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martes, 31 de diciembre de 2019

El malo caerá - Jueces 5:27


“a sus pies se desplomó, cayó, durmió,
a sus pies se desplomó, cayó;
donde se desplomó, allí cayó, deshecho.”
Jueces 5:27

Después de 20 años de oprimir cruelmente al pueblo de Israel, el poderoso general Sísara, cae muerto por una mujer. Es humillado, cae a los pies de Jael.

Poéticamente en el canto, la escena es repetida en paralelismo enfatizando su humillación, porque debemos saber que el hombre malo no se saldrá para siempre con la suya, el malvado, el asesino, el violador, el estafador, no tiene la última palabra.

Llegará un día, en que será quebrantado y tendrá que rendir cuentas ante el juez justo de toda la tierra. Un día, el opresor cae.

Dios es el que tiene la última palabra. La salvación es del Señor.

¡Suéltate la cabellera! Jueces 5:2



“Cuando Israel se suelta la cabellera, cuando el pueblo se ofrece voluntario, ¡bendecid a Yahvé!” Jueces 5:2

El cántico celebra la victoria del pueblo de Israel sobre Sísara y sus 900 carros de combate, quienes les habían oprimido cruelmente durante 20 años.

Y resalta la participación voluntaria del pueblo, en una batalla desigual, pero que por la intervención divina ganan, son liberados y tienen 40 años de paz.

El cántico celebra al Señor por haber cambiado la voluntad del pueblo para que se ofrecieran voluntariamente, se pusieron al frente de batalla, se consagraron para el Señor. En hebreo, la imagen que presenta estas palabras es la de “soltarse la cabellera”, es decir, consagrarse al Señor para la batalla, ser valientes y sacar su lado determinado, resuelto y con agallas.

La situación lo ameritaba. Habían abandonado al Señor y ahora debían consagrarse a él, volver al Señor del Pacto.

Nosotros tenemos algunas frases similares, por ejemplo, cuando alguna acción no requiere de mucho esfuerzo, decimos que la realizamos “sin despeinarnos”. Y sí, en muchas ocasiones, no se requiere de mucho esfuerzo de nuestra parte. Pero existen otras ocasiones, en que es puesta a prueba nuestra valentía.

La obra del Señor requiere que nos “soltemos la cabellera”. Seguro que habrá en el 2020 muchas ocasiones en que enfrentemos “batallas” personales, familiares, de salud, financieras, etc. Que requerirán de nosotros valentía. Pero, quiero dirigir nuestro pensamiento a la obra del Señor y su reino.

No debemos ser indiferentes, o ver solo por lo propio, como nos incita la filosofía de vida de esta generación. Sino ver por Cristo y por su reino. Que haya en nosotros el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús.

Mi llamado es a que este 2020 te “sueltes la cabellera” por Cristo y por su reino.

¡Load a Jehová!

domingo, 29 de diciembre de 2019

domingo, 22 de diciembre de 2019

La adoración de los sabios - Mateo 2:1-11




Diez características de la adoración de los Sabios a Jesús
1. Reconocieron inmediatamente la luz de Dios cuando esta resplandeció. vs. 2
2. Fueron receptivos al Espíritu Santo. 2 Cor. 3:6
3. Creyeron lo poco que sabían de Él. vs. 2
4. Buscaron verdaderamente de todo corazón (Jer. 29:13)
5. Gozo inmenso le precede vs.10
6. Este mismo versículo implica gran interés
7. Fue muy expresiva. Se da la idea de caer, postrarse y besar los pies o el dobladillo de las vestiduras. vs.11
8. Hay un encuentro con el niño. vs. 11
9. Es únicamente a Jesús. vs.11
10. Hay una ofrenda como elemento implícito, no como añadidura. vs.11

martes, 17 de diciembre de 2019

¿Debemos Celebrar la Navidad? - Emanuel Elizondo


¿Debemos Celebrar la Navidad?
Por estas fechas, cada año, escucho de algunos Cristianos que no celebran la Navidad, o algunos aspectos que culturalmente asociamos con la Navidad, como las luces, el pinito, Santa Claus y los regalos. Quisiera dar algunas razones por las cuales yo sí celebro la Navidad, algunos aspectos que no me gustan o no celebro, y una palabra para aquellos que no la celebran.

