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domingo, 26 de enero de 2020
viernes, 24 de enero de 2020
Del librero: Súper Ocupados - Kevin Deyoung
Súper Ocupados
Un libro
(misericordiosamente) pequeño sobre un problema (sumamente) grande
Kevin
Deyoung
En este libro Kevin
Deyoung tiene como objetivo, exponer tres peligros derivados de estar súper
ocupados, los cuales son de carácter espiritual; ofrece luego siete
diagnósticos y termina presentando una cosa que hacer:
Parte Introductoria
Capítulo 1: Hola, me
llamo Ocupado
Los Peligros
Capítulo 2: Una cosa
lleva a otra: Tres peligros que evitar
Los Diagnósticos
Capítulo 3: Un villano
con mil caras. Diagnóstico N°1: Estas rodeado de muchas manifestaciones de
orgullo
Capítulo 4: El terror
de la obligación total. Diagnóstico N°2: Estas intentando hacer lo que Dios no
espera que hagas
Capítulo 5: La
verdadera misión. Diagnóstico N°3: No puedes servir a otros sin establecer
prioridades
Capítulo 6: Una cruel
kindergarquía: Diagnóstico N°4: Necesitas dejar de volverte loco con tus hijos
Capítulo 7: Lo profundo
llama a lo profundo. Diagnóstico N°5: Estas dejando que la pantalla estrangule
tu alma
Capítulo 8: El ritmo
bíblico. Diagnóstico N°6: Es mejor darte un descanso que darte un golpe
Capítulo 9: Fuimos
creados para estar ocupados. Diagnóstico N°7: Sufres más porque no esperas
sufrir en absoluto
Lo que hay que hacer
Capítulo 10: Lo que sí
debes hacer
Guía de estudio
Este no es un libro más sobre
administración del tiempo. Lo que presenta Kevin es una perspectiva bíblica de
la vida súper ocupada desde una visión de un citadino norteamericano, que tiene
mucho de similitud con la vida de un citadino de la mayoría de las ciudades
mexicanas, al menos en Monterrey nos sentiremos muy identificados.
En la primera sección solo
introduce una descripción de la situación actual, de la vida ajetreada de las
personas en una ciudad; incluyendo algunas confesiones y ejemplos personales. Y
declara su propósito para el libro: Querer entender qué está pasando y cómo se
puede cambiar.
En la segunda sección, entra ya a
trata el tema en sí, y presenta tres peligros importantes. Estos peligros son
de tipo espiritual, aunque hay muchas consecuencias físicas de llevar un ritmo
de vida frenético, las más serias son espirituales.
En la tercera sección, mostrará siete
diagnósticos generales, con una exposición clara y bíblica, que nos ayudará a
auto-analizarnos para tratar de descubrir la raíz del problema en lo personal.
Y en el último capítulo, concluirá
con una cosa que sí debemos hacer; algo que debe ser nuestra principal
ocupación.
Al final, el libro incluye una guía
de estudio, con una serie de preguntas por capítulo, ideal para dirigir un grupo
de estudio o un club de lectura.
El trato que da al tema es bíblico,
claro y pertinente; además de presentarlo de manera concisa. Usted no
desperdiciará su tiempo al leerlo, sino que, al contrario, será bendecido y si
lo toma en un grupo de estudio, sin lugar a dudas que será enriquecedor.
Es totalmente recomendable para
estudio personal, para grupos de discipulado, incluso lo quede usar en algún
grupo en pequeño para luego presentar el evangelio a amigos o familiares.
Si usted es maestro, incluso lo
puede hacer más compacto y tratar todo el libro en cinco sesiones, la primera
con dos capítulos donde introduzca el tema y presente los tres peligros. En las
sesiones 2, 3 y 4, puede sintetizar los siete diagnósticos. Y en la quinta
sesión, puede tratar el último capítulo, sobre lo que sí debemos hacer.
El tema será de bendición a su vida
y a los hermanos de su iglesia, independientemente si se trata de hombres de
negocios, estudiantes, amas de casa o pastores.
José Luis García Antonio
Enero,
2020
Algunas
frases
Cuando estamos súper ocupados, ponemos en peligro nuestra alma.
Para la mayoría de nosotros, no es la herejía o la apostasía lo que desviará nuestra profesión de fe. Son todas las preocupaciones de la vida.
