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domingo, 29 de marzo de 2020
jueves, 26 de marzo de 2020
Ayuno y oración
Ayuno y oración
Toma varios tiempos de oración durante el día, si puedes
combínalos con meditación sobre algunos versículos y úsalos al orar.
Como sugerencia, considera los siguientes énfasis al orar:
1.
Adoración
2.
Confesión
3.
Petición
4.
Acción de gracias
5.
Intercesión
6.
Conclusión
Aquí una sugerencia de pasajes:
1.
Adoración
Con mi espíritu sereno en un
marco de seriedad muy reverente, mis pensamientos concentrados, y todo lo que
está en mí enfocado cuidadosamente en el nombre del grandioso Dios. Orar al
Señor con pensamientos como éstos:
Levanto ahora mi corazón, mis ojos y manos a Dios en los
cielos.
A ti, oh Señor, levanto mi alma.
Entro ahora con libertad en el lugar Santísimo por la sangre
de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él abrió para su pueblo a través
del velo, esto es, su carne.
Oh Dios, Dios mío eres tú, de madrugada te buscaré; mi Dios,
y te alabaré; Dios de mi padre, te enalteceré.
La roca de ellos no es como mi Roca, mis enemigos están
solos; pues Él es la Roca de la eternidad; en el Señor está la fortaleza de los
siglos. Eterno es su nombre, y su memoria de generación en generación, los
dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparecerán de la tierra y de
debajo de los cielos.
Adorar reverentemente a Dios como
un Ser transcendentemente brillante y bendito, auto existente y autosuficiente,
Espíritu infinito y eterno que tiene todas las perfecciones en sí mismo, y
darle la gloria de sus títulos y atributos.
Oh Señor, mi Dios, mucho te has engrandecido; te has vestido
de gloria y de magnificencia. Te cubres con vestiduras de luz, pones tinieblas
por tu escondedero, y no puedo ordenar las ideas a causa de las tinieblas.
Tú eres el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes y
Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz
inaccesible, a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver.
Reconocer que su soberanía es
indiscutible, y que Él es dueño y Señor absoluto de todo.
Tuyos son los cielos y todos sus ejércitos. Tuya es la tierra
y su plenitud, el mundo y los que lo habitan. En tu mano están las
profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son tuyas: Tuyo es el
mar, pues lo creaste, y tus manos formaron la tierra seca. Toda bestia del
bosque es tuya, y los millares de animales en los collados son tuyos. Tú eres,
por tanto, un Dios grande, y un Rey grande sobre todos los dioses.
En tu mano está el alma de todo ser viviente, y el hálito de
todo ser viviente.
Tu dominio es un dominio eterno, y tu reino dura por todas
las edades: Haces según tu voluntad en el ejército del cielo y en los
habitantes de la tierra, y nadie puede detener tu mano o decirte: "¿Qué
has hecho?" o "¿Por qué has hecho eso?”
Confesar humildemente el deseo
del corazón por Dios
¿A quién tengo en los cielos sino a ti? No hay nada en la
tierra que desee fuera de ti o en comparación contigo. Cuando mi carne y mi
corazón desfallezcan, sé tú, Señor, la fuerza de mi corazón y mi porción por
siempre; la porción escogida de mi herencia en el mundo venidero y de mi copa
en éste, y entonces diré que las cuerdas me han caído en lugares deleitosos, y
que tengo una hermosa heredad.
Tu nombre y tu memoria son el deseo de mi alma; mi alma te
desea en la noche, y mi espíritu dentro de mí te busca con afán.
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así
clama por ti, oh Dios, mi alma. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo, quien
manda su misericordia de día y por la noche me acompaña con su canción, una
oración al Dios de mi vida.
Confesar esperanza y confianza
en Dios
En Dios solamente está acallada mi alma; de Él viene mi
salvación: ¡Sólo Él es mi roca y mi salvación! En Dios está mi salvación y mi
gloria, mi roca fuerte y mi refugio; y mi esperanza viene de Él.
2.
Confesión
Después de haber atribuido la gloria debida
a Dios, el siguiente paso es sentirme avergonzado de mí mismo por mis propios
pecados y vilezas ante Él, y glorificarle como mi Juez por el cual merezco ser
condenado, y sin embargo espero, en Cristo, ser absuelto y eximido.
