Observemos este pasaje: Salmo 78:34-37
"Si Dios los castigaba, entonces lo buscaban, y con ansias se volvían de nuevo a él. Se acordaban de que Dios era su roca, de que el Dios Altísimo era su redentor. Pero entonces lo halagaban con la boca, y le mentían con la lengua. No fue su corazón sincero para con Dios; no fueron fieles a su pacto" NVI.
Comenta Tim Keller sobre este pasaje: "Algunos parecen muy dispuestos a seguir a Dios; Hablan elocuentemente sobre su fe, y se muestran muy alegres. Sin embargo su fe no perdura, se vuelven a Dios solamente cuando su pecado produce consecuencias dolorosas "Si Dios los castigaba, entonces lo buscaban" Es muy triste que se busque a Dios, o la honestidad, o el tener una apariencia publica de moralidad y justicia, solo por el miedo a ser castigados."
Keller me hizo pensar que seguimos al Señor; no para ser bendecidos, no para evitar ser castigados; Seguimos al Señor porque le amamos. ¡Esa es la característica del creyente! Como lo dice 1 Pedro 1:8, 9 "…a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. Definitivamente "Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero." 1 Juan 4:19 (leer también 1 Juan 5:2) Siempre está presente la sentencia Paulina de 1 Corintios 16:22: "El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene." Y algo más. Si no hemos venido a la luz del evangelio, no podremos amar a nuestro Señor Jesucristo en medio de la prueba.
CAT
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