Editorial Portavoz: https://www.portavoz.com/vida-cristiana/super-ocupados/
Librería Gandhi: https://www.gandhi.com.mx/super-ocupados
domingo, 19 de enero de 2020
domingo, 12 de enero de 2020
domingo, 5 de enero de 2020
Regocijarse en el Señor - Filipenses 4
Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
“…para que el mundo crea.” Juan 17:20-23
Enero 5, 2020
Regocíjense en el Señor
MD José Luis García
Antonio
Propósito
Exhortación a
regocijarse en el Señor en medio de las relaciones interpersonales en la
iglesia.
Exhortación a
regocijarse en el Señor en medio de las dificultades de la vida.
En ambas
situaciones, la gracia del Señor es suficiente.
Introducción
Antes de iniciar
este último mensaje sobre la epístola a los filipenses, quisiera resaltar:
La supremacía de
Cristo (Buscar la gloria de Dios)
No quiero que, por
meterme en algunos detalles, de pronto perdamos este énfasis en la epístola.
Cristo es exaltado por sobre todas las cosas, y como dice John Piper, esta debe
ser nuestra pasión número uno: Una pasión por la supremacía de Cristo.
Notemos algunos
versículos para sustentar este énfasis:
- ·
Porque
para mí el vivir es Cristo…
- ·
…ahora
también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.
- ·
…Dios
también le exaltó hasta lo sumo…
- ·
…por la
obra de Cristo estuvo próximo a la muerte…
- ·
…las he
estimado como pérdida por amor de Cristo…
- ·
…por la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús…
- ·
…para
ganar a Cristo.
- ·
…al
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús…
- ·
Esten
firmes en el Señor
- ·
Tengan
un mismo sentir en el Señor
- ·
Regocíjense
en el Señor
- ·
Fortalecidos
por el Señor
- ·
Guardados
en el Señor
- ·
Enriquecidos
en el Señor
- ·
Saludarse
en el Señor
Es evidente la centralidad y la supremacía del Señor en toda la epístola
y en todas las exhortaciones.
El gozo en el Señor
(Buscar nuestra felicidad)
La segunda pasión, según Piper, es la de el gozo en el Señor, lo cual es
también evidente, sobre todo en los versículos donde dice que quiere GANAR a
Cristo, no quiere perder. Quiere el premio, y al buscarlo, glorifica a Dios.
La tercera pasión, es la de la SANTIDAD, la cual se ve en toda a
epístola en los llamados a ser fructíferos en justicia y santidad; a ser luz en
medio de una generación maligna; pero en especial en los llamados al amor, la
reconciliación entre los hermanos, la búsqueda del bien del otro, incluso en
los saludos que se envían.
El gozo en el Señor y el gozo en los hermanos (4:1-9, 21-22)
1.
Lectura
Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía,
estad así firmes
en el Señor, amados.
2 Ruego a Evodia y a Síntique,
que sean de un mismo sentir en el Señor.
3 Asimismo te ruego también a ti,
compañero fiel,
que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio,
con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el
libro de la vida.
4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!
5 Vuestra gentileza sea conocida de
todos los hombres.
El Señor está cerca.
6 Por nada estéis afanosos, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús.
8 Por lo demás, hermanos,
todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo
digno de alabanza, en esto
pensad.
9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis
y visteis en mí,
esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
2.
Las relaciones interpersonales – los conflictos y
los dos ruegos
Al
parecer existía un conflicto en la iglesia de los filipenses.
La
aversión a las diferencias y la tendencia a ignorarlas o rehuir al
enfrentamiento.
Algunos,
hasta ven esto como que el apóstol Pablo está exhibiendo a estas mujeres, ven
la mención como deshonrosa. Pero esto es por nuestra propensión a ocultar los
conflictos, “meter la cabeza en un hoyo” y hacer como que no los vemos.
Pero,
esto no es deshonroso, sino al contrario. Manifiesta lo importante que es la
comunión entre hermanos, cuánto se valora y cómo se está dispuesto a trabajar
por la paz.
El
amor líquido.
La
vida del religioso, víctima y victimario, la expulsión – la muerte.
“el horror a ser
excluido. Saturada de muertes metafóricas como está, la vida moderna líquida es
una vida de eterna sospecha y vigilancia incansable.” Bauman
Los
dos ruegos:
·
que
sean de un mismo sentir en el Señor
·
que
ayudes
El
individualismo y la reticencia a “meterse” en los problemas de otros.
Bienaventurados
los pacificadores.
