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lunes, 24 de noviembre de 2014

Sobre la oración - 2 Crónicas

El libro de Crónicas fue escrito para los israelitas que volvían de la cautividad, ellos eran llamados por Dios para reconstruir la ciudad, el templo y sus murallas; pero las cosas no iban a ser sencillas. El trabajo de reconstrucción sería duro y además, tendrían oposición de otras personas. Vendrían sobre ellos hombres violentos queriéndolos disuadir de la gran obra de restauración.
Al leer las crónicas, ellos deberían ver la manera en que otras personas enfrentaron los tiempos de adversidad, esto es, en oración. Mirando al cielo por ayuda, pues la obra de restauración no es una empresa humana, sino que sería posible, no con espada ni con ejército sino con el Santo Espíritu de Dios.


Así fue como el rey Asa, viéndose rodeado de un gran ejército, en su momento acudió a Dios en oración.

Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: ¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre. Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes. (2 Crónicas 14:11-12)

Clamaron a Dios y Él les ayudó.

Esto lo podían ver también en la vida de Josafat, rey de Judá, cuando va a la guerra asociado con el rey de Israel y Dios le libra estando ya rodeado de soldados.

Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel. Y lo rodearon para pelear; mas Josafat clamó, y Jehová lo ayudó, y los apartó Dios de él. (2 Crónicas 18:31)

También el rey Ezequías, fue librado por Dios cuando era atacado por el ejército más grande de su época.

Mas el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amoz oraron por esto, y clamaron al cielo. Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Este se volvió, por tanto, avergonzado a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron a espada sus propios hijos. (2 Crónicas 32:20-21)

Hasta el perverso rey Manasés, fue escuchado por Dios cuando acudió a él humildemente en oración.

Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres. Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios. (2 Crónicas 33:12-13)

Así que, los israelitas que regresan de la cautividad y que tienen enfrente la tarea de reconstrucción de Jerusalén, al leer las Crónicas, podrán darse cuenta de que la obra requiere de la ayuda de Dios. Y cuando les lleguen los problemas y surja la oposición de hombres violentos como Sanbalat y sus secuaces, ellos sabrán que es tiempo de voltear al cielo y suplicar la ayuda de Dios.


Así también nosotros, debemos saber que el ministerio de la iglesia del Señor, requiere constantemente que acudamos a Dios en oración, pues en nosotros no hay fuerza, pero Él es nuestro poderoso y misericordioso Dios que responde la oración.

domingo, 16 de noviembre de 2014

El Misterio de la Piedad - 1 Timoteo 3:16 (Miguel García)

martes, 11 de noviembre de 2014

Profecía contra la ciudad divertida (Isaías 22)



Y entonces la ciudad divertida va con todo su alboroto día y noche hasta que Dios pone un alto, para que el hombre de una u otra manera se detenga y escuche. Un día le llegó a la ciudad de Jerusalén colgar el arpa. Ahora no sé si también llegue aquí un día en que tenga que colgarse el acordeón, la jarana y que los mariachis callen. Ves las noticias y no sabes qué pensar... cada vez es más la corrupción. Hay muertos por el crimen organizado y dices: bueno son criminales. Pero cuando el mismo gobierno reconoce que el estado fue el mismo que ordenó y orquestó matar estudiantes, dices: bueno, a lo mejor es tiempo de colgar el arpa. Tal vez es el tiempo de que cantemos como ellos: Ah ciudad tan bella, nuestra nación tan bella y perdida, tan perdida!
La profecía del valle de la visión nos está diciendo: ¡Cuidado ciudad divertida! Tienes que detenerte de cuando en cuando, tienes que escuchar la voz del Señor.

El mensaje del profeta Isaías, Capítulo 22
Pastor José Luis García

domingo, 2 de noviembre de 2014

Salmo 121

jueves, 30 de octubre de 2014

Algunas observaciones sobre Miqueas 2

Miqueas 2 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo. En aquel tiempo levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros. Por tanto, no habrá quien a suerte reparta heredades en la congregación de Jehová. No profeticéis, dicen a los que profetizan; no les profeticen, porque no les alcanzará vergüenza. Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha acortado el Espíritu de Jehová? ¿Son estas sus obras? ¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente? El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como enemigo; de sobre el vestido quitasteis las capas atrevidamente a los que pasaban, como adversarios de guerra. A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas que eran su delicia; a sus niños quitasteis mi perpetua alabanza. Levantaos y andad, porque no es este el lugar de reposo, pues está contaminado, corrompido grandemente. Si alguno andando con espíritu de falsedad mintiere diciendo: Yo te profetizaré de vino y de sidra; este tal será el profeta de este pueblo. De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré como ovejas de Bosra, como rebaño en medio de su aprisco; harán estruendo por la multitud de hombres. Subirá el que abre caminos delante de ellos; abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos Jehová.

