Buscar este blog
Mostrando entradas con la etiqueta Génesis. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Génesis. Mostrar todas las entradas
domingo, 23 de junio de 2019
martes, 4 de octubre de 2016
Cosmovisión Cristiana: Nuestro Propósito en la Vida
Guillermo Terrazas
Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
"...para que el mundo crea." Juan 17:20-23
2 enero 2011
Mensaje en audio: Cosmovisión: Nuestro propósito en la vida
Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
"...para que el mundo crea." Juan 17:20-23
2 enero 2011
Mensaje en audio: Cosmovisión: Nuestro propósito en la vida
martes, 5 de julio de 2016
martes, 1 de septiembre de 2015
Creciendo en Familia
Creciendo en Familia
José Luis García A.
Introducción.
Aunque la familia es reconocida como el
elemento natural y fundamental de la sociedad y con derecho de protección por
parte del Estado y de la sociedad en general;
no existe un consenso sobre la definición de familia.
En nuestra sociedad hay muchos conceptos que
se han ido formando “de aquí y de allá” debido a múltiples factores legales,
económicos, culturales y afectivos. Incluso existen quienes, en su
desorientación, dicen: “Nadie sabe ser padre” o “No fuimos a una escuela para
el matrimonio”.
Sin embargo, tenemos en la Biblia, la Palabra
de Dios, toda la guía sabia que necesitamos para la vida. Dios nos ha dejado Su
Revelación y en ella nos muestra el origen de la familia y su propósito a
través de ella. Dios desea que usted y su familia sean bendecidos, fortalecidos
y enriquecidos en todo. Que vayamos
“Creciendo en Familia”.
Veamos lo que nos dice Dios, en el libro de
los comienzos, el Génesis.
Dios crea la familia.
1. Dios crea al hombre con alma y
cuerpo
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” Génesis 2:7
Dios crea al hombre del polvo de
la tierra y sopla en él, aliento de vida.
Al crearlo del polvo de la
tierra, Dios lo hace con una cierta relación con el resto de la creación
material, y al darle de su mismo aliento, lo hace para tener una cierta
relación con Él, el Creador. El hombre es creado a semejanza de Dios y con
dimensiones espirituales.
Además, al crear Dios al hombre,
lo hace en un proceso que enfatiza su relación personal con él. El hombre, a
diferencia del resto de la creación, recibe una especial atención al momento de
ser creado, es un ser personal.
2. Dios diseña la familia con un
hombre y una mujer
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” Génesis 2:18
“Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Génesis 2:21-24
La familia es una creación
divina, Dios la estableció y la diseñó.
Dios diseñó los sexos de manera
que fueran complementarios, “idóneos” el uno para el otro.
Dios bendice a la familia.
1. Dios bendice a la familia
expresando su deseo
“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” Génesis 1:28
Dios les da su bendición. Él
crea la familia y la bendice. Pero la bendición de Dios no es como la bendición
del hombre, que muchas veces se convierte solo en buenos deseos; sino que la
bendición de Dios conlleva, su deseo y todo lo necesario para que así sea
efectivamente en la vida del hombre. Su bendición enriquece al hombre en todo
sentido.
2. Dios bendice a la familia con
su compañía
“Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.” Génesis 3:8
Dios bendice a la familia con su
comunión, Él se goza en la comunión con el hombre. Nos dice la Biblia que él se
paseaba en el huerto y buscaba al hombre.
Aún hoy en día, podemos decir que
Dios “se pasea por nuestro mundo” y busca la comunión con el hombre, con las
familias que él ha creado para tener compañerismo con ellos.
3. Dios bendice a la familia con
un huerto
“Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal” Génesis 2:9
Dios provee a la familia de todo
lo necesario para la vida. No solo de cosas útiles, sino también bellas y
deliciosas.
Y les provee además de la
capacidad para disfrutar de sus dones. Él alma que se encuentra satisfecha en
Dios, es capaz de disfrutar también de sus dones y de ver en ellos la bondad de
Dios de manera concreta y real.