Oh Dios mío, estoy confuso y avergonzado para levantar mi
rostro hacia ti, mi Dios, porque mis iniquidades se han multiplicado sobre mi
cabeza y mis delitos han crecido hasta el cielo.
Mía es la confusión de rostro, porque contra ti he pecado.
He aquí que soy vil; ¿qué te responderé? Pondré mis manos sobre
mi boca, y puesta mi boca en el polvo, por si aún hay esperanza, lloro como el
leproso condenado por la ley: ¡Inmundo! ¡Inmundo!
No confías en los tuyos, y ni aun los cielos son limpios
delante de tus ojos; ¡cuánto menos el hombre abominable y vil, que bebe la
iniquidad como agua!
Oh Señor, si mirares a los pecados, ¿quién, oh Señor, podrá
mantenerse? Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado; porque en ti hay
misericordia; sí, con mi Dios hay abundante redención; y Él redimirá a Israel
de todas sus iniquidades.
Tus sacrificios, oh Dios, son el espíritu quebrantado, pues
al corazón contrito y humillado no desprecias, oh Dios; verdaderamente eres el
Alto y Sublime, el que habita en la eternidad, y cuyo nombre es el Santo;
aunque el cielo es tu trono y la tierra tu estrado, éste es aquel al cual
mirarás: aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a tu palabra,
para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de
los quebrantados.
Compasivamente me has asegurado que aquellos que encubren sus
pecados no prosperarán, pero que los que los confiesan y se apartan alcanzarán
misericordia. Y que cuando el pobre arrepentido dice: confesaré mis
transgresiones al Señor, tú perdonas la maldad de sus pecados; por tanto, de la
misma manera, todo santo orará a ti en el tiempo en que puedas ser hallado.
3.
Petición
Y ahora debo conmover mi corazón con un
sentido profundo de la necesidad que tengo de las misericordias por las que
oro, porque estoy incompleto, incompleto para siempre sin ellas; y hacerlo
teniéndolas en alta estima y valoración, pues soy feliz y completo para siempre
si las obtengo; para que, como Jacob, luche con Él en oración, como por mi vida
y la vida de mi alma. Pero no debo en mis oraciones tener la intención de
decirle lo que tiene que hacer ni moverlo con mi inoportunidad. Él me conoce
mejor de lo que yo me conozco y sabe lo que hará. Pero de esta manera abro mis
necesidades y deseos, remitiéndome luego a su sabiduría y bondad; dándole a Él,
por este medio, honor como mi Protector y Benefactor y tomando el camino que Él
mismo ha señalado para recibir su misericordia.
Señor, todos mis anhelos están delante de ti y mis suspiros
no te son ocultos; aun los suspiros y los gemidos que son demasiado profundos
para las palabras; porque el que escudriña el corazón conoce la mente del
Espíritu.
Y esta es la confianza que tengo en Él, que, si le pido algo
de acuerdo a su voluntad, Él me escucha. Y si yo sé que Él me escucha en lo que
le pido, sé que tengo las peticiones que le he hecho.
Mírame y ten gracia conmigo como lo haces con los que aman tu
nombre, y haz por mí más de lo que puedo pedir o pensar y suple todas mis
necesidades de acuerdo a tus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Y cuando camine a través del valle de sombra de muerte,
quédate conmigo, que no tema mal alguno y que tu vara y tu cayado me consuelen.
Que el bien y la misericordia me sigan todos los días de mi
vida y que more en la casa del SEÑOR para siempre. Que tu permanente amor y tu
fidelidad estén conmigo.
Señor, haz que siempre me regocije, que me regocije en el
Señor siempre, porque nuevamente él me ha dicho: “Regocíjate”; para que pueda
seguir mi vida regocijándome, que pueda comer mi pan con gozo y tomar mi vino
con un corazón alegre, porque tengo razón para hacerlo porque Dios ha aprobado
lo que hago.
Dame gracia para servirte, SEÑOR mi Dios, con gozo y alegría
de corazón en la abundancia de todas las cosas, para cantar de los caminos del
SEÑOR, porque grande es la gloria de mi Dios.
Que tenga esa alegría de corazón que es como una buena
medicina, y líbrame de la ansiedad que abate el corazón y de la tristeza del
mundo que produce muerte.