Las expresiones Ay, He aquí y cómo – son expresiones similares de tragedia. Expresan el dolor y sorpresa de la tragedia. En este caso anunciando el justo juicio de Dios.

“Levantaos y andad” – es sentencia de juicio. Ellos están en la tierra prometida y el levantarse y andar es para ir a cautiverio.

“los reuniré como ovejas de Bosra” – la traducción sería los reuniré como ovejas en su redil (botsrâh) como encerrando a las ovejas no como liberándolas. La idea es de que la ciudad sería sitiada por el ejército enemigo.

“harán estruendo” – la idea es un gran desconcierto, estar en un gran revuelo, inquietos. Habla de su miedo ante el enemigo.

“Abre” = acción violenta – romper, estallar, romper en pedazos

La idea es que abrirá boquetes en las murallas de la ciudad y entonces serán llevados en cautiverio, empezando por el rey, “su rey pasará delante de ellos”.

El que abre caminos es el ejército enemigo.

El estruendo es del ejército enemigo que vendrá contra ellos.

Y el que El Señor vaya delante de ellos, manifiesta que el castigo viene de parte de Dios. Es su juicio sobre su pueblo. El Señor es soberano mostrado en las imágenes del pastor que reúne a su rebaño y en la forma de hablar que va a la “cabeza” en el juicio.

Llorar, orar y proclamar el mensaje - Isaías 16:9-11

Por eso lloraré amargamente por Jazer, por la viña de Sibma; te bañaré con mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale… mis entrañas vibran por Moab como un arpa (Isaías 16:9-11)

Cuando leemos las profecías de juicio contra las naciones, podemos pensar erróneamente que el profeta Isaías estaba disfrutando el llevar tales mensajes de juicio; o podemos pensar equivocadamente, que al profeta le era indiferente lo que le sucediera a las demás naciones. Pero, leemos en estos versículos que el profeta estaba profundamente conmovido al punto de llorar abundantemente por el juicio que les vendría a las naciones. El juicio es justo, pero a Isaías no le causa placer, ni le resulta indiferente; al contrario, está completamente involucrado, al grado de que muestra compasión llorando por ellos.

El profeta Isaías está mostrando así el corazón de Dios, quien no quiere la muerte del impío, sino que se convierta.

Y habiendo llorado, el profeta ahora proclama su profecía de una manera compasiva y urgente. Después de llorar y orar, su proclamación no es apática sino compasiva. Su proclamación no es superficial como si estuviera hablando del juego de futbol del sábado, sino que proclama el mensaje con la seriedad que conlleva.

Como iglesia del Señor, se nos ha encomendado el ministerio de la reconciliación, así que somos embajadores en nombre de Cristo, para proclamar el evangelio de la salvación en Jesucristo.


Proclamemos el evangelio con pasión.

El refugio del Señor - Isaías 14:32; 16:4-5

¿Cómo, pues, se responderá a los mensajeros de la nación?: Que el Señor ha fundado a Sion, y en ella buscarán refugio los afligidos de su pueblo. (Isaías 14:32)
Quédense contigo los desterrados de Moab; sé para ellos escondedero ante el destructor… Se establecerá en la misericordia un trono, y en él se sentará con fidelidad, en la tienda de David, un juez que busque lo justo y esté presto a la justicia. (Isaías 16:4-5)


Varias alianzas internacionales se estaban formando en esa época con el propósito de entrar en batalla contra Asiria que estaba extendiendo su imperio y parecía que nadie lo podía parar. Varias de estas naciones están proponiendo a Judá para que haga alianza con ellas y se forme una coalición anti-asiria en la región.

Pero el Señor les muestra a través del profeta Isaías cómo cada una de esas naciones caerán y serán juzgadas de manera que no hagan alianzas con ellas. Al contrario, Dios les hace ver que Judá será de refugio a todas las demás naciones. Que si quieren salvarse, necesitan venir a Jehová de los ejércitos en Sión.

La respuesta para las naciones es que el Señor ha fundado un refugio en Sión. Si quieren estar a salvo, acá se pueden venir a refugiar. En Judá habrá un rey bueno y justo que los puede defender. No tienen que temer.

A Dios le ha placido, en este tiempo, establecer su iglesia, la cual puede proclamar a todas las naciones que El Señor ha establecido un refugio en Jesucristo, que en él hay salvación, que él es el rey justo de la casa de David, que él es el rey bueno a quien obedecer y amar.


¡Hosanna!, sálvanos ahora.