3.
Las relaciones interpersonales – la importancia de
la reconciliación
¿qué
tan importante era la reconciliación de estas dos mujeres?
¿Se
podía haber omitido en la carta?
¿era
solo la voluntad de un anciano sentenciado a muerte, que quería dejar a todos
en paz?
Notemos
la relación que existe entre las relaciones interpersonales de los creyentes y
el Evangelio.
·
a éstas
que combatieron juntamente conmigo en el evangelio
·
cuyos
nombres están en el libro de la vida
·
Vuestra
gentileza sea conocida
·
El
Señor está cerca
Hay
una estrecha relación entre el Evangelio de la reconciliación por medio de la
sangre de Cristo y la reconciliación en las relaciones interpersonales de los
creyentes.
La
reconciliación es combatir por el Evangelio.
La
reconciliación es posible dada su reconciliación con Dios – hasta puesta por
escrito en el cielo.
La
reconciliación manifiesta la gentileza del creyente ante los demás.
La
reconciliación es necesaria dada la inminente venida de Cristo.
Aquel
que se delita en Dios, puede luego, gozarse en los hermanos.
Aquel
que no puede gozarse con los hermanos, ha perdido su deleite en Dios y sigue
una religión individualista centrada en el hombre y sus deseos. Similar a los
enemigos de la cruz de Cristo.
21 Saludad a todos los santos en
Cristo Jesús.
Los hermanos que están conmigo os
saludan.
22 Todos los santos os saludan,
y especialmente los de la casa de César.
¿Por
qué tanta insistencia en saludarse?
Enviar
saludo es enviar su amor a otros. Y esa es la manifestación de la fe verdadera.
Esa es la manifestación de la fe justificadora. Esa es la manifestación de un
alma que se deleita en Dios.
El gozo en el Señor en medio de la escasez (4:10-20)
1.
Lectura
10 En gran manera me gocé en el Señor de que
ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais
solícitos, pero os faltaba la oportunidad.
11 No lo digo porque tenga escasez, pues he
aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como para padecer necesidad.
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
14 Sin embargo,
bien hicisteis en
participar conmigo en mi tribulación.
15 Y sabéis también vosotros, oh filipenses,
que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia,
ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros
solos;
16 pues aún a Tesalónica me enviasteis una
y otra vez para mis necesidades.
17 No es que busque dádivas,
sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.
18 Pero
todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido
de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto,
agradable a Dios.
19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os
falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
20 Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los
siglos de los siglos. Amén.
2.
El gozo en el Señor por las ofrendas recibidas
El
apóstol agradece las ofrendas recibidas en medio de sus tiempos de escasez.
Manifiesta
gozo en el Señor, pues la ayuda viene de la buena mano de Dios por medio de los
filipenses.
3.
El gozo por el poder del Señor
El
apóstol ha aprendido a gozarse en el Señor en medio de las dificultades y en la
fortaleza de Cristo.
4.
El gozo por el fruto en la vida de otros
El
apóstol se goza en el Señor y en los hermanos, pues las ofrendas que le
enviaron son muestra de fruto espiritual en sus vidas.
No
busca dádivas, sino fruto.
Esto
es manifestación de la centralidad de Cristo en sus vidas. Se gozan en el
Señor, se deleitan en él, y por eso le sirven y ofrendan.
La
ofrenda ha de ser por gozo en el Señor.
El
Señor tampoco busca dádivas, ni empleados… él es Señor de todo.
No
necesita de nada ni de nadie, al contrario, él es el que da aliento y vida y
todas las cosas a todos. Por él existimos.
Nosotros
somos los necesitados, él es rico.
Él
es quien nos suplirá conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Por
eso, esta sección termina con una doxología.
Ante
él, no solo Pablo es un necesitado, sino todos nosotros somos necesitados.
Solo
él es glorioso, todo suficiente.
Él
es Supremo.
23 La gracia de nuestro
Señor Jesucristo sea con todos vosotros.
Amén.
Vivimos por
gracia.
Su gracia es
suficiente para moldearnos y hacernos vivir en amor.
Su gracia es
suficiente para nuestras tribulaciones.
Su trono de
gracia está accesible para que acudamos en oración.
Su gracia
nos transforma.
Vivimos, sabiendo
que para cada situación que enfrentemos, la gracia del Señor nos sostendrá.
Habrá gracia para exaltar a Cristo en cada situación.