Dios establece responsabilidades para la familia.
1. El hombre es responsable
delante de Dios
“Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” Génesis 2:16-17
El hombre debe obediencia al
Señor. Ningún hombre es soberano, siempre ha de someterse a Dios y sus
designios.
2. El hombre tiene una
responsabilidad con su cónyuge
El hombre tiene una
responsabilidad de amor, cuidado y respeto en relación a su cónyuge.
3. El hombre tiene una
responsabilidad con las futuras generaciones
El hombre tiene también una
responsabilidad en relación a las futuras generaciones.
Los hijos están diseñados para
el tiempo y la eternidad y por ello, han de ser instruidos en toda virtud y
procurar su desarrollo en el aspecto espiritual, físico, intelectual, emocional
y social.
Criar hijos con fe en el Señor,
con un carácter virtuoso, con habilidades y con conocimientos para
desarrollarse en la vida, y todo esto en un ambiente de amor y confianza.
En el libro de Génesis encontramos
de manera repetida la frase “estas son
las generaciones de”, y vemos en cada una de las listas de genealogías, lo
que el hombre hizo con su responsabilidad, delante de Dios, de transmitir la fe
a las futuras generaciones. Algunos tuvieron generaciones que guardaron su
relación con Dios, pero otros, tuvieron generaciones que se olvidaron de Dios y
le menospreciaron.
Conclusión.
En Jesucristo, Dios restaura a la familia. No
importa si en este momento nos sintamos o estemos fracasando en nuestras
familias. Dios puede y quiere restaurarnos en Jesucristo.
En Jesucristo, él nos bendice, nos muestra el
camino para restablecer los roles correctos en la familia, y nos vuelve a dar
la encomienda en relación a las futuras generaciones.
En Cristo son bendecidas todas las familias de
la tierra.
Usted puede ser restaurado, gracias a la obra
de Cristo en la cruz.
Gracias a que él llevó en la cruz nuestros
pecados, fue muerto y resucitó al tercer día, ascendió al cielo y un día
volverá para establecer su reino.
domingo, 12 de julio de 2015
Guía para padres para hablar con sus hijos sobre la legalización de la unión matrimonial entre personas del mismo sexo.
Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
“…para que le mundo crea.” Juan
17:20-23
Pastor José Luis García Antonio
11 de Julio 2015
Guía para padres para hablar con sus hijos sobre la legalización de la
unión matrimonial entre personas del mismo sexo.
Debido al cambio de legislación en el
Estado vecino en relación al reconocimiento jurídico de los matrimonios entre
personas del mismo sexo; en nuestra comunidad se ha retomado el tema sobre la
homosexualidad, en algunas ocasiones este tema se ha tratado de manera formal y
con apertura al debate de ideas, pero en muchas otras, ha sido de manera informal
e incluso ofensiva mostrando una cerrazón a todo lo que implique un análisis y
debate de ideas; sobre todo por medios electrónicos como son las redes
sociales, que se prestan mucho para esta forma de expresión y no se tolera el
desacuerdo.
El asunto por el cual escribo, no es
debido a que este tema haya sido discutido y analizado por personas adultas,
sino porque también se ha tocado este tema ante niños y adolescentes, quienes
se encuentran en su etapa formativa, y espero que este breve escrito pueda servir
a los padres para tener un acercamiento con sus hijos y aclararles sus dudas al
respecto. Pues si los adultos muestran perplejidad y reacciones extremistas
(como lo he visto en diversas expresiones y comunicados), ya se imaginará la
confusión provocada en las personas en crecimiento.
Volvamos al inicio
Cuando el panorama actual se presenta confuso, es necesario volver a
considerar cómo eran las cosas al inicio y de ahí partir con el propósito de
ver con mayor claridad la situación presente. Esto es lo que en sistemas
computacionales llamamos la regla cero,
reiniciar todo el sistema, o sea, apaga todo y vuelve a prender para ver si
algo se arregla.
