Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
“…para que el mundo crea.” Juan 17:20-23
Enero 5, 2020
Regocíjense en el Señor
MD José Luis García
Antonio
Propósito
Exhortación a
regocijarse en el Señor en medio de las relaciones interpersonales en la
iglesia.
Exhortación a
regocijarse en el Señor en medio de las dificultades de la vida.
En ambas
situaciones, la gracia del Señor es suficiente.
Introducción
Antes de iniciar
este último mensaje sobre la epístola a los filipenses, quisiera resaltar:
La supremacía de
Cristo (Buscar la gloria de Dios)
No quiero que, por
meterme en algunos detalles, de pronto perdamos este énfasis en la epístola.
Cristo es exaltado por sobre todas las cosas, y como dice John Piper, esta debe
ser nuestra pasión número uno: Una pasión por la supremacía de Cristo.
Notemos algunos
versículos para sustentar este énfasis:
- ·
Porque
para mí el vivir es Cristo…
- ·
…ahora
también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.
- ·
…Dios
también le exaltó hasta lo sumo…
- ·
…por la
obra de Cristo estuvo próximo a la muerte…
- ·
…las he
estimado como pérdida por amor de Cristo…
- ·
…por la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús…
- ·
…para
ganar a Cristo.
- ·
…al
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús…
- ·
Esten
firmes en el Señor
- ·
Tengan
un mismo sentir en el Señor
- ·
Regocíjense
en el Señor
- ·
Fortalecidos
por el Señor
- ·
Guardados
en el Señor
- ·
Enriquecidos
en el Señor
- ·
Saludarse
en el Señor
Es evidente la centralidad y la supremacía del Señor en toda la epístola
y en todas las exhortaciones.
El gozo en el Señor
(Buscar nuestra felicidad)
La segunda pasión, según Piper, es la de el gozo en el Señor, lo cual es
también evidente, sobre todo en los versículos donde dice que quiere GANAR a
Cristo, no quiere perder. Quiere el premio, y al buscarlo, glorifica a Dios.
La tercera pasión, es la de la SANTIDAD, la cual se ve en toda a
epístola en los llamados a ser fructíferos en justicia y santidad; a ser luz en
medio de una generación maligna; pero en especial en los llamados al amor, la
reconciliación entre los hermanos, la búsqueda del bien del otro, incluso en
los saludos que se envían.
El gozo en el Señor y el gozo en los hermanos (4:1-9, 21-22)
1.
Lectura
Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía,
estad así firmes
en el Señor, amados.
2 Ruego a Evodia y a Síntique,
que sean de un mismo sentir en el Señor.
3 Asimismo te ruego también a ti,
compañero fiel,
que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio,
con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el
libro de la vida.
4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!
5 Vuestra gentileza sea conocida de
todos los hombres.
El Señor está cerca.
6 Por nada estéis afanosos, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús.
8 Por lo demás, hermanos,
todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo
digno de alabanza, en esto
pensad.
9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis
y visteis en mí,
esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
2.
Las relaciones interpersonales – los conflictos y
los dos ruegos
Al
parecer existía un conflicto en la iglesia de los filipenses.
La
aversión a las diferencias y la tendencia a ignorarlas o rehuir al
enfrentamiento.
Algunos,
hasta ven esto como que el apóstol Pablo está exhibiendo a estas mujeres, ven
la mención como deshonrosa. Pero esto es por nuestra propensión a ocultar los
conflictos, “meter la cabeza en un hoyo” y hacer como que no los vemos.
Pero,
esto no es deshonroso, sino al contrario. Manifiesta lo importante que es la
comunión entre hermanos, cuánto se valora y cómo se está dispuesto a trabajar
por la paz.
El
amor líquido.
La
vida del religioso, víctima y victimario, la expulsión – la muerte.
“el horror a ser
excluido. Saturada de muertes metafóricas como está, la vida moderna líquida es
una vida de eterna sospecha y vigilancia incansable.” Bauman
Los
dos ruegos:
·
que
sean de un mismo sentir en el Señor
·
que
ayudes
El
individualismo y la reticencia a “meterse” en los problemas de otros.
Bienaventurados
los pacificadores.
3.
Las relaciones interpersonales – la importancia de
la reconciliación
¿qué
tan importante era la reconciliación de estas dos mujeres?
¿Se
podía haber omitido en la carta?
¿era
solo la voluntad de un anciano sentenciado a muerte, que quería dejar a todos
en paz?