Habrá gracia
en Cristo para ayudarnos en la escasez.
Habrá gracia
del Señor que nos llevará a servirle, a amarle, a huir de la tentación, a
ofrendar.
Y un día,
estaremos con él, por su gracia maravillosa.
Amén.
martes, 31 de diciembre de 2019
El malo caerá - Jueces 5:27
“a sus pies se desplomó, cayó, durmió,
a sus pies se desplomó, cayó;
donde se desplomó, allí cayó, deshecho.”
Jueces 5:27
Después de 20 años de oprimir cruelmente al pueblo de
Israel, el poderoso general Sísara, cae muerto por una mujer. Es humillado, cae
a los pies de Jael.
Poéticamente en el canto, la escena es repetida en
paralelismo enfatizando su humillación, porque debemos saber que el hombre malo
no se saldrá para siempre con la suya, el malvado, el asesino, el violador, el
estafador, no tiene la última palabra.
Llegará un día, en que será quebrantado y tendrá que rendir
cuentas ante el juez justo de toda la tierra. Un día, el opresor cae.
Dios es el que tiene la última palabra. La salvación es del
Señor.
¡Suéltate la cabellera! Jueces 5:2
“Cuando Israel se suelta la cabellera, cuando el pueblo se ofrece voluntario, ¡bendecid a Yahvé!” Jueces 5:2
El cántico celebra la victoria del pueblo de Israel sobre
Sísara y sus 900 carros de combate, quienes les habían oprimido cruelmente
durante 20 años.
Y resalta la participación voluntaria del pueblo, en una
batalla desigual, pero que por la intervención divina ganan, son liberados y
tienen 40 años de paz.
El cántico celebra al Señor por haber cambiado la voluntad
del pueblo para que se ofrecieran voluntariamente, se pusieron al frente de
batalla, se consagraron para el Señor. En hebreo, la imagen que presenta estas
palabras es la de “soltarse la cabellera”, es decir, consagrarse al Señor para la
batalla, ser valientes y sacar su lado determinado, resuelto y con agallas.
La situación lo ameritaba. Habían abandonado al Señor y
ahora debían consagrarse a él, volver al Señor del Pacto.
Nosotros tenemos algunas frases similares, por ejemplo,
cuando alguna acción no requiere de mucho esfuerzo, decimos que la realizamos “sin
despeinarnos”. Y sí, en muchas ocasiones, no se requiere de mucho esfuerzo de
nuestra parte. Pero existen otras ocasiones, en que es puesta a prueba nuestra
valentía.
La obra del Señor requiere que nos “soltemos la cabellera”.
Seguro que habrá en el 2020 muchas ocasiones en que enfrentemos “batallas”
personales, familiares, de salud, financieras, etc. Que requerirán de nosotros
valentía. Pero, quiero dirigir nuestro pensamiento a la obra del Señor y su
reino.
No debemos ser indiferentes, o ver solo por lo propio, como
nos incita la filosofía de vida de esta generación. Sino ver por Cristo y por
su reino. Que haya en nosotros el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús.
Mi llamado es a que este 2020 te “sueltes la cabellera” por
Cristo y por su reino.
¡Load a Jehová!
domingo, 29 de diciembre de 2019
Poema de Batalla - Jueces 5
Cántico de Débora y Barac
Jueces 5
Serie: Poemas de Redención
José Luis García
IBUC
domingo, 22 de diciembre de 2019
La adoración de los sabios - Mateo 2:1-11
Diez características de la adoración de los Sabios a
Jesús
1.
Reconocieron inmediatamente la luz de Dios cuando esta resplandeció. vs. 2
2. Fueron
receptivos al Espíritu Santo. 2 Cor. 3:6
3. Creyeron
lo poco que sabían de Él. vs. 2
4. Buscaron
verdaderamente de todo corazón (Jer. 29:13)
5. Gozo
inmenso le precede vs.10
6. Este
mismo versículo implica gran interés
7. Fue muy
expresiva. Se da la idea de caer, postrarse y besar los pies o el dobladillo de
las vestiduras. vs.11
8. Hay un
encuentro con el niño. vs. 11
9. Es
únicamente a Jesús. vs.11
10. Hay una
ofrenda como elemento implícito, no como añadidura. vs.11
martes, 17 de diciembre de 2019
¿Debemos Celebrar la Navidad? - Emanuel Elizondo
¿Debemos
Celebrar la Navidad?