Algo similar ocurrió cuando los contemporáneos de Jesús discutían sobre
el asunto del divorcio y presentaban las diferentes posturas, según sus más
renombrados maestros, ellos esperaban que Jesús expresara con cuál de las
posturas estaba de acuerdo, y él les respondió haciéndoles considerar cómo eran
las cosas en el principio.
¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto
el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne?... Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón
Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; más al principio no fue así. (Mateo 19:1-12)
Así pues, si nosotros volvemos al inicio, según nos lo muestra el libro
de Génesis, nos encontramos que:
1.
El hombre fue creado por Dios a su
imagen y semejanza.
Observamos primero que Dios crea al hombre con elementos de su creación
(polvo de la tierra) y con elementos divinos (aliento de vida), dándole
singularidad y poniéndole a cargo de su creación. Notemos que el hombre no es
Dios, y que el hombre no es animal; aunque tiene elementos de los dos mundos.
Entonces
Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento
de vida, y fue el hombre un ser viviente. (Génesis 2:7)
2.
Dios no quiso que el hombre estuviera
solo, sino que hubiera humanidad.
La Biblia registra que cuando Dios crea a Adán, busca que éste se
reproduzca, como lo hacía el resto de la creación, que se multiplique y forme humanidad. Así como cuando creó todos
los animales y plantas, las creo de tal manera que se pudieran reproducir según
su especie.
Produzca la tierra hierba verde,
hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su
semilla esté en él, sobre la tierra. (Génesis 1:11)
Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra (Génesis 1:22)
Produzca la tierra seres vivientes
según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie.
(Génesis 1:24)
Pero el hombre era diferente pues no tenía compañera según su especie.
Entre los animales no se encontró una compañera idónea para él, es decir, una compañera con la cual se pudiera
reproducir y de esta manera llenaran la tierra con la especie humana.
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le
haré ayuda idónea para él. (Génesis
2:18)
Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y
a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él. (Génesis 2:20)
3.
Dios creó una compañera para el
hombre, que fuera idónea para reproducirse.
Con el propósito de que la especie humana se propagara, Dios crea una
compañera idónea para Adán, esta
compañera fue una mujer, de la misma especie que el hombre (hueso de mis huesos
– es decir, de su esencia). Pero también es una compañera a la cual se puede
unir como una sola carne.
Y de la costilla que Jehová Dios
tomó del hombre, hizo una mujer,
y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será
llamada Varona, porque del
varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su
madre, y se unirá a su mujer, y serán
una sola carne. (Génesis 2:22-24)
4.
Dios les bendijo.
Y después de crear a la mujer, Dios la presentar al hombre, y les
bendice expresando Su deseo de que haya humanidad que llene la tierra y la
gobierne.
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla,
y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las
bestias que se mueven sobre la tierra. (Génesis 1:28)
Así fue en el
principio y la humanidad llegó a ser como lo podemos constatar hoy en día. En
ese sentido, hoy, ya ningún hombre está solo, hay humanidad.
Con estas observaciones usted podrá
ayudar a sus hijos a ver cómo fue el diseño original de Dios, y cómo, mientras
este díselo de Dios se respetaba, la humanidad iba desarrollándose y llenando
la tierra.
Después de estas consideraciones
iniciales, podemos para a la consideración de las instituciones establecidas
por Dios para el bien de la humanidad y el cuidado de los débiles, en este caso
los niños y adolescentes que están en camino de la vida adulta.
Las instituciones establecidas por Dios
Dios estableció
ciertas instituciones que ayudarían al ser humano una vez que empezara a
multiplicarse, para que pudiera protegerse la humanidad y establecerse
relaciones de justicia, paz y misericordia entre todos los seres humanos. Por
ello estableció instituciones como la familia,
el gobierno y la iglesia.