Notemos
la relación que existe entre las relaciones interpersonales de los creyentes y
el Evangelio.
·
a éstas
que combatieron juntamente conmigo en el evangelio
·
cuyos
nombres están en el libro de la vida
·
Vuestra
gentileza sea conocida
·
El
Señor está cerca
Hay
una estrecha relación entre el Evangelio de la reconciliación por medio de la
sangre de Cristo y la reconciliación en las relaciones interpersonales de los
creyentes.
La
reconciliación es combatir por el Evangelio.
La
reconciliación es posible dada su reconciliación con Dios – hasta puesta por
escrito en el cielo.
La
reconciliación manifiesta la gentileza del creyente ante los demás.
La
reconciliación es necesaria dada la inminente venida de Cristo.
Aquel
que se delita en Dios, puede luego, gozarse en los hermanos.
Aquel
que no puede gozarse con los hermanos, ha perdido su deleite en Dios y sigue
una religión individualista centrada en el hombre y sus deseos. Similar a los
enemigos de la cruz de Cristo.
21 Saludad a todos los santos en
Cristo Jesús.
Los hermanos que están conmigo os
saludan.
22 Todos los santos os saludan,
y especialmente los de la casa de César.
¿Por
qué tanta insistencia en saludarse?
Enviar
saludo es enviar su amor a otros. Y esa es la manifestación de la fe verdadera.
Esa es la manifestación de la fe justificadora. Esa es la manifestación de un
alma que se deleita en Dios.
El gozo en el Señor en medio de la escasez (4:10-20)
1.
Lectura
10 En gran manera me gocé en el Señor de que
ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais
solícitos, pero os faltaba la oportunidad.
11 No lo digo porque tenga escasez, pues he
aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como para padecer necesidad.
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
14 Sin embargo,
bien hicisteis en
participar conmigo en mi tribulación.
15 Y sabéis también vosotros, oh filipenses,
que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia,
ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros
solos;
16 pues aún a Tesalónica me enviasteis una
y otra vez para mis necesidades.
17 No es que busque dádivas,
sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.
18 Pero
todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido
de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto,
agradable a Dios.
19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os
falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
20 Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los
siglos de los siglos. Amén.
2.
El gozo en el Señor por las ofrendas recibidas
El
apóstol agradece las ofrendas recibidas en medio de sus tiempos de escasez.
Manifiesta
gozo en el Señor, pues la ayuda viene de la buena mano de Dios por medio de los
filipenses.
3.
El gozo por el poder del Señor
El
apóstol ha aprendido a gozarse en el Señor en medio de las dificultades y en la
fortaleza de Cristo.
4.
El gozo por el fruto en la vida de otros
El
apóstol se goza en el Señor y en los hermanos, pues las ofrendas que le
enviaron son muestra de fruto espiritual en sus vidas.
No
busca dádivas, sino fruto.
Esto
es manifestación de la centralidad de Cristo en sus vidas. Se gozan en el
Señor, se deleitan en él, y por eso le sirven y ofrendan.
La
ofrenda ha de ser por gozo en el Señor.
El
Señor tampoco busca dádivas, ni empleados… él es Señor de todo.
No
necesita de nada ni de nadie, al contrario, él es el que da aliento y vida y
todas las cosas a todos. Por él existimos.
Nosotros
somos los necesitados, él es rico.
Él
es quien nos suplirá conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Por
eso, esta sección termina con una doxología.
Ante
él, no solo Pablo es un necesitado, sino todos nosotros somos necesitados.
Solo
él es glorioso, todo suficiente.
Él
es Supremo.
23 La gracia de nuestro
Señor Jesucristo sea con todos vosotros.
Amén.
Vivimos por
gracia.
Su gracia es
suficiente para moldearnos y hacernos vivir en amor.
Su gracia es
suficiente para nuestras tribulaciones.
Su trono de
gracia está accesible para que acudamos en oración.
Su gracia
nos transforma.
Vivimos, sabiendo
que para cada situación que enfrentemos, la gracia del Señor nos sostendrá.
Habrá gracia para exaltar a Cristo en cada situación.
Habrá gracia
en Cristo para ayudarnos en la escasez.
Habrá gracia
del Señor que nos llevará a servirle, a amarle, a huir de la tentación, a
ofrendar.
Y un día,
estaremos con él, por su gracia maravillosa.
Amén.
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