Lectura: Abdías
El hombre hace su reino, lo pone en lugar seguro, lo afianza
con sabiduría, lo llena de tesoros y lo protege... y un día, todo se acaba, lo
roban, lo destruyen, lo derriban...
Fácilmente olvidamos que el reino es del Señor.
El hombre hace su reino y hasta se le pasa un poco la mano,
y lo presume, confía en su fortaleza y en su riqueza - así le enseñaron, le
dijeron que de eso se trataba la vida.
“Edom” es un regio exitoso, trabajador, se ha forjado así
mismo en medio de dificultades, se ha hecho grande y hasta es digno de imitar,
en una comunidad altamente competitiva... ha escalado a la cima
Edom soy yo lejos de Dios...
Edom soy yo cuando no oro suplicando a Dios por su ayuda...
Edom soy yo cuando vivo confiado en mí sabiduría, cuando soy
autosuficiente…
Edom soy yo cuando presumo mis logros…
Edom soy yo cuando miro con desdén a mi hermano…
Edom soy yo cuando me afano por el dinero y dejo de lado la
comunión de los Santos, la alabanza al Señor, las acciones de gracias y el
escuchar Su Palabra…
Edom soy yo cuando no tengo compasión…
Edom soy yo cuando solo pienso en lo terrenal.
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