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jueves, 7 de febrero de 2013

La experiencia de Jacob en Betel (Génesis 28:10-22)


La experiencia de Jacob en Betel
“Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía.” Gé. 28:16

Cuando Jacob huía de su hermano Esaú, después de haberle “ganado” la bendición de su padre, tendría una experiencia personal con Dios, quien hasta ese entonces era solo el Dios de Abraham y el Dios de Isaac. A partir de este momento, su relación con Dios cambiaría.

En Betel Dios se le revela por medio de un sueño y le da seguridad con sus palabras:
  1. “Yo estoy contigo”                              – Presencia divina
  2. “te guardaré”                                       – Protección divina
  3. “volveré a traerte a esta tierra”             – Preservación divina
  4. “no te dejaré hasta que haya hecho      – Promesa divina
      lo que te he dicho”

Por su parte, Jacob responde a Dios con:
  1. Adoración                                           - Derrama aceite sobre una piedra
  2. Un recordatorio (o dos)                       - Levanta una piedra, le pone nombre al lugar
  3. Un voto                                              - Fidelidad (casa de Dios, diezmos)

Jacob había salido huyendo del hogar, sin bienes, sin esposa y sin hijos; pasados los años lo vemos regresar con abundantes bienes, ganados, esposas e hijos. Salió huyendo con temor, y lo vemos regresar en paz y protegido por Dios. Dios le trae de nuevo a Betel para que pueda cumplir con su voto, no sin antes irlo transformando con su gracia maravillosa.

Esta historia es escrita por Moisés, para que los hijos de Israel, quienes están ahora por entrar a la tierra prometida, sepan lo que se espera de ellos y les quede muy claro que Dios les ha guardado y preservado para que ahora regresen a Betel, el lugar de adoración a Dios.

Ellos debían responder a Dios en fe, temerle, adorarle, ofrendarle, jurarle fidelidad y levantar recordatorios para adoradores futuros. El acontecimiento de Betel fue el arquetipo de la adoración de Israel.

Nosotros también hemos de considerar la presencia de Dios en nuestras vidas y responder a él de la misma manera.

Diezmar es un acto de adoración por medio del cual
una persona acepta que todas sus posesiones pertenecen a Dios.

Notemos que el diezmo es dado a Dios, aún antes de que existieran los levitas y sacerdotes, aún antes que hubiera un templo que mantener. La razón de nuestro diezmo es la adoración a Dios, en primer lugar. Claro que es utilizado por Dios para suplir necesidades correspondientes al extendimiento de su reino, pero la motivación principal, es la adoración a Dios, al ser consientes de su presencia, su magnificencia, su misericordia, su provisión y protección. 

2 comentarios:

  1. Interesante lo del diezmo cuán importante es , lo dice la palabra de Dios

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  2. Soy discipulado y estoy estudiando su palabra para mayor conocimiento y servirle con excelencia; hoy estoy leyendo sobre la experiencia de jacob al dejar todo para seguir ha DIOS y dios le multiplicó por su obediencia.. hermosa historia..🙌

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