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domingo, 18 de octubre de 2015

Sesión 29: Llamado a confiar en el Señor - Isaías 50


Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
“…para que el mundo crea.” Juan 17:20-23

El mensaje del profeta Isaías – Sesión 29: Capítulo 50
José Luis García Antonio

Exhortación a confiar en el Señor
Introducción.
Veremos las verdades del evangelio en el capítulo 50 de Isaías, mostrando las causas de su cautiverio, a la vez que observamos una vindicación de Dios. Y consideraremos el mensaje del Señor sobre lo que le espera ahora a la nación de Israel [y a todas las naciones] y cómo los salvará por medio de Su Siervo.
Nos sorprenderá el ver que el Siervo llevará a cabo su obra por medio del sufrimiento y con ello logrará una gran salvación.
Finalmente el profeta Isaías hará el llamado a confiar en el Señor y ser salvos, dejando su advertencia a quienes no lo hagan.

I.          La causa del cautiverio (50:1-3)
Cuando el pueblo de Israel se encuentre en la cautividad, ellos tendrán que de alguna manera explicar qué es lo que pasó, cómo es que la ciudad de Jerusalén fue derrotada y destruida, cómo es que salieron de la Tierra Prometida y qué es lo que harán ahora, qué hay para ellos en el futuro.

A.  Ilustración del divorcio
La primera conclusión será que Dios ha fallado, puesto que no pudo cumplir sus promesas. No hay tierra -> no hay pacto -> no hay Dios.
Y al elaborar su respuesta, ellos mencionaban dos analogías:
50 Así dice el Señor:
¿Dónde está esa carta de divorcio
con la que repudié a vuestra madre?

La primera es decir que Dios ha repudiado a su pueblo, que le dio carta de divorcio y por eso los mandó lejos.
B.  Ilustración de los acreedores
¿O a cuál de mis acreedores os vendí?
La segunda ilustración es la de que fueron vendidos como esclavos porque Dios tenía deudas pendientes que pagar.

Ambas ilustraciones son formas de expresar el pensamiento de que el que falló fue Dios, que no pudo salvarles o que no quiso salvarles. Que no permaneció fiel al pacto.
C.      Razón de su cautiverio

He aquí, por vuestras iniquidades fuisteis vendidos,
y por vuestras transgresiones fue repudiada vuestra madre.
2 ¿Por qué cuando vine no había nadie,
y cuando llamé no había quien respondiera?
La verdadera razón es que ellos fueron llevados a cautiverio por causas de sus iniquidades. Ellos son los que no permanecieron fieles al Señor. Se alejaron de él y sufrieron las consecuencias.

D.  La razón no está en Dios
¿Acaso es tan corta mi mano que no puede rescatar,
o no tengo poder para librar?
He aquí, con mi reprensión seco el mar,
convierto los ríos en desierto;
sus peces hieden por falta de agua,
mueren de sed.
Yo visto de negrura los cielos,
y hago de cilicio su cobertura.
Tenemos, pues, una vindicación de Dios. Él es fiel, poderoso y amoroso. Y podía y quería salvarles. Él está de luto al ver a Su pueblo llevado cautivo. Su corazón llora y se viste de luto.

Y para salvarles, el Señor envía a Su SIERVO.

II.       El Siervo del Señor les salvará (50:4-9)
Este siervo es, en algún sentido Isaías consolando al pueblo, o también Ciro como rey que ordena el retorno o los gobernantes y profetas de la restauración [Zorobabel, Esdras, Nehemías, Hageo, Zacarías, Josué]
Pero en un sentido mayor y amplio, está refiriéndose al Señor Jesucristo.

A.  El Siervo sabe hablar al agotado
El Señor Dios[a] me ha dado lengua de discípulo[b],
para que yo sepa
sostener con una palabra al fatigado.
El Señor Jesucristo viene con “buenas nuevas”, con palabras de consuelo llamándoles con ternura, pues la situación no es para menos.
Las personas son descritas como fatigadas, exhaustas.
Pero el Señor habla “como nunca nadie habló antes” y sus palabras son “palabras de vida”.