Señor, enséñame a sufrir como un buen soldado de Cristo
Jesús, para que no tema el reproche o las injurias de los hombres, ni me
avergüence de Cristo o de sus palabras, sabiendo en quién he creído, y que es
capaz de guardar para aquel día lo que le he confiado.
Señor, que en el día de la prosperidad esté gozoso y en el
día de la adversidad considere, porque Dios ha hecho tanto el uno como el otro,
para añadir a mi sabiduría dominio propio, y al dominio propio, paciencia.
Dame gracia para permanecer contigo en cualquier condición a
la que sea llamado, y que en todos mis caminos te reconozca y esté complacido
de que establezcas mis pasos.
Que sea fortalecido con todo poder, de acuerdo a la potencia
de tu gloria, para toda paciencia y longanimidad con gozo.
Cuando sea afligido de muchas maneras, que no sea derribado;
que cuando esté perplejo, no me deje llevar por la desesperación, sino que, a
pesar de que tenga muchas aflicciones, pueda regocijarme siempre, sin tener
nada, pero como poseyéndolo todo.
4.
Acción de gracias
Mi llegada hasta el trono de la gracia no es
sólo para buscar el favor de Dios, sino para darle la gloria debida a su
nombre, y esto no sólo mediante una temerosa adoración de sus infinitas
perfecciones, sino también mediante un reconocimiento agradecido de sus
bondades para conmigo.
Que mi alma bendiga al SEÑOR y que todo lo que hay dentro de
mí bendiga su santo nombre; sí, que mi alma bendiga al SEÑOR y no se olvide de
ninguno de sus beneficios.
Alabaré al Señor, porque es bueno y agradable y la alabanza
corresponde a los justos; sí, es bueno dar gracias al SEÑOR, cantar alabanzas a
tu hombre, Oh Altísimo, declarar tu misericordia en la mañana y tu fidelidad en
la noche.
Tú visitas la tierra y la riegas; tú la enriqueces
grandemente; el río de Dios está lleno de agua; tú provees su grano porque tú
lo has preparado. Tu riegas sus surcos abundantemente, nivelas sus terrones,
los suavizas con lloviznas, bendices su crecimiento. Tú coronas el año con tu
generosidad, tus carretas desbordan de abundancia.
Todos mis huesos dirán: “Oh SEÑOR, ¡quién es como tú!” Porque
tú guardas los huesos y no permites que ninguno de ellos se quiebre.
Yo me acuesto y me duermo por ti, SEÑOR, y me haces vivir con
seguridad.
Tú has dado órdenes a los ángeles con respecto a mí, para que
me guarden en todos mis caminos; para que me sostengan en sus manos, para que
no tropiece contra una piedra. Todos ellos son espíritus que ministran,
enviados para el bien de los que heredarán la salvación.
Tú me haces descansar en verdes pastos, me alimentas junto a
aguas tranquilas; preparas una mesa para mí en presencia de mis enemigos; unges
mi cabeza con aceite y mi copa rebosa.
¡Oh qué maravilloso que la bondad y la misericordia de mi
Salvador se manifestaran! Él me salvó, no por mis propias obras de justicia,
sino de acuerdo a su propia misericordia: yo me he destruido, pero en ti y sólo
en ti he tenido ayuda.
Cuando estaba condenado a morir y era como agua desparramada
en la tierra, que no puede juntarse de nuevo, entonces diste los medios para
que el desterrado no permaneciera así para siempre.
Y ahora, ¿qué le daré al SEÑOR por todos sus beneficios para
conmigo? Que mi alma vuelva a él y repose en él, como descanso, porque me ha
tratado generosamente: Levantaré la copa de mi salvación e invocaré el nombre
del SEÑOR; porque el SEÑOR es bueno; para siempre es su misericordia y su
fidelidad por todas las generaciones.
5.
Intercesión
El Señor Jesús me enseña a orar no sólo con
otros, sino también por ellos; el apóstol me asigna la responsabilidad de
suplicar por todos los santos, y muchas de las oraciones en las epístolas son a
favor de sus amigos. Debo permitir que una santa llama de amor, tanto hacia
Dios como hacia al hombre, haga aún más viva y ardiente mi devoción.