1. La Familia
Aunque sabemos que
Adán no tuvo padres, de todas maneras Dios les dijo que el hombre dejaría a sus
padres para formar una familia con su esposa. Este era el propósito de Dios y
se escribió para que la descendencia de Adán y Eva, quienes sí tendrían padres,
pudieran seguir la indicación y formar familias.
Por tanto, dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola
carne. (Génesis 2:24)
La familia fue
establecida por Dios y debe ser un lugar donde los hijos puedan crecer en un
ambiente de amor y confianza, desarrollando sus vidas en los aspectos físicos,
sociales, intelectuales y espirituales. Cuando una familia funciona como Dios
la diseñó es una bendición. Así es como vemos que creció Jesús, estando sujeto
a sus padres, es decir, dentro del ambiente familiar.
Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su
madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría y
en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. (Lucas 2:51-52)
2. El Gobierno
Además de la familia, Dios ha establecido los gobiernos humanos, para
que cuiden de la humanidad, de modo que haya justicia en sus relaciones. Un
buen gobierno debe estar listo para castigar a los que hacen lo malo y
reconocer a los que hacen lo bueno.
Sométase
toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de
parte de Dios, y las que hay, por
Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad,
a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación
para sí mismos. Porque los magistrados no están
para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo
bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien.
Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es
servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. (Romanos 13:1-4)
Cuando un gobierno
funciona según el diseño de Dios, las personas viven en paz y con justicia.
Así, la humanidad se beneficia con las leyes justas.
3. La Iglesia
Dios ha establecido también la iglesia, para que sea un lugar donde las
personas puedan ser restauradas en sus vidas y puedan crecer hacia la madurez
espiritual y en todo vivan para la gloria de Dios. El ser humano es un ser
espiritual como vivimos en el diseño de Dios al crear al hombre y por ello requiere
de una comunidad donde adore a Dios y ame al prójimo.
a
fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de
la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de
la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en
aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y
unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. (Efesios 4:12-16)
Cuando una iglesia funciona de acuerdo al diseño de Dios, las personas
se benefician, son restaurados en sus vidas, aman a los hermanos y a Dios y sus
vidas manifiestan tratos justos y misericordiosos con los que les rodean.
Cada una de estas tres instituciones establecidas por Dios, sirven para
el bien de los hombres y para la gloria de Dios.
Cuando alguna de estas instituciones funciona mal o no cumple con su
diseño dado por Dios, generalmente las personas se corrompen y actúan con
injusticia, y los más afectados suelen ser los niños, los jóvenes y las mujeres.
Cuando esto sucede, las otras instituciones deben ayudar para proteger a los
más pequeños y débiles.
Es decir, si la familia falla o no cumple su función, entonces el gobierno y la iglesia deben ayudar a las personas; si el gobierno falla, ayudan
la familia y la iglesia; si la iglesia falla, ayudan el gobierno y la familia
para que las personas sean protegidas lo mejor posible.
Cuando las cosas no son como Dios las diseñó
Lamentablemente, las cosas no siempre son como Dios las diseñó. El
hombre pecó desobedeciendo a Dios y al hacerlo se alejó de Dios. Su corazón que
antes era sensible a Dios, ahora se endureció. Su conducta fue afectada y
empezó a tratar a los demás de manera injusta y sin misericordia.
Por ejemplo, las personas que se casaban, ahora se estaban divorciando.
El Señor Jesucristo dijo que Dios no quería que los esposos se divorciaran,
sino que vivieran juntos hasta la muerte. Pero debido a la dureza de su
corazón, ahora la familia no estaba
funcionando conforme al diseño de Dios. Y por ello, intervino el gobierno, para cuidar a las personas y
que si los esposos se divorciaban, aunque Dios no lo quería así, pero si
llegaban a divorciarse al menos se trataran el uno al otro con justicia y se procurara
cuidar a los más débiles, como las mujeres y los niños, quienes normalmente
sufren cuando hay un divorcio.
