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domingo, 12 de abril de 2020

El Señor Reina - Salmo 93




Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
“…para que el mundo crea.” Juan 17:20-23
12 abril 2020
Domingo de resurrección
Salmo 93 – Un poema de majestad
José Luis García

Propósitos
·         Que los creyentes puedan apreciar, sorprenderse y disfrutar la gloria de Dios.
·         Que los creyentes respondan en adoración al Señor con una vida de santidad y amor
·         Que los no creyentes puedan escuchar el Evangelio de la gloria de Dios

Lectura

Salmos 93 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
La majestad de Jehová
93 1 Jehová reina; se vistió de magnificencia;
    Jehová se vistió, se ciñó de poder.
    Afirmó también el mundo, y no se moverá.
Firme es tu trono desde entonces;
Tú eres eternamente.
Alzaron los ríos, oh Jehová,
Los ríos alzaron su sonido;
Alzaron los ríos sus ondas.
Jehová en las alturas es más poderoso
Que el estruendo de las muchas aguas,
Más que las recias ondas del mar.
Tus testimonios son muy firmes;
La santidad conviene a tu casa,
Oh Jehová, por los siglos y para siempre.

Introducción
·         Observaciones iniciales sobre la estructura del poema
·         Dios reina
·         Afirmó el mundo, su trono y sus testimonios; en contraste con las ondas líquidas
·         Los ríos se alzan – porque no son “altísimos”
·         Trono – testimonios – santidad – templo
·         Eternamente – por los siglos y para siempre


Parte 1 – LA GLORIA DE DIOS    Versículos 1-2
1 Jehová reina; se vistió de magnificencia;
    Jehová se vistió, se ciñó de poder.
    Afirmó también el mundo, y no se moverá.
Firme es tu trono desde entonces;
Tú eres eternamente.
“Lo augusto mueve al respeto”
La vestimenta del Rey – magnificencia y poder
Una combinación de rey – guerrero; majestuoso, pero a la vez poderoso. [un matagigantes]
Isaías 51:9-10
Despiértate, despiértate, vístete de poder, oh brazo de Jehová; despiértate como en el tiempo antiguo, en los siglos pasados. ¿No eres tú el que cortó a Rahab, y el que hirió al dragón?
10 ¿No eres tú el que secó el mar, las aguas del gran abismo; el que transformó en camino las profundidades del mar para que pasaran los redimidos?
En Efesios, el apóstol Pablo llama a los creyentes a vestir del poder de Dios, para la luca espiritual contra las huestes espirituales de maldad.
Su Brazo poderoso se manifestó en la creación.
Afirmó el mundo – La Creación en el séptimo día
                La gloria de Dios
                No se moverá – lo fijó, lo estableció, lo midió. No está lejano, lo cuida y lo sustenta.
El contraste es con los ídolos, que ellos mismos no están fijos, se mueven, se tambalean… si no se pueden sostener ellos mismos, cómo confiar en ellos para que nos sostengan en medio de la dificultad, cuando la barca se menea y se embravece el mar.
La economía no es firme, frecuentemente se tabalea. Los gobiernos no son firmes. La salud no es firme. Asuntos como esta pandemia nos colocan en una situación “tambaleante”, en la incertidumbre; y no nos gusta estar en vilo. Algunos, incluso, han expresado su deseo de contraer el virus con toda su familia, para ya pasar por ello, sanar y quedar inmunes… pero mas que nada es para no estar en la incertidumbre que les inquieta y les llena de ansiedad. Quisieran la tranquilidad de algo firme y seguro… algo de qué asirse.
Y ahí es donde volteamos a Dios, firme. Con su Creación firme. Con su trono firme. Con sus estatutos firmes. No se moverá. ¿Logra ver su Majestuosidad? ¿puede sentir que su corazón se maravilla, disfruta, aprecia, agradece que Dios sea firme y seguro? ¿Llena su corazón de santa paz en medio de la tormenta?
Dios se glorifica no solo cuando es vista su gloria, sino cuando es disfrutada. Cuando quienes la ven se deleitan en ella. Dios se glorifica más que cuando solo la ven. Su gloria es entonces recibida por el alma entera, tanto por el entendimiento como por el corazón. (Jonathan Edwards)
Su brazo poderoso se manifestó en la salvación por Jesucristo, paradójicamente ahí venció. Lo débil de Dios es más fuerte que los poderosos.
La majestad en la Cruz del Calvario – el Rey de los judíos
                La gloria de Dios en forma de rey sufriente
La majestad de Dios al regresar Cristo
                Eso sí que lo veré, 1 Tes. 4:13-18
                En una ocasión, en un estudio bíblico, el autor hacía la pregunta de si nos hubiera gustado observar algo en la historia Bíblica… claro, la idea es que dijéramos que no, que estamos viviendo la mejor etapa del reino de Dios. Pero, yo dije que sí, que me hubiera gustado ver cuándo se abrió el Mar Rojo, cuando las aguas le tuvieron miedo a Dios y se hicieron a un lado… o cuando el Monte Sinaí temblaba y humeaba y sentir que se te estremece el alma… o poder ver cuando David derribó al gigante con una piedra… o haber visto al niño Jesús en el pesebre, o haberlo visto ascender al cielo.
                Sin embargo, nada de eso me tocó ver. Pero hay algo que sí veré.
“El clímax de la exaltación de Jesús será visto por cada creyente. Dios levantará a los muertos para asegurarse que todo ojo contemple su triunfante retorno.” R.C. Sproul