B.  El Siervo es obediente al Señor
Mañana tras mañana me despierta,
despierta mi oído para
escuchar como los discípulos.
El Señor Dios me ha abierto el oído;
y no fui desobediente,
ni me volví atrás.
El Siervo es obediente y en su obediencia nosotros somos obedientes. Él es nuestra justicia. No solo es “como si nunca hubiéramos pecado”, sino más que eso, es como si nosotros hubiéramos sido obedientes. Cristo es nuestra justicia.
ÉL fue obediente en todo, hasta la muerte y muerte de cruz.
Y Ahora, que ya somos hijos de Dios, debemos ser obedientes a la justicia, ya no ir por el mismo camino desenfrenado y ser discípulos, “mañana tras mañana” escuchar Su Palabra y obedecerla.
C.  El Siervo es sufriente
Di mis espaldas a los que me herían,
y mis mejillas a los que me arrancaban la barba;
no escondí mi rostro de injurias y esputos.
Uno de los puntos controversiales y hasta escandalosos, era que el mesías sufriría. Esto no tenía sentido, ya que se suponía que el mesías derrotaría el mal y la injusticia. ¿Cómo iba a derrotar el mal? ¿Sufriendo y muriendo?
Él sufrió por nosotros porque nos ama. No nos necesita, por ello su amor es perfecto y está dispuesto a hacerse vulnerable.

Para nosotros el reino de Dios comienza con debilidad, renuncia, cediendo los derechos de nuestra vida, comienza cuando admitimos que necesitamos un salvador.



D.  El Siervo es sostenido por Dios al realizar Su Voluntad
El Señor Dios me ayuda,
por eso no soy humillado,
por eso como pedernal he puesto mi rostro,
y sé que no seré avergonzado.
Cercano está el que me justifica;
¿quién contenderá conmigo?
Comparezcamos juntos;
¿quién es el enemigo de mi causa?
Que se acerque a mí.
He aquí, el Señor Dios me ayuda;
¿quién es el que me condena?
He aquí, todos ellos como un vestido se gastarán,
la polilla se los comerá.
El Señor perfila su rostro como un pedernal para ir hacia la cruz, Dios le fortalece. Recordemos que antes de ir a la Cruz, Dios le fortalece en el monte de la transfiguración, y la noche de su agonía, aunque sus discípulos duermen, Dios le fortalece y manda ángeles para atenderle.
En realidad, Él es justo, pero va a ser entregado por nosotros, los pecadores.
Y al final, saldrá triunfante. Y sus enemigos como vestidos se gastarán, se los comerá la polilla.

III.    El llamado a confiar en el Señor (50:10-11)
A.  La salvación viene solo por medio del Siervo del Señor (Solo Cristo)
10 ¿Quién hay entre vosotros que tema al Señor,
que oiga la voz de su siervo,
que ande en tinieblas y no tenga luz?
Ahora, viene el llamado a confiar en el Señor. La salvación viene solo por Cristo, sólo en él hay perdón de pecados y justificación. En él hay vida y comunión.
Él es la luz y el que le siga no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
B.  La salvación viene solo por medio de la fe (Sola Fe)
Confíe en el nombre del Señor y apóyese en su Dios.

La salvación es solo por la fe.
Una fe que está basada en el conocimiento (notitia). Tiene un fundamento y este es la obra de Cristo en la cruz. Que él es el cordero de Dios provisto desde antes de la fundación del mundo y que él murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras, que resucitó al tercer día y ascendió a los cielos.
Pero es también una fe que requiere de un asentimiento a ese conocimiento (asentia), es decir que estemos de acuerdo con Dios, en que somos pecadores y necesitamos de un salvador.
Y, además, de que depositemos nuestra confianza plena en él (fiducia), que abandonemos nuestra vida en sus manos, confiados en esta verdad.
Como el ejemplo de la semana pasada cuando Carlos hablaba de Rahab la ramera, ella tenía un conocimiento, asintió a ello y confió su vida al Señor.
Solo así podemos ser salvos.

C.  Los que no confían en el Señor, están perdidos
11 He aquí, todos vosotros que encendéis fuego,
que
os rodeáis[c] de teas,
andad a la lumbre de vuestro fuego
y entre las teas que habéis encendido.
Esto os vendrá de mi mano:
en tormento yaceréis.