…por
tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre… Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés
os permitió repudiar a vuestras mujeres; más al principio no fue así. (Mateo
19:1-12)
En casos de divorcio, también puede intervenir la iglesia, ayudando a las esposas que se quedan solas y necesitan ser
restauradas y reintegradas a la vida social y económica de la sociedad, además
de atender las heridas del alma. Y ayudando a los niños que se quedaban sin uno
de los padres o incluso sin los dos, para que pudieran ser restaurados y
protegidos sus corazones y sus vidas en general.
Y así como el divorcio, el hombre, por la dureza de su corazón, ha
distorsionado el diseño original de Dios; la familia en ocasiones sufre por abusos, el gobierno se corrompe y puede actuar con injusticia y la iglesia cuando se desvía del propósito
de Dios, deja de mostrar misericordia a los demás o puede hasta llegar a ser
injusta y abusiva.
Pero esto no era el diseño de Dios, Cristo dijo: más al principio no fue
así. Esto fue producto de la dureza del
corazón del hombre.
Ahora, vemos que el hombre distorsionó el diseño de Dios para el
matrimonio, diciendo que se pueden casar dos hombres o dos mujeres. Por eso,
tiene que intervenir el gobierno,
para que si dos personas del mismo sexo quieren formar una familia, aunque Dios
no está de acuerdo, que por lo menos, se pueda proteger a las personas y no
sean tratadas con injusticia. No es algo que Dios aprueba, pues el diseñó al
matrimonio idóneo, pero las parejas
homosexuales no son idóneos para
tener hijos y desarrollar la vida que Dios quiere.
Las instituciones sirven también para establecer las reglas de Dios, sus mandamientos; de modo que la humanidad viva
en paz. Así, cuando alguien se porta mal
y no obedece los mandamientos de Dios, la familia debe intervenir por medio de
los padres buscando corregir la mala conducta.
En otras ocasiones, cuando alguien se porta mal y realiza acciones que
van en contra de otras personas de la comunidad, el gobierno debe intervenir y
multar, amonestar e incluso mandar a prisión a las personas que violan la ley.
Igual ocurre en la iglesia, cuando alguien persiste en hacer el mal,
debe ser amonestado para que deje la mala conducta y regrese a obedecer los
mandamientos de Dios.
De todas maneras, existen ocasiones en que las personas continúan
haciendo lo malo, como el que dos personas del mismo sexo se casen. Entonces,
el gobierno procura establecer leyes, según su entendimiento, para que las
personas vivan en paz y traten con justicia a los demás. Y la iglesia continúa
llamando a las personas al arrepentimiento y que encuentre una vida nueva en
Cristo.
La nueva vida en Cristo
Aunque el hombre pecó y acarreó las consecuencias de su pecado. Dios nos
ha provisto de salvación por medio de la obra de Cristo, por su muerte y resurrección
ahora nos da nueva vida al creer en Cristo y nos restaura en comunión con Dios
y en la comunión con las demás personas.
Nuestro corazón endurecido es transformado por la obra de su Espíritu
Santo, que viene a morar en nosotros cuando creemos en Cristo arrepintiéndonos
de nuestro pecado. Y su Espíritu Santo ahora nos ayuda a vivir de una manera
diferente, según Dios, en justicia, en santidad, en misericordia, en humildad y
en amor.
De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas. (2 Corintios 5:17)
En Cristo hay esperanza para nuestras vidas. Él puede transformar
nuestras familias y nuestras iglesias. Y tenemos la esperanza de que
un día, Cristo transformará también el gobierno
y establecerá su gobierno de justicia y paz.
En esta parte, usted puede aprovechar para presentar el evangelio a sus
hijos.
Espero que este breve escrito le sea de ayuda y que el Señor le bendiga.
sábado, 4 de enero de 2014
¡Serán una sola carne!
Reflexiones para ceremonia de boda.
