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miércoles, 28 de junio de 2017

Secretos - Dt. 29:29 (2a Parte)

domingo, 4 de junio de 2017

Marcos 2:1-12 El perdón de pecados


Jesús sana a un paralítico
(Mt. 9.1-8; Lc. 5.17-26)
 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa.
E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.
Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.
Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:
¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?
10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico):
11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
12 Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.
“… no se ha podido conceptualizar correctamente… el pecado … puesto que lo único que puede marcar la diferencia en cualquier concepción posible… es lo que puede significar y significa la frase “delante de Dios”, ésta frase condiciona de manera tal al hombre que forzosamente le implica una relación con Dios, es una relación que comprende un aspecto particular y ontológico; aspecto que por consecuencia establece una correspondencia entre el pecado y Dios, consecuencia que es obvia puesto que el pecado solo tiene significación delante de Dios como tal. No hay pecado que esté fuera de esta relación entre el individuo existente y Dios, o más claramente no tiene significado hablar del pecado cuando no se tiene la idea de aquel que lo comete y contra quien lo comete.” (M. Flores)

“Después que Juan fue encarcelado…” (1:14)
“Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!” (1:25)
“…y no dejaba hablar a los demonios…” (1:34)
“…todos te buscan… vamos a los lugares vecinos…” (1:37-38)
“Entonces le encargó rigurosamente… Mira, no digas a nadie nada…” (1:43-44)
Marcos va dejando entrever algo de oposición. Ahora va a narrar cinco historias donde muestra la oposición de los escribas.
El Señor no quería que lo vieran como un Mesías triunfante, pues le era necesario sufrir e ir a la cruz para perdón de pecados.
En Isaías, esto es lo que nos causó un gran asombro, primero, que el Mesías no sería primero reinante, sino sufriente. Y segundo, que esta salvación sería no solo para los judíos sino también para los gentiles (Galilea de los gentiles – Capernaum)
Hijo del Hombre – imagen de un mesías triunfador – pero acá iba a ser sufriente. Vino a servir, y a servir de tal manera, que era a dar su vida por muchos.
La sanidad de las enfermedades, la vincula como evidencia de su poder u autoridad para perdonar pecados, o sea, que esas sanidades están apuntando al perdón de los pecados en Cristo, en un Cristo sufriente que da su vida en la cruz.
La restauración – El reino viene y trae ¡PERDÓN DE PECADOS!

Personajes
ü  Jesús. El Mesías. Su popularidad ha aumentado. Se llama a sí mismo “El Hijo del Hombre”. Los escribas se refieren a él como “este”. Predica a la gente. Es sensible a percibir la fe de las personas. Sabe los pensamientos de los escribas. Perdona pecados. Sana.
ü  Un paralítico. Es un hombre con limitaciones de movilidad. Es llevado por otros. Es objeto del perdón de Jesús. Es sanado por el Señor.
ü  Cuatro que cargan al paralítico. Son personas que llevan al paralítico, con fe en el Señor. Son osados. Son determinados.
ü  Algunos de los escribas. Son maestros distinguidos. No exponen sus objeciones, solo piensan y desaprueban a Jesús. Despectivos hacia el Señor. Juzgan a Jesús. Son retados a creer. Son escépticos. Son celosos, pues el pueblo ve a Jesús como mejor maestro que ellos.
ü