¿Qué es la Navidad?
Es importante tener una definición de lo que es la Navidad. Navidad viene del latín nativitas, [1] que quiere decir “nacimiento”. Así que, básicamente, la Navidad es la celebración de la encarnación; es decir el nacimiento del Dios hecho Hombre, nuestro Señor Jesucristo. En la Navidad se celebra algo que ninguna otra religión alega: que Dios se hizo carne con el propósito de salvar a sus criaturas de su pecado y su destino, el infierno.

Esa es, entonces—idealmente—la razón por la cual existe la Navidad. No son los regalos, ni las luces, ni el pinito, ni dar amor. Principalmente es una celebración. Es una fiesta de cumpleaños.

Sin embargo, muchos alegan que no debemos celebrar la Navidad. Me parece interesante que la mayoría de las personas que proponen esto no son ateos o personas de otra religión (ellos simplemente ignoran la razón y disfrutan de la época), sino Cristianos, normalmente conservadores, y con buenas intenciones. Una de las principales alegaciones es que no sabemos si Cristo nació el 25 de diciembre, y que más bien ésta es una celebración Católica con orígenes paganos que no tienen nada que ver con el deseo Cristiano-Protestante de ser regulados solamente por la Palabra de Dios. Démosle, entonces, un vistazo al origen de esta celebración.

El Origen de la Navidad[2]
Dejemos en claro algo: la Biblia no dice cuando nació Jesucristo. La mayoría de los teólogos hoy en día están de acuerdo que muy probablemente Cristo no nació el 25 de diciembre, y no voy a discutir las fechas que se proponen porque al final es hacer lo mismo, tratar de poner una fecha cuando simplemente no sabemos.

El registro histórico muestra que la primera persona en asociar el 25 de diciembre con el nacimiento de Cristo fue un historiador Cristiano llamado Sextus Julius Africanus, y esto fue en el año 221 después de Cristo. Estamos hablando, entonces, que esta asociación entre el nacimiento de Cristo y el 25 de diciembre comenzó hace más de mil setecientos años. Igualmente, hay registro histórico de algunos de los primeros teólogos de la iglesia postularon esta fecha como el nacimiento de Cristo.

¿Pero qué no era la Navidad, específicamente el 25 de diciembre, una festividad romana/pagana que celebraba el dies solis invicti nati, es decir, “el día del nacimiento del sol inconquistable”? Hay que dejar otra cosa en claro: esta alegación no es segura. ¿Una posibilidad? Sí. Pero el registro histórico no es claro al respecto, hay historiadores que niegan esta asociación, y hay otras teorías del porqué de la Navidad; así que decir con toda certeza que la Navidad no es más que una tradición pagana no es correcto.

Pero vamos a suponer que sí, la Navidad es la “cristianización” del dies solis invicti nati. ¿Entonces qué hacemos? Esto que voy a decir ahora es mi opinión.

El Reino de Dios, representado por los hijos de Dios, es superior al Reino Terrenal. Por lo tanto, los Cristianos tenemos el deber y el poder de “redimir” ciertos aspectos de nuestra cultura, siempre y cuando se haga con cuidado y con el propósito de expandir el Reino. Un ejemplo contemporáneo sería cómo muchos Cristianos celebran el Día de la Reforma el 31 de Octubre, en lugar de celebrar el Halloween.

Si hace mil quinientos años, los Cristianos, cuya Fe se expandía vorazmente por el Imperio Romano y hasta los lugares más remotos del mundo conocido, decidieron cambiar esa tradición pagana por una tradición Cristiana... ¡bien por ellos! Hicieron una buena labor, porque hoy en día nadie sabe lo de la tradición pagana, y todo mundo sabe de la tradición Cristiana.

Es increíble que la celebración de la Navidad tiene casi dos mil años, cuando hoy en día nadie sabe ni se acuerda de la tradición pagana del dies solis invictinati. Es decir, los Cristianos ganamos, si pudiera ponerlo de esa manera.

¿Pero... qué del pinito, las decoraciones, y Santa?
Es verdad que antiguamente algunas naciones paganas adoraban árboles. Igualmente, algunas civilizaciones (incluida la Hebrea) veían el árbol como símbolo de la vida eterna. Pero eso a decir que el pinito es lo mismo que la práctica pagana es otra cosa muy diferente.

El uso del pinito como decoración navideña se remonta a aproximadamente el siglo 16, en Alemania. En el siglo 17 se introdujo a los EUA a través de colonos alemanes, y en el siglo18 era una tradición muy popular entre los Luteranos alemanes. Para el siglo 19 y 20 ya era una tradición Cristiana popular alrededor del mundo, y algunos argumentan que la figura del pino representa la Trinidad por su forma triangular; y por supuesto, la estrella en la cima representa la estrella de Belén.