Diciembre 28, 2013
José Luis García
¡Serán una sola carne!
Introducción
Con el
propósito de ver el matrimonio desde la perspectiva de Dios, el día de hoy
vamos a considerar brevemente algunos pensamientos del libro de Génesis en la
Biblia. Cuando a nuestro Señor Jesucristo le preguntaron sobre la relación
matrimonial y el divorcio, él los guio al principio, a ver el diseño de Dios al
inicio de la humanidad.
Dios
creó al hombre y a la mujer de una manera especial
Consideremos cómo va
siendo el proceso de la creación hasta llegar al hombre y a la mujer. – todo
era bueno en gran manera.
Con alma y cuerpo
Con involucramiento
personal de parte de Dios en la creación del hombre
La creación a su imagen y
semejanza
Dios
entregó a la primera novia
Él fue quien la diseño y
la entregó en santo matrimonio con Adán.
Esto dignifica al
matrimonio.
El matrimonio es el diseño
de nuestro sabio y soberano Dios.
Dios
bendijo a la primera pareja
Ellos no empezaron su
matrimonio como pudieron.
Ellos empezaron de la
mejor manera en que se puede empezar un matrimonio, ¡con la bendición de Dios!
Dios
les dio un lugar a la primera pareja
Un paraíso.
Un huerto, con la delicia,
el aroma y el disfrute de los dones de Dios.
Ahí en el huerto, la
relación matrimonial, florecía como algo bello, disfrutable. Hay aroma,
belleza, intimidad… es un paraíso.
Dios
convivía con la primera pareja
Se
paseaba con ellos en el huerto cada tarde.
Dios selló
su matrimonio con esta frase: “y serán una sola carne”
Dios deseaba que ellos
estuvieran unidos por toda su vida.
Su unión sería física y
espiritual.
Con lazos de amor.
En una ocasión, hablando
Dios por medio del profeta Ezequiel, le dijo,
Tomas dos varas, a una
escríbele “para Judá” y a la otra escríbele “para José” (estos representan los
reinos del norte y del sur del pueblo de Israel)
“Júntalos luego el uno con
el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano.” Ez. 37:17
Siglos después, el Señor
Jesucristo diría, yo soy la vid verdadera, ustedes son ramas que tienen que
estar unidas a mí y dar mucho fruto.
Dios desea una generación
que le honre.
Él ruega, que sean uno,
como el Padre y el Hijo son uno.
Perfectos en unidad.
Al decir que los esposos
serán una sola carne, está señalando la unidad que Dios desea y obra en las
vidas de los esposos.
Una unidad que, a
semejanza de un injerto, combina la fortaleza y vigor de una rama, con la
dulzura del fruto de la otra rama, de tal manera que la unión resulta en una
vida fructífera mucho mejor.
Dios quiere que cada uno
de nosotros, seamos solteros o casados, encontremos una unión mucho mayor y
especial en Dios por medio de Jesucristo. Por medio de su sacrificio en la cruz
para limpiar nuestros pecado y hacernos su familia.
Lo más esencial que debemos ver en la Biblia acerca del
matrimonio es que existe para la gloria de Dios. Desde la perspectiva más
elevada, el matrimonio es diseñado por Dios para mostrar su gloria al señalar
hacia el pacto de amor de Dios en Jesucristo.
Que así como las vidas de _____ y _____ se unen para ser una
sola carne, Dios desea que nosotros podamos unirnos a él por Jesucristo, para
ser un solo Espíritu con él.
¡Celebremos!
Y reflexionemos en La Palabra de Dios.
domingo, 20 de octubre de 2013
Vida de Jacob y de José - Roberto Garza
Mensaje compartido en Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
Video:
https://plus.google.com/102134399306041492880/posts/PubTW1oPBkw
Video:
https://plus.google.com/102134399306041492880/posts/PubTW1oPBkw
Suscribirse a:
Entradas (Atom)