Por estas fechas, cada año, escucho
de algunos Cristianos que no celebran la Navidad, o algunos aspectos que culturalmente
asociamos con la Navidad, como las luces, el pinito, Santa Claus y los regalos.
Quisiera dar algunas razones por las cuales yo sí celebro la Navidad, algunos
aspectos que no me gustan o no celebro, y una palabra para aquellos que no la
celebran.
¿Qué es la Navidad?
Es importante tener una definición de
lo que es la Navidad. Navidad viene del latín nativitas, [1] que quiere decir
“nacimiento”. Así que, básicamente, la Navidad es la celebración de la
encarnación; es decir el nacimiento del Dios hecho Hombre, nuestro Señor
Jesucristo. En la Navidad se celebra algo que ninguna otra religión alega: que
Dios se hizo carne con el propósito de salvar a sus criaturas de su pecado y su
destino, el infierno.
Esa es, entonces—idealmente—la razón
por la cual existe la Navidad. No son los regalos, ni las luces, ni el pinito,
ni dar amor. Principalmente es una celebración. Es una fiesta de cumpleaños.
Sin embargo, muchos alegan que no
debemos celebrar la Navidad. Me parece interesante que la mayoría de las
personas que proponen esto no son ateos o personas de otra religión (ellos
simplemente ignoran la razón y disfrutan de la época), sino Cristianos,
normalmente conservadores, y con buenas intenciones. Una de las principales
alegaciones es que no sabemos si Cristo nació el 25 de diciembre, y que más
bien ésta es una celebración Católica con orígenes paganos que no tienen nada que
ver con el deseo Cristiano-Protestante de ser regulados solamente por la
Palabra de Dios. Démosle, entonces, un vistazo al origen de esta celebración.
El Origen de la Navidad[2]
Dejemos en claro algo: la Biblia no
dice cuando nació Jesucristo. La mayoría de los teólogos hoy en día están de
acuerdo que muy probablemente Cristo no nació el 25 de diciembre, y no voy a
discutir las fechas que se proponen porque al final es hacer lo mismo, tratar
de poner una fecha cuando simplemente no sabemos.
El registro histórico muestra que la
primera persona en asociar el 25 de diciembre con el nacimiento de Cristo fue
un historiador Cristiano llamado Sextus Julius Africanus, y esto fue en el año
221 después de Cristo. Estamos hablando, entonces, que esta asociación entre el
nacimiento de Cristo y el 25 de diciembre comenzó hace más de mil setecientos
años. Igualmente, hay registro histórico de algunos de los primeros teólogos de
la iglesia postularon esta fecha como el nacimiento de Cristo.
¿Pero qué no era la Navidad, específicamente
el 25 de diciembre, una festividad romana/pagana que celebraba el dies
solis invicti nati, es decir, “el día del nacimiento del sol
inconquistable”? Hay que dejar otra cosa en claro: esta alegación no es
segura. ¿Una posibilidad? Sí. Pero el registro histórico no es claro
al respecto, hay historiadores que niegan esta asociación, y hay otras teorías
del porqué de la Navidad; así que decir con toda certeza que la Navidad no es
más que una tradición pagana no es correcto.
Pero vamos a suponer que sí, la
Navidad es la “cristianización” del dies solis invicti nati. ¿Entonces
qué hacemos? Esto que voy a decir ahora es mi opinión.
El Reino de Dios, representado por
los hijos de Dios, es superior al Reino Terrenal. Por lo tanto, los Cristianos
tenemos el deber y el poder de “redimir” ciertos aspectos de nuestra cultura,
siempre y cuando se haga con cuidado y con el propósito de expandir el Reino.
Un ejemplo contemporáneo sería cómo muchos Cristianos celebran el Día de la
Reforma el 31 de Octubre, en lugar de celebrar el Halloween.
Si hace mil quinientos años, los
Cristianos, cuya Fe se expandía vorazmente por el Imperio Romano y hasta los
lugares más remotos del mundo conocido, decidieron cambiar esa tradición pagana
por una tradición Cristiana... ¡bien por ellos! Hicieron una buena labor,
porque hoy en día nadie sabe lo de la tradición pagana, y
todo mundo sabe de la tradición Cristiana.
Es increíble que la celebración de la
Navidad tiene casi dos mil años, cuando hoy en día nadie sabe ni se acuerda de
la tradición pagana del dies solis invictinati. Es decir, los
Cristianos ganamos, si pudiera ponerlo de esa manera.