Dios, mi Salvador, tú me enseñas a orar por todos, porque
esto es bueno y agradable a tus ojos por cuanto deseas que todos se salven y
lleguen al conocimiento de la verdad y de Jesucristo, quien se dio a sí mismo
en rescate por todos.
Oh que tu camino sea conocido en todas las naciones, y que
quienes andan sin Dios en el mundo sean traídos al servicio del Dios viviente;
de tal modo que tu poder salvador sea conocido en todas las naciones. Sí, que
todos los pueblos te alaben, Señor, que todos los pueblos te alaben; que se
alegren y se gocen las naciones, porque juzgas a los pueblos con rectitud, y
guías a las naciones de la tierra.
Que el evangelio sea proclamado a toda criatura; porque ¿cómo
creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les
predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? ¿Y quién enviará obreros
sino el Señor de la mies?
Que tu luz alumbre a los que están en tinieblas, y que a los
asentados en región de sombra de muerte tu luz les resplandezca.
Salva a tu pueblo, y bendice tu heredad; sé el pastor y
susténtales para siempre. Fortalece a tu pueblo y bendícelo con tu paz; rodéalo
de tu favor como con un escudo.
Que la gracia sea con todos los que con amor inalterable aman
al Señor Jesucristo; porque tú conoces a los tuyos, y haces que se aparten de
la iniquidad todos aquellos que invocan el nombre de Cristo.
Que recuerde en mis oraciones a aquellos que sufren
persecución por causa de Jesucristo, como si estuviera preso juntamente con
ellos y con aquellos que son maltratados, ya que yo también estoy en el cuerpo.
Oh desciende desde lo alto, rescátalos de los que los aborrecen y llévalos a un
lugar seguro.
Mi pueblo es gente pecadora, gente cargada de maldad, una
generación maligna; por eso, muchos son los motivos que tenemos para gemir por
todas las abominaciones que se cometen entre nosotros.
La maldad se ha multiplicado entre nosotros y el amor de
muchos se ha enfriado.
Dios mío, no nos olvides ni nos abandones a pesar de que
nuestra tierra está llena de pecado contra el Santo de Israel.
Oh Dios, restáuranos, haz resplandecer tu rostro y seremos
salvos. ¡Manifiesta tu poder y sálvanos!
Muestra, oh Señor, tu misericordia, y danos tu salvación; que
tu salvación esté cerca de los que te temen y que tu gloria habite en nuestra
tierra. Que la misericordia y la fidelidad se encuentren; que la justicia y la
paz se besen. Que brote de la tierra la verdad y la justicia mire desde lo
alto. Sí, que Jehová nos dé lo bueno: Que la justicia vaya delante de Él y nos
ponga sus pasos por camino.
6.
Conclusión
Puedo concluir mi oración con peticiones
inclusivas que resuman todas las demás.
Que el Dios de paz que resucitó de los muertos al Señor
Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, me
dote de todo lo bueno para hacer su voluntad obrando en mí lo que le agrada por
medio de Jesucristo.
Señor, guíame al amor de Dios y a la paciencia de Cristo.
Y que el Dios de toda gracia, que me llamó a su gloria
eternal en Jesucristo, después de que haya padecido un poco de tiempo, me
perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Señor, me has asegurado que todo lo que pida al Padre en el
nombre de Cristo me lo darás. Así pues, te pido todas estas cosas en el nombre
que es sobre todo nombre, Cristo Jesús; aquel nombre que es ungüento derramado.
Señor, haz resplandecer tu rostro sobre mí, por amor a Cristo, tu Hijo amado, a
quien siempre escuchas. Buen Señor, capacítame para escucharlo, y complácete
conmigo en él.
lunes, 23 de marzo de 2020
En Dios descansa mi alma
Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
“…para que el mundo
crea.” Juan 17:20-23
22 marzo 2020
José Luis García Antonio
En Dios
descansa mi alma
Salmo 62
Propósitos
generales:
A. Animar a los creyentes a descansar en
Dios en medio de las tribulaciones
B. Llamar a los no creyentes a la fe en
Jesucristo
C. Exponer los atributos de poder y amor
de Dios de modo que la iglesia pueda disfrutarlo, adorarlo y proclamarlo a
otros.
1. Solamente en Dios descansa mi alma
1 En Dios solamente está acallada mi alma;
De él viene mi salvación.
De él viene mi salvación.
