Podemos
observar en los libros de Esdras y Nehemías, que cuando los israelitas
volvieron de la cautividad a Jerusalén, y empezaron a trabajar en la
reconstrucción del templo, de la ciudad y de toda su vida ahí, lo que dejaron
manifiesto es que regresaron por la bondad de Dios y que volvían como pueblo
solo porque Dios había sido misericordioso con ellos. Observemos algunos
versículos que nos resaltan esta grande verdad: Dios es bueno y para siempre es
su misericordia.
1. La buena mano de Dios es reconocida y
celebrada.
Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová, y diciendo: Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba con gran júbilo, alabando a Jehová porque se echaban los cimientos de la casa de Jehová. (Esdras 3:11)
El tema de sus alabanzas era la bondad de Dios,
pues reconocían y celebraban que por él, estaban ahora echando los cimientos
del templo.
2. La buena mano de Dios inclina el
corazón del rey.
…y le concedió el rey todo lo que pidió, porque la mano de Jehová su Dios estaba sobre Esdras. (Esdras 7:6)
Esdras realizó muchas solicitudes al rey, de
materiales y de cartas y permisos, etc. Y todo le fue concedido gracias a la
buena mano de Dios. Esdras reconoció que fue la buena mano de Dios la que
estaba inclinando el corazón del rey a colaborar en todo.
De manera similar le ocurrió a Nehemías, Dios en
su bondad inclinó el corazón del rey para que le concediera sus peticiones para
regresar a restaurar los muros de Jerusalén.
…Y me
lo concedió el rey, según la
benéfica mano de mi Dios sobre mí. (Nehemías 2:8)
3. La buena mano de Dios les protege en
el viaje.
Al realizar el viaje de Babilonia a Jerusalén se podían encontrar con varios peligros, entre ellos, de ladrones. Pero ahí estaba la buena mano de Dios para protegerles en todo, de manera que tuvieron un buen viaje.
Porque
el día primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al
primero del mes quinto llegó a Jerusalén, estando con él la buena mano de Dios. (Esdras 7:9)
…Y yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre mí, reuní a los principales de Israel para que
subiesen conmigo. (Esdras 7:28)
Porque
tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen
del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos
los que le buscan; mas su
poder y su furor contra todos los que le abandonan. (Esdras 8:22)
4. La buena mano de Dios restaura.
Finalmente, pudieron reconocer, proclamar y celebrar que la reconstrucción de Jerusalén fue lograda gracias a la buena mano de Dios.
…y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra.
(Nehemías 6:16)
Reflexionemos
en nuestras vidas e identifiquemos cómo la buena mano de Dios ha estado sobre
nosotros para restaurarnos a la comunión y adoración a Dios.
En
Jesucristo Dios nos ha mostrado toda su bondad y en él nos ofrece su perdón, la
reconciliación y la vida de comunión con él.
La
restauración de nuestras vidas a la comunión solo puede lograrse por la buena
mano de Dios.
Y
luego, celebremos y proclamemos que:
¡Dios es bueno y para siempre es su
misericordia!
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