¿Pero... qué del pinito, las
decoraciones, y Santa?
Es verdad que antiguamente algunas
naciones paganas adoraban árboles. Igualmente, algunas civilizaciones (incluida
la Hebrea) veían el árbol como símbolo de la vida eterna. Pero eso a decir que
el pinito es lo mismo que la práctica pagana es otra cosa muy
diferente.
El uso del pinito como decoración
navideña se remonta a aproximadamente el siglo 16, en Alemania. En el siglo 17
se introdujo a los EUA a través de colonos alemanes, y en el siglo18 era una
tradición muy popular entre los Luteranos alemanes. Para el siglo 19 y 20 ya
era una tradición Cristiana popular alrededor del mundo, y algunos argumentan
que la figura del pino representa la Trinidad por su forma triangular; y por
supuesto, la estrella en la cima representa la estrella de Belén.
Aunque puede ser que el pino venga de
ciertas tradiciones alemanas no-Cristianas, para los Cristianos alemanes era
ciertamente una tradición Cristiana.
La tradición de las luces es
relativamente moderna por el obvio motivo de que la electricidad es una
invención moderna. Sin embargo, esta tradición se remonta al siglo 17, en donde
los Cristianos decoraban sus casas con velas para celebrar la Navidad.
La tradición de dar regalos data de
los finales del siglo 18, y es un recordatorio de que, así como Dios dio a su
Hijo, y como los Magos trajeron presentes a Cristo, los Cristianos debemos
igualmente ser dadivosos y dar regalos a los demás. Un regalo siempre es
inmerecido, al igual que Cristo.
En cuanto a Santa... no tiene nada
que ver con la Navidad, en mi opinión. Yo no soy uno que demonice a Santa
Claus. No me "rasgo las vestiduras" cuando veo a un Santa en el
centro comercial, o en la TV tomándose un refresco popular. Sin embargo, creo
que aquellos que incluyen a este personaje en su celebración deben de hacerlo
con cuidado. Yo, personalmente, no tengo problema con ponerme un gorro rojo de
vez en cuando, ya que lo hago en broma. Sin embargo, no tengo pensado decirles
a mis hijos que Santa les dio los regalos. No señor, si yo los compré entonces
yo se los regalé, no un hombre de barba larga con extraña vestimenta.
A mis hermanos que no celebran la
Navidad
Ya di algunas razones por las cuales
yo celebro la Navidad. Una última: la gran mayoría de la gente está
espiritualmente un poco más sensible en esta época. Es más probable que acepten
una invitación a la reunión de la iglesia, que lean algún folleto, vean una
película evangelística, escuchen villancicos o acepten una lectura de los Evangelios
en Nochebuena.
Además, no celebrar la Navidad es
visto con desconfianza por los que no creen. “¿Qué no son Cristianos? ¿Y no
celebran el nacimiento de Jesús? Han ser de alguna secta”. Es decir, no
celebrar la Navidad resulta muchas veces contraproducente.
Pero si tú, mi hermano, por motivos
de conciencia, o por cualquier otro motivo (por ejemplo, la secularización de
la Navidad, lo cual a mí también me preocupa), no celebras la Navidad... estás
en tu derecho. La Biblia dice que tenemos la libertad, y también la
obligación, de no ir contra nuestra conciencia. Igualmente, ya que la
celebración de la Navidad no es mandada en la Biblia, no estás obligado a
celebrarla. Los Puritanos no la celebraban, y tú no tienes qué hacerlo. No me
molesta ni me enoja, aunque no creo que sea la mejor decisión.
En cuanto a mí, sí celebro la
Navidad. Me gustan las luces, el pinito, y dar regalos (¡y recibir también!). Y
es verdad que el verdadero motivo de la Navidad se está perdiendo y está siendo
suplantado por otras cosas. Pero por la gracia de Dios, no será así en mi casa,
ni tampoco creo que se soluciona con actitudes a la Grinch.
Así que... ¿debemos celebrar la
Navidad? No debemos (no es una obligación), pero podemos (es
una oportunidad).
Sin más qué decir...
¡Feliz Navidad!
por Emanuel Elizondo
[1] Definición, RealAcademia
Española, http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=navidad
[2] Un buen lugar para consultar es la
Enciclopedia Britannica, http://www.britannica.com/EBchecked/topic/115686/Christmas
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