Solamente – palabra en hebreo para enfatizar
Mi alma está en silencio = descansando en Dios
Dios es mi salvación
David está compartiendo algo personal, algo que ha
experimentado en su vida.
2. Solamente Dios me salva
2 El solamente es mi roca y mi salvación;
Es mi refugio, no resbalaré mucho.
Es mi refugio, no resbalaré mucho.
Dios es mi refugio, como una roca
donde poner el pie con firmeza.
No es algo movedizo.
Es algo fuerte, pero además alto; se hace referencia a un
acantilado; un lugar que resulta un refugio contra el sol, contra el viento;
pero también, al estar arriba, como un lugar alto desde donde poder ver al
enemigo y tener ventaja en batalla.
Su salvación no venía de su destreza para “enfrentar sus gigantes”
Su salvación no venía de su grupo de valientes guerreros
Su salvación no estaba en su historial, como el que “mató a sus
diez miles”
Su refugio es Dios.
Él es el desvalido, él es el frágil, él es el que busca ayuda.
3. Solamente buscan hacerme mal
3 ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre,
Tratando todos vosotros de aplastarle
Como pared desplomada y como cerca derribada?
Tratando todos vosotros de aplastarle
Como pared desplomada y como cerca derribada?
4 Solamente consultan para
arrojarle de su grandeza.
Aman la mentira;
Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah
Aman la mentira;
Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah
Ahora pasa a enfatizar su situación.
No describe los detalles de lo que
está pasando, pero poéticamente nos revela sus sentimientos.
Él se siente como una pared
“chueca” a la que hay que derribar.
Una pared que no está a plomo, y
le tienen que dar de mazazos.
Pero, lo hacen con mentiras y
maldad…
Externamente bendicen, pero en
realidad le maldicen desde sus adentros.
Solamente – palabra para enfatizar
Le quieren hacer daño.
Y eso hace que surja dentro un
sentimiento o deseo de justicia.
En este mundo, hay muchas cosas
que pueden turbar nuestra alma, si no es el coronavirus, será el desempleo, o
las preocupaciones por los hijos. Cada día trae sus propios afanes. Y detrás de
todo ello, Satanás aprovecha para lanzar sus dardos de fuego buscando menguar
nuestra fe. Queriendo traer el temor o la ansiedad.
4. Solamente en Dios descansa mi alma
5 Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.
Porque de él es mi esperanza.
Así que, nuevamente,
enfatiza – que su alma reposa en Dios.
En silencio, cuando en realidad cualquiera quisiera alzar la voz desesperadamente
y gritar, reclamar.
Así fue la actitud de Cristo, guardando silencio ante un juicio
injusto, descansando en Dios. Encomendando su alma al Señor.
Y en el Señor está su esperanza. Él sabe que debe esperar en el
Señor.
5. Solamente Dios me salva
6 El solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi refugio, no resbalaré.
Es mi refugio, no resbalaré.
7 En Dios está mi salvación y mi gloria;
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.
8 Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;
Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio. Selah
Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio. Selah
Nuevamente, enfatiza y repite que su salvación viene de Dios, pero
ahora desemboca en un llamado a todos los pueblos a descansar en Dios.
Él es la roca – en especial es una roca no cortada con mano
humana – hubo una roca, formada como un monte con forma de calavera, sobre
la cual Cristo murió por nuestros pecados, y se nos llama a edificar nuestras
vidas sobre esta roca.
No solo él descansa en Dios, sino que llama a todos a hacerlo.
David está admirado del Señor, realmente lo ve como una fortaleza,
como su refugio en medio de las dificultades. Que sabe que, si una persona se
pierde de esta experiencia, de tener a Dios como su refugio, se ha perdido de
la mayor experiencia en la vida, y finalmente, se ha perdido de todo. Por eso
tiene que llamar a todos los pueblos a “derramar su corazón delante del Señor y
confiar en él.”
“Las mentes más humildes y al mismo tiempo más sensatas y capaces,
alaban continuamente, mientras los cascarrabias, los inadaptados y los
descontentos alaban menos… el desdeñoso y esnob le encontrará fallos a todo.”
“del mismo modo que los seres humanos alabamos espontáneamente lo
que valoramos, con la misma espontaneidad urgimos a que otros se unan a
nuestros elogios.”