Parte 2 – LA OBRA DE CRISTO    Versículos 3-4
                La oposición
                Las aguas en Egipto – la primera pascua
                Las aguas en Babilonia – otra pascua
“por encima de toda injusticia, todo dolor, y todo sufrimiento, se alza un Dios soberano que realiza su plan de salvación por sobre, contra, e incluso, a través del mal.” R. C. Sproul
                Los pueblos rebeldes al Señor
                Satanás y sus demonios – la oposición
                El Señor es más poderoso
                               La Obra de Cristo en la cruz
“Aquellos que comprenden la soberanía de Dios tienen gozo aun en medio del sufrimiento, un gozo reflejado en sus propios rostros, porque ellos ven que su sufrimiento no carece de propósito.” R.C. Sproul
                Cuando Cristo murió por nosotros en la Cruz, él obtuvo para nosotros la gloria de la obediencia.

Parte 3 – LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO                             Versículo 5
                Sus testimonios – la manera en que se ejecuta su reino
“Si Dios nunca nos revelara nada acerca de él y nos exigiera que confiásemos en él en esta oscuridad, esa sería una exigencia de fe ciega. Se nos pediría que diésemos un salto de fe a ciegas a un terrible abismo de oscuridad. Pero Dios nunca exige un salto tan insensato. Él nunca nos llama a saltar a la oscuridad. Al contrario, él nos llama a abandonar la oscuridad y entrar en la luz. Es la luz de su rostro. Es la radiante luz de su persona, que no tiene sombra de variación. Cuando nos inunda el brillante esplendor de la gloria de su persona, la confianza no es ciega.” R.C. Sproul
                La santidad – la manifestación del amor a Dios
                               Si me amáis… guardad mis mandamientos.
                               La obra del Espíritu Santo
La esencia de la santificación es el amor a Dios y al prójimo. Un amor genuino y sacrificial, que exalta a Cristo.
Es en la obediencia que se halla el camino de la felicidad. Es en la santidad donde hay plenitud. Es Cristo el que es más deseable que todo lo que este mundo ofrece.
Satanás tentó a Eva, haciéndole pensar que la felicidad se encontraba “alzándose” contra Dios. Que la plenitud en la vida, se encontraba en el camino de la desobediencia, pero no fue así. En el camino del mandamiento está la felicidad para el alma. En el camino de santidad, está la plenitud de vida. Solo es camino es firme, y es donde llegarás a ser todo lo que Dios ha preparado para ti.
Y si en tu vida no puedes encontrar el gozo en Dios, este es un llamado al arrepentimiento, a la perseverancia en la fe, a volver al Señor.

                Su casa – el lugar donde veían la hermosura del Señor
                               Ahí lo veían vestido de majestad y de poder
                               En tu casa moraré por largos días
                               Una cosa he pedido al Señor… estar e su casa para contemplar su hermosura
                               Despiértate… me levantaré… cantaré… trovaré… aplaudiré…
Un gozo por la presencia del Señor en su casa, que hasta bailan… y lloran cuando no pueden estar ahí.

Conclusión
El Señor reina con firmeza. Él es glorioso.
Hoy celebramos que él es un rey victorioso que venció al gran enemigo, la muerte. Que ha terminado con el dominio del pecado. Y que con su resurrección ha saca a la luz el poder de una vida nueva.
El Señor está firme, su trono está firme, sus estatutos son firmes… nos llama a vestirnos con su poder y al final… estar firmes [Efesios 6]
El Señor está ceñido de poder – Nos llama a estar ceñidos… eso es firme
No tambalear, sacudirse, resbalar
Tenemos un reino inconmovible


Tenemos muchas interrogantes acerca de nuestra propia muerte. Nos preguntamos dónde moriremos. Especulamos cuándo moriremos. Nos cuestionamos por qué moriremos. La principal preocupación de la Escritura, sin embargo, es cómo moriremos. Esta es la gran pregunta, la pregunta cargada de significación.
Si aún no has creído en Cristo, tienes que saber que al final, solo hay dos maneras de morir, morir en fe o morir en tus pecados.

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