Los que no confían en el Señor, están perdidos. Están poniendo sus esperanzas en “antorchas” y se refugian en frágiles luces, no en La Luz.

Ellos tendrán su fin en “las tinieblas de afuera, donde será el llanto y el crujir de dientes”.

 

Diferentes antorchas:

El amor, el éxito en la vida, los estudios, los placeres, etc. Pero creo que el más recurrente es el DINERO.

 

Hay una trampa con la cual el dinero nos hace alejarnos de Dios y hacernos sentir autosuficientes, pensar que tenemos la vida hecha.

Nos gusta poder comprarnos todo lo que queramos, sentirnos que encajamos en círculos sociales exclusivos, que podemos “vivir” sin preocupaciones. Pero es una trampa.

Nos adaptamos fácilmente a un incremento en los ingresos y a ese estilo de vida y nos resulta tan difícil luego “bajar” el estilo de vida.

Como dice la canción mexicana, “yo no nací para pobre, me gusta todo lo bueno”, claro estaba enamorada de una muchacha rica y ella no sabía mirar para abajo y él tan pobre!

Pero debemos de pensar en el hombre rico que fue Jesús y sin embargo, por amor a nosotros se hizo pobre!!!

Te imaginas eso!

Para que nosotros fuéramos enriquecidos.

Así que, qué son nuestras “pequeñas riquezas” comparadas con todo lo que el Señor dejó por nosotros que no podamos entregarlo todo por él.

Él debe ser todo para ti y para mí.



domingo, 27 de septiembre de 2015

Historia de Dos Ciudades - Isaías 47-48

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Parábola del Banquete de Boda

jueves, 3 de septiembre de 2015

La providencia de Dios (libro de Ester)

La providencia de Dios

(Bosquejo basado en el libro de Ester)
 José Luis García A.

“... ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?” 4:14

Introducción

            Definición de Providencia
“Suprema sabiduría de Dios que rige el orden del mundo” (Larousse)
Providere (latín): Pro – antes o con antelación; Videre - ver

I.                   La providencia de Dios en los acontecimientos mundiales

A.    En las decisiones de gobierno (Ester 1:13-22; 2:1-4) 
B.     En los medios más mundanos (Ester 1)
C.     En las altas posiciones sociales (Ester 1)

II.                La providencia de Dios en los dones y virtudes otorgados a los hombres

A.    En las cualidades físicas (Ester 2:7)
B.     En las cualidades intelectuales (Ester 2:19-23)
C.     En las posiciones que otorga (Ester 2:17; 4:13-14)

III.           La providencia de Dios en los tiempos de crisis

A.    Ordenando las cosas para que ayuden a bien (Ester 8)
B.     Dando confianza a su pueblo (Ester 8:16-17)
C.     Actuando en el momento oportuno (Ester 9:1-15)

IV.             La providencia de Dios en los tiempos de celebración

A.    El gozo de Dios (valor y temor) (Ester 9:16-32)
B.     La conmemoración (Ester 9:16-32)
C.     Dios es el que triunfa (Ester 9:16-32)

Aplicaciones

      Confianza en medio de adversidades
      Vida de oración
      Adoración y alabanza
      Humildad
      Fe, valor y estrategia

      Gozo y celebración

Un sutil enemigo de la fe: La ansiedad (Mateo 6:25-34) - Betty Rosas de García

Un sutil enemigo de la fe: La ansiedad


Hay un sutil enemigo de la fe, que llega a nuestras agitadas vidas urbanas y sin percibirlo, va haciendo que nos enfoquemos en asuntos secundarios y que abandonemos o descuidemos la fe. Va haciendo que valoremos las cosas que se ven y despreciemos o no estimemos como de mayor valor a Dios y Su Palabra. Este enemigo de la fe es la ansiedad.

Lectura de la Biblia

Mateo 6:25-34
25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Definición

La palabra “afanarse” proviene de los términos griegos:
merizo – que significa dividir
nous – que significa mente
En otras palabras, una persona que está ansiosa sufre de una mente dividida, dejándole inquieto y distraído.