“Creo que nos gusta elogiar lo que disfrutamos porque la alabanza
no solo expresa, sino que también completa el placer; es el reconocimiento de
su consumación.”
Así que David, tiene que pasar de su experiencia personal, a
completar su gozo, haciendo un llamado a todos los pueblos a descansar también
en el Señor.
Por eso dedica este salmo al director de la música y las
alabanzas, para que no solo se sepa, sino que se cante y se pase de la poesía
al canto, y del canto al canto congregacional, porque hay verdades tan grandes y
profundas que merecen ser cantadas. Que cuando son debidamente comprendidas y
apropiadamente sentidas, brotan en cantos desde el corazón.
6. Solamente son vanidad
9 Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón;
Pesándolos a todos igualmente en la balanza,
Serán menos que nada.
Pesándolos a todos igualmente en la balanza,
Serán menos que nada.
10 No confiéis en la violencia,
Ni en la rapiña; no os envanezcáis;
Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.
Ni en la rapiña; no os envanezcáis;
Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.
Otro énfasis, solamente son vanidad, los hombres y las riquezas,
por eso no se puede poner la confianza en ellos.
Y aquí regresamos a la imagen del Edén.
El juego de palabras dice:
El hijo de Adán es Abel, y el otro es Caín.
El que no es vano, es engañoso.
No se puede confiar en uno, porque es como el soplo que
pasa.
No se puede confiar en el otro, porque es traicionero.
La salvación no estaba, ni en Abel, ni en Caín… tenían
que esperar a “la simiente de la mujer” – El Señor Jesucristo para que trajera
la salvación.
7. Solamente existe una gran verdad
11 Una vez habló Dios;
Dos veces he oído esto:
Que de Dios es el poder,
Dos veces he oído esto:
Que de Dios es el poder,
12 Y tuya, oh Señor, es la misericordia;
Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.
Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.
Y aquí tenemos el punto culminante donde descansa la
confianza de David.
¿Por qué su alma puede descansar en Dios?
Y aquí contrasta a Abel y a Caín
Dios no es vano, sino eterno y todo poderoso.
Dios no es engañoso ni traicionero, sino misericordioso.
En él se puede confiar.
La palabra “misericordia” en este salmo, es hesed, que habla
del amor leal, comprometido de Dios para con el pueblo de su pacto.
Quisiera terminar leyendo Romanos 5:1-11.
Si fuera justo, no necesitaría de misericordia.
Si tuviera una muy buena excusa, no necesitaría de
misericordia; pero soy inexcusable.
La primera implicación de nuestra justificación es que
“tenemos paz para con Dios” – el significado de shalom
No el concepto griego como un cese de hostilidades, sino el
concepto hebreo de bienestar, prosperidad o salvación. Por eso, nuestra alma
puede descansar en Dios.
Y todo es “mediante Jesucristo”
“en esta gracia estamos firmes” – el nuevo estado del
creyente es uno en el que la gracia es la característica dominante.
“nos gloriamos” – estamos gozosos y confiados – esta es la
respuesta apropiada a la salvación que tenemos en Cristo.
El creyente debe gloriarse no solo en la esperanza de la
gloria de Dios, sino también en las tribulaciones.
Todo sufrimiento delata la presencia del enemigo e incluye un
ataque a nuestra relación con Cristo.
Pero, los sufrimientos, en vez de amenazar o debilitar
nuestra esperanza, como podríamos pensar que fuese el caso, aumentarán la
seguridad de nuestra esperanza.
La seguridad que tenemos no se basa solamente en un
reconocimiento intelectual del hecho del amor de Dios, ni siquiera en la
demostración del amor en la cruz, sino también en una certidumbre interna,
subjetiva, de que Dios nos ama.
El verbo “derramar” tiene la connotación de una efusión
abundante, “extravagante”: No dice que nos haya sido “dado”, sino “volcado
por todo nuestro corazón”, mostrando así la profusión del mismo. (Crisóstomo)
Ahora podemos descansar en Dios, gracias al amor de Dios, a
la salvación que obró Cristo en la cruz y al Espíritu Santo que nos fue dado.
Hermano,
Dios es poderoso,
Dios es misericordioso.
Nuestra alma puede descansar en él.
El futuro es incierto. Los temores acechan de todos lados.
Pero él es poderoso y amoroso.
Descansemos en él.
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