Aunque puede ser que el pino venga de ciertas tradiciones alemanas no-Cristianas, para los Cristianos alemanes era ciertamente una tradición Cristiana.

La tradición de las luces es relativamente moderna por el obvio motivo de que la electricidad es una invención moderna. Sin embargo, esta tradición se remonta al siglo 17, en donde los Cristianos decoraban sus casas con velas para celebrar la Navidad.

La tradición de dar regalos data de los finales del siglo 18, y es un recordatorio de que, así como Dios dio a su Hijo, y como los Magos trajeron presentes a Cristo, los Cristianos debemos igualmente ser dadivosos y dar regalos a los demás. Un regalo siempre es inmerecido, al igual que Cristo.

En cuanto a Santa... no tiene nada que ver con la Navidad, en mi opinión. Yo no soy uno que demonice a Santa Claus. No me "rasgo las vestiduras" cuando veo a un Santa en el centro comercial, o en la TV tomándose un refresco popular. Sin embargo, creo que aquellos que incluyen a este personaje en su celebración deben de hacerlo con cuidado. Yo, personalmente, no tengo problema con ponerme un gorro rojo de vez en cuando, ya que lo hago en broma. Sin embargo, no tengo pensado decirles a mis hijos que Santa les dio los regalos. No señor, si yo los compré entonces yo se los regalé, no un hombre de barba larga con extraña vestimenta.

A mis hermanos que no celebran la Navidad
Ya di algunas razones por las cuales yo celebro la Navidad. Una última: la gran mayoría de la gente está espiritualmente un poco más sensible en esta época. Es más probable que acepten una invitación a la reunión de la iglesia, que lean algún folleto, vean una película evangelística, escuchen villancicos o acepten una lectura de los Evangelios en Nochebuena.

Además, no celebrar la Navidad es visto con desconfianza por los que no creen. “¿Qué no son Cristianos? ¿Y no celebran el nacimiento de Jesús? Han ser de alguna secta”. Es decir, no celebrar la Navidad resulta muchas veces contraproducente.

Pero si tú, mi hermano, por motivos de conciencia, o por cualquier otro motivo (por ejemplo, la secularización de la Navidad, lo cual a mí también me preocupa), no celebras la Navidad... estás en tu derecho. La Biblia dice que tenemos la libertad, y también la obligación, de no ir contra nuestra conciencia. Igualmente, ya que la celebración de la Navidad no es mandada en la Biblia, no estás obligado a celebrarla. Los Puritanos no la celebraban, y tú no tienes qué hacerlo. No me molesta ni me enoja, aunque no creo que sea la mejor decisión.

En cuanto a mí, sí celebro la Navidad. Me gustan las luces, el pinito, y dar regalos (¡y recibir también!). Y es verdad que el verdadero motivo de la Navidad se está perdiendo y está siendo suplantado por otras cosas. Pero por la gracia de Dios, no será así en mi casa, ni tampoco creo que se soluciona con actitudes a la Grinch.

Así que... ¿debemos celebrar la Navidad? No debemos (no es una obligación), pero podemos (es una oportunidad).

Sin más qué decir...

¡Feliz Navidad!

por Emanuel Elizondo



[2] Un buen lugar para consultar es la Enciclopedia Britannica, http://www.britannica.com/EBchecked/topic/115686/Christmas


domingo, 8 de diciembre de 2019

La obediencia de María

sábado, 7 de diciembre de 2019

Del librero: Enseñanzas que transformaron el mundo


Enseñanzas que transformaron el mundo

Dr. Miguel Nuñez


En este libro el Dr. Nuñez realiza una exposición doctrinal, centrada en la soteriología y dedicada a los pastores hispanoparlantes. Son diez enseñanzas que él presenta como centrales del período de la Reforma, las cuales, según su apreciación, impactaron y catapultaron el desarrollo de las naciones europeas y la estadounidense. Como cierre, agrega dos capítulos que concentran la exposición bajo el concepto del Evangelio.


1.    Sola Escritura
2.    La salvación de Dios y la inhabilidad del ser humano
3.    Elección inmerecida
4.    Sola fide: Solo por fe
5.    Sola gratia: Solo por gracia
6.    Gracia irresistible
7.    Solus Christus: Salvación en Cristo solamente
8.    Expiación limitada
9.    Perseverancia de los santos
10.  Soli Deo gloria: Solo a Dios la gloria
11.  ¿Qué es el evangelio?
12.  El poder del evangelio

Miguel Nuñez empieza manifestando su tesis sobre la relación que él encuentra sobre estas enseñanzas y la transformación de la sociedad. Alude a la historia de la Reforma y se apoya en la realidad presente de las naciones europeas y estadounidense para afirmar que estas enseñanzas son las que están detrás de la transformación y progreso que se dio en ellas. Y presenta el ejemplo de Latinoamérica como el caso de naciones que ignoran estas enseñanzas y se evidencia en su falta de desarrollo.

…estas enseñanzas son grandemente desconocidas en Latinoamérica. En la mayoría de los lugares donde se han conocido no han tenido la oportunidad de impactar la sociedad y quizás esto explique por qué nuestras naciones en el sur global no han tenido el desarrollo del norte. De aquí mi interés en que estas doctrinas sean dadas a conocer porque la única esperanza de la sociedad es el evangelio de Jesucristo que puede cambiar el corazón del hombre y su forma de pensar.

El libro, ciertamente, se centra en la exposición doctrinal, sin embargo, nos deja a deber esa relación a la que alude al inicio, de cómo cada una de esas enseñanzas contribuyeron a la transformación y desarrollo social. Una vez que inicia su exposición, su tesis inicial y el énfasis mostrado incluso por la imagen de la portada, como un nuevo amanecer sobre Latinoamérica, es abandonado y solo lo retoma hasta el capítulo 12 y en la breve conclusión y esto, de manera general sin detallar la relación entre las enseñanzas expuestas y la transformación; sino dejándolo mencionado de manera global y dándolo por hecho.

Lutero fue cambiado y el mundo fua cambiado por Lutero, y este mensaje del evangelio fue lo que cambió al mundo… fue el mismo evangelio que cambió la cara de Europa posterior a la Reforma. Y ese es el mismo evangelio que puede cambiar tu vida, la de tu familia, nuestra nación y todo un continente.

Sin embargo, en su conclusión, aunque él expone la tradición doctrinal calvinista, menciona que los wesleyanos igualmente ejercieron su influencia transformadora en Europa. Además, de que deja entrever que una de las enseñanzas (la cual no aborda en el libro) que contribuyó a que los creyentes desempeñaran un rol activo en la transformación social, fue el no hacer distinción entre actividades seculares y sagradas.

Cada capítulo concluye con una sección que titula Reflexión Final, que termina siendo mas como un resumen de lo expuesto en el capítulo. Es ahí donde yo esperaba que nos mostrara o, al menos esbozara esta conexión entre la doctrina expuesta y la transformación de la vida.

De todas maneras, usted encontrará las exposiciones doctrinales muy claras y le llevarán a reflexionar sobre la Palabra de Dios. Siempre será una buena inversión de tiempo el considerar la enseñanza de la Biblia respecto a nuestra grande salvación y afirmar nuestros corazones en la Santa Palabra de Dios. Algunas enseñanzas las encontrará controversiales, pero el llamado que hace es a “leer este pasaje varias veces para que pueda entender mejor las implicaciones…”; y considero que esto será de grande provecho para su vida y ministerio.

Por lo demás, es una lectura recomendable, y la exhortación que hace el Dr. Nuñez es pertinente si es usted pastor o predicador de la Palabra; hace una exhortación recurrente a centrarse en la Palabra de Dios, a exponer el Evangelio y a defender la fe; sin lugar a duda, al hacerlo, presta un gran servicio a la iglesia del Señor.

Para quienes revisan las referencias bíblicas, en la página 103 debe decir Mateo en lugar de Juan, tanto en la cita como en el inicio del penúltimo párrafo.


José Luis García Antonio
Diciembre, 2019

Algunas frases
Es una batalla por el corazón y la mente del ser humano. Es una lucha por la verdad, porque es solo esa verdad la que nos hace libres en Cristo. Es por esto que las verdades expuestas en este libro son esenciales si queremos ver cambios sinceros y duraderos en nuestras naciones latinoamericanas como ocurrió en Europa y en Norteamérica posterior a la Reforma.

Estas enseñanzas cautivan el corazón del hombre que encuentra libertad del pecado y lo impulsan a regresar a su sociedad para traer luz en medio de la oscuridad y para ser agente de preservación como la sal.

En Amazon lo puede conseguir en versión digital o impresa.

En B&H Publishing

En la página de Integridad y Sabiduría