Algunas observaciones del pasaje

6:26       “Vuestro Padre celestial las alimenta” (a las aves)
6:30       “Dios la viste así” (a la hierba del campo)
6:32       “Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad”
Pensemos en las dos ilustraciones que nos da el Señor Jesucristo con respecto a Dios el Padre.


Nos dice:
1.       Que Dios alimenta y cuida de las aves.
¿Qué atributos de su carácter manifiesta Dios al tener cuidado de las aves, que son tan pequeñas?

Veo a Dios misericordioso, cuidadoso, humilde como para atender a un pequeño pájaro.

2.       Que Dios viste a los lirios del campo.
¿Qué cualidades de carácter manifiesta Dios al vestir de manera tan especial a los lirios del campo?

Dios es creativo.
Es espléndido, se luce al vestir de manera tan bella a una flor, sin importar que sea de tan corta duración.

3.       Pensemos en las diferencias y las similitudes que tenemos nosotros con las aves y los lirios.

Similitudes: Nuestra vida tiene necesidades, es frágil y pasajera.
Diferencias: Somos de mayor valor delante de Dios.

Nuestro Señor Jesucristo nos dice además que Dios Padre conoce nuestras necesidades también, así como sabe de los pájaros y los lirios.

Negarse a asumir el papel de Dios.


Dios es el que alimenta, Dios es el que viste, Dios es el que sabe.
Nosotros no podemos asumir el papel que le corresponde a Dios.
Si tenemos la responsabilidad de trabajar con honestidad, de ahorrar y de compartir para las necesidades de otros, pero esto siempre, dependiendo de la ayuda de Dios Padre.
Santiago 4:13-17 – Nos ayuda a ver cómo es la tendencia del hombre a ser independiente de Dios.

Dios quiere que le busquemos a él y su reino como asunto principal.

6:33       “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia.”

1.       Nosotros no tendemos a buscar a Dios de manera natural, la Biblia dice que todos nosotros nos apartamos de Dios y no queremos venir a él. (Isaías 53:6, Romanos 3:23)
2.       Pero el gran amor de Dios se manifestó al enviar a su Hijo Jesús a pagar por nuestros pecados para llevarnos a Dios. (Romanos 5:8)
3.       La obra de Cristo es suficiente, por su muerte puedo tener mis pecados perdonados. Y por su vida, tengo acceso a la vida de comunión con Dios. Una vida de fe. Ser trasladado al reino de Dios. (Colosenses 1:13)

Dios desea ser nuestro más grande tesoro. Que lo tengamos a él en primer lugar y que confiemos nuestras vidas a su cuidado.

32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

Este mundo está diseñado para distraernos de Dios y hacer que nos enfoquemos en una búsqueda afanosa de cosas materiales, y nos hace pensar que el éxito consiste en tener cosas.  Nos lleva a tener una mente dividida, dejándonos inquietos y distraídos.


No seamos vencidas por este sutil enemigo.

34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

martes, 1 de septiembre de 2015

Creciendo en Familia

Creciendo en Familia

                                                                                                                        José Luis García A.

Introducción.

Aunque la familia es reconocida como el elemento natural y fundamental de la sociedad y con derecho de protección por parte del Estado y de la sociedad en general;  no existe un consenso sobre la definición de familia.
En nuestra sociedad hay muchos conceptos que se han ido formando “de aquí y de allá” debido a múltiples factores legales, económicos, culturales y afectivos. Incluso existen quienes, en su desorientación, dicen: “Nadie sabe ser padre” o “No fuimos a una escuela para el matrimonio”.
Sin embargo, tenemos en la Biblia, la Palabra de Dios, toda la guía sabia que necesitamos para la vida. Dios nos ha dejado Su Revelación y en ella nos muestra el origen de la familia y su propósito a través de ella. Dios desea que usted y su familia sean bendecidos, fortalecidos y enriquecidos en todo. Que vayamos  “Creciendo en Familia”.
Veamos lo que nos dice Dios, en el libro de los comienzos, el Génesis.

Dios crea la familia.

1.       Dios crea al hombre con alma y cuerpo
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” Génesis 2:7

Dios crea al hombre del polvo de la tierra y sopla en él, aliento de vida.
Al crearlo del polvo de la tierra, Dios lo hace con una cierta relación con el resto de la creación material, y al darle de su mismo aliento, lo hace para tener una cierta relación con Él, el Creador. El hombre es creado a semejanza de Dios y con dimensiones espirituales.

Además, al crear Dios al hombre, lo hace en un proceso que enfatiza su relación personal con él. El hombre, a diferencia del resto de la creación, recibe una especial atención al momento de ser creado, es un ser personal.

2.       Dios diseña la familia con un hombre y una mujer
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” Génesis 2:18

“Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Génesis 2:21-24

La familia es una creación divina, Dios la estableció y la diseñó.
Dios diseñó los sexos de manera que fueran complementarios, “idóneos” el uno para el otro.

Dios bendice a la familia.

1.       Dios bendice a la familia expresando su deseo
“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” Génesis 1:28

Dios les da su bendición. Él crea la familia y la bendice. Pero la bendición de Dios no es como la bendición del hombre, que muchas veces se convierte solo en buenos deseos; sino que la bendición de Dios conlleva, su deseo y todo lo necesario para que así sea efectivamente en la vida del hombre. Su bendición enriquece al hombre en todo sentido.

2.       Dios bendice a la familia con su compañía
“Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.” Génesis 3:8

Dios bendice a la familia con su comunión, Él se goza en la comunión con el hombre. Nos dice la Biblia que él se paseaba en el huerto y buscaba al hombre.

Aún hoy en día, podemos decir que Dios “se pasea por nuestro mundo” y busca la comunión con el hombre, con las familias que él ha creado para tener compañerismo con ellos.

3.       Dios bendice a la familia con un huerto
“Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal” Génesis 2:9

Dios provee a la familia de todo lo necesario para la vida. No solo de cosas útiles, sino también bellas y deliciosas.

Y les provee además de la capacidad para disfrutar de sus dones. Él alma que se encuentra satisfecha en Dios, es capaz de disfrutar también de sus dones y de ver en ellos la bondad de Dios de manera concreta y real.

Dios establece responsabilidades para la familia.

1.       El hombre es responsable delante de Dios
“Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” Génesis 2:16-17

El hombre debe obediencia al Señor. Ningún hombre es soberano, siempre ha de someterse a Dios y sus designios.

2.       El hombre tiene una responsabilidad con su cónyuge
El hombre tiene una responsabilidad de amor, cuidado y respeto en relación a su cónyuge.

3.       El hombre tiene una responsabilidad con las futuras generaciones
El hombre tiene también una responsabilidad en relación a las futuras generaciones.
Los hijos están diseñados para el tiempo y la eternidad y por ello, han de ser instruidos en toda virtud y procurar su desarrollo en el aspecto espiritual, físico, intelectual, emocional y social.
Criar hijos con fe en el Señor, con un carácter virtuoso, con habilidades y con conocimientos para desarrollarse en la vida, y todo esto en un ambiente de amor y confianza.

En el libro de Génesis encontramos de manera repetida la frase “estas son las generaciones de”, y vemos en cada una de las listas de genealogías, lo que el hombre hizo con su responsabilidad, delante de Dios, de transmitir la fe a las futuras generaciones. Algunos tuvieron generaciones que guardaron su relación con Dios, pero otros, tuvieron generaciones que se olvidaron de Dios y le menospreciaron.

Conclusión.

En Jesucristo, Dios restaura a la familia. No importa si en este momento nos sintamos o estemos fracasando en nuestras familias. Dios puede y quiere restaurarnos en Jesucristo.
En Jesucristo, él nos bendice, nos muestra el camino para restablecer los roles correctos en la familia, y nos vuelve a dar la encomienda en relación a las futuras generaciones.
En Cristo son bendecidas todas las familias de la tierra.
Usted puede ser restaurado, gracias a la obra de Cristo en la cruz.
Gracias a que él llevó en la cruz nuestros pecados, fue muerto y resucitó al tercer día, ascendió al cielo y un día volverá para establecer su reino.