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sábado, 17 de diciembre de 2011

Amarás a tu prójimo - 4

"Amarás a tu prójimo..." Lv. 19:18

El amor se da en la cercanía, no en la algomeración.
El que dice "yo amo a todo el mundo... mundo, aquí te va mi corazón.... yo los quiero a todos.", en realidad se está escondiendo en la multitud y evitando el verdadero amor sacrificial que implican las relaciones interpersonales.

El mandamiento se trata de amar a TU prójimo, no de amar a todo el mundo. Es algo personal y cercano, y que requiere no solo de sentimientos, sino además de compromiso, voluntad, razonamiento, sacrificio.

No hay que voltear a ver a otro lado, mí prójimo está ahí, cercano. no hagamos como aquel que "...queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?"  (Lucas 10:29)

Amarás a tu prójimo - 3

"... razonarás con tu prójimo..." Lv. 19:17

Amar al prójimo incluye una dimensión intelectual, razonar con él.
No todo es sentimental, existen ocasiones en que es necesario tener un diálogo donde se pueda reestablecer la relación y tratar de manera adulta con algún conflicto o diferencia, eso es amor.

Este mandamiento es contrario al espíritu de nuestra época de relaciones frágiles, donde todos son amigos hasta nuevo aviso. Donde las relaciones se rompen y una de las partes no acepta ni siquiera el diálogo más sencillo. Donde las personas se esconden valorando "la paz personal". Y al referirme a la paz personal, estoy haciendo alusión a ese horrible valor donde todo lo que importa es que no me hagan sentir mal, que yo esté en paz y que lleva a las personas a aislarse de los demás, no meterse en las vidas de otros, a que no les importe nada ni nadie, solo su "paz personal". Ese tipo de paz, hace que no se desee razonar con el prójimo.


Pero el mandamiento de Dios es claro, "razonarás con tu prójimo", eso demuestra que lo amas. Que estás dispuesto, de manera adulta, a dialogar para llegar no a una "paz personal", sino a estar en paz con tu hermano, a una paz corporativa.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Amarás a tu prójimo - 2

¿Quién da este mandamiento?
Por que  uno recibe órdenes de muchas fuentes, pero, dependiendo de quién venga es la manera en que se considera la orden. Si es algo opcional, o algo que podemos ignorar o si es algo realmente serio y necesario atender con prontitud y responsabilidad.

"...amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová." (Levítico 19:18)

Quien da este mandamiento es Dios mismo.

Bueno, pero alguno podrá decir por el contexto del pasaje, que este mandamiento se dió solo para el pueblo de Israel. "Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a toda la congregación de los hijos de Israel..." (Lv. 19:1-2)

Sin embargo, este mismo mandamiento es ratificado en el Nuevo Testamento por el Señor Jesucristo, quien nos mandó amar al prójimo. El apóstol Pablo también les escribió a los hermanos de la iglesia en Roma, que toda la ley se cumple en amar al prójimo. Santiago escribió que la ley real se cumple al amar al prójimo. El apóstol Pedro escribe a los creyentes sobre el amor fraternal y Juan, sobre andar en amor, manifestando así que amamos al Padre y a su Hijo Jesucristo.

Vemos, pues, que este mandamiento no es esclusivo para el pueblo de Israel, sino para todo el pueblo de Dios en todas las edades.

Y este mandamiento, refleja también el carácter mismo de Dios. En este mandamiento podemos ver lo que Dios aprecia y cómo es que él considera que la cosas debieran de ser. Este mandamiento revela su amor y su santidad.

Siete sellos, siete trompetas y siete copas - Apocalipsis

"...Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados... Si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados... y os heriré aún siete veces por vuestros pecados... y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados..." (Levítico 26:18, 21, 24, 28)

El propósito de Dios al enviar sus juicios, es que el hombre se arrepienta y se vuelva a él.
Unos salen de la tribulación, por medio de la muerte y se presentan delante del Padre y del Hijo, adorándoles por la salvación.

Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero... Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. (Ap. 7:9, 10, 14)

Otros en cambio, persisten en sus pecados y no dan gloria a Dios.

Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.(Ap. 9:20-21)

Satanás: Con sed de ser adorado. Ap. 13

"...y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?"

"...Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase."

Satanás está sediento de adoración que hará todo lo necesario para obtenerla. Los hombres que no adoran a Cristo, serán engañados por él, amenazados e impedidos para realizar operaciones comerciales a menos que le adoren.

¡¿Y él es quien acusaba a Dios, de que sus seguidores no le adoraban de balde?!

"¡Oh Jehová, Señor nuestro,
    Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!

El trono de la bestia - Ap. 16

"El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas..."

Aún el trono de la bestia está bajo el juicio de Dios.
Aunque tiene un trono y establece un reino, el anticristo no es soberano.


El reino y el imperio pertenecen AL QUE ESTA SENTADO EN EL TRONO Y AL CORDERO.

martes, 13 de diciembre de 2011

El dragón frustrado - Apocalipsis 12

Apocalipsis nos muestra a Satanás como un dragón furioso, pero que no gana una.

"Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese..." PERO "...su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono"

"Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles" PERO "...no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado"

Y a los que parecía que el dragón había derrotado, por haberles dado muerte, resulta que se encuentran celebrando.

"Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte."

Luego, "el dragón... persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón." PERO "... se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto"

Entonces, el dragón "...arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río." PERO "...la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca"

"Entonces el dragón se llenó de ira" 

En contraste, Cristo es el Alfa y la Omega... y su plan eterno no será frustrado por nada ni nadie.
Él es soberano y se las sabe de todas, todas.
El viene otra vez a reinar.

"El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está."

lunes, 12 de diciembre de 2011

Amarás a tu prójimo como a ti mismo


Amarás
     a tu prójimo
     como (te amas)
                     a ti mismo.
(Levítico 19)

Amarás
- Verbo en modo imperativo indicando un mandamiento.
- Es ordenado por alguien
- Es ordenado a alguien
- Refleja el carácter de la persona que da la orden.
- Quien recibe la orden ha de estar capacitado para obedecerla.
- Es ordenado, deseado... posible.
- Esta en tiempo futuro, expresando progresión en el tiempo... a partir de un determinado momento en tu vida: amarás y continuarás amando.
- Es singular, personal.

A tu prójimo
- El amar tiene un objeto (o mejor, sujeto) determinado, personal y posesivo.
- El objeto es singular
- El amor no se da en la aglomeración, sino en la cercanía.

Como (te amas) a ti mismo
- El amar al prójimo tiene un parámetro de comparación real, presente y conocido.
- El amar tiene un parámetro de comparación concreto.
- El amar puede ser reflexivo y transitivo.

Del contexto
- El mandamiento esta relacionado con la santidad corporativa.
- El mandamiento tiene que ver con acciones concretas, así como palabras y sentimientos.
- El mandamiento tiene que ver con la justicia.
- Este tipo de santidad empieza desde el hogar.
- El mandamiento tiene que ver con Dios.