su
Palabra… su juicio es tener que escuchar a habladores de mitos, charlatanes.
5.
El Señor viene, sana al hombre y este le sirve (Mr. 1:29-31)
29 Al
salir de la sinagoga, vinieron a
casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. 30 Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y
en seguida le hablaron de ella. 31 Entonces
él
se acercó, y la tomó de
la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella
les servía.
El Señor se acerca a casa.
El Señor se acerca al enfermo.
La enfermedad se va.
El sanado sirve al Señor.
Esta es otra bendición de la
restauración, que ¡ahora podemos servir al Señor!
Somos creados en Cristo Jesús para
buenas obras.
Ahora son gratas al Señor nuestras
pequeñas y débiles muestras de servicio.
‘Tú eres mi siervo’ – te escogí y no te
deseché
6.
El Señor viene a las multitudes enfermas (Mr. 1:32-34)
32 Cuando
llegó la noche, luego que el sol se puso, le
trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; 33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta. 34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de
diversas enfermedades, y echó fuera
muchos demonios; y no dejaba hablar
a los demonios, porque le conocían.
Las
enfermedades se van. EL Señor sana, YHWH Rafá.
Los
demonios se van
El
Señor viene a su pueblo
El
pueblo viene a su Señor
7. El Señor viene
y restaura la oración (Mr. 1:35-38)
35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí
oraba. 36 Y le buscó Simón, y los
que con él estaban; 37 y hallándole, le dijeron:
Todos te buscan.
38 Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también
allí; porque para esto he venido.
El Señor viene y ora
Dios escucha la oración de su pueblo restaurado
Su oído está atento.
En Cristo tenemos acceso para orar al Padre.
8. El Señor viene
y nos limpia (Mr. 1:39-45)
39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. 40 Vino
a él
un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo:
Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo
misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y
así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. 43 Entonces
le encargó rigurosamente, y le despidió luego, 44 y le
dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece
por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. 45 Pero ido él,
comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de
manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se
quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.
El Señor
viene y limpia
La
restauración incluye limpieza de los pecados
Santificación
Cristo nos
santifica, nos lava de toda nuestra inmundicia
Marcos lo
presenta como el Señor que viene, ve y vence.
Nada lo
detiene, nada frustra su misión
Nada le
presenta un obstáculo
Veni, vidi, vici es una expresión en lengua
latina que traduce ‘vine, vi, vencí’, pues son
los verbos latinos venīre,(venir) vidēre (ver)y vincĕre (vencer)
conjugados en primera persona de pretérito perfecto simple.
Es
célebre porque fue usada por el general y cónsul romano Julio
César en el año 47 a. de C. luego de una importante victoria
militar para la República Romana. Según Suetonio y Plutarco, Julio César
la utilizó al dirigirse al Senado Romano para describir su victoria breve y
rápida sobre Farnaces II, rey del Ponto, en la batalla de la ciudad
de Zela, hoy día ubicada en territorio turco.
Esta frase, a la par de proclamar la
totalidad de la victoria de Julio César, tenía como intención recordar al
senado su destreza militar, puesto que se encontraba enfrentado a Pompeyo en
una guerra civil dentro de Roma.
De allí que otros especulen que el
comentario de Julio César fue una expresión de menosprecio y desdén hacia el
senado, dominado por patricios, clase muy poderosa dentro de la República
Romana y aliada de Pompeyo.
Actualmente, se utiliza habitualmente para significar la visión y rapidez para
cosechar un éxito en cualquier clase de empresa o propósito. De
hecho, es muy usada en el mundo empresarial y de los negocios, en el área
jurídica y en las competiciones deportivas para referirse a esta forma de
afrontar los retos.
Existen también variaciones de esta
frase citadas a menudo en la literatura, en la música, en el arte y en el cine.
Este es un mesías que vence la
tentación, enseña, se acerca, ora e intercede por nosotros, nos atiende y
aunque sea muy de mañana se va a orar e interceder, ve a Dios cara a cara y
luego nos trae su palabra y su bendición, nos revela su gloria. Es un mesías que
reprende a las enfermedades y demonios, nosotros no tenemos ni podemos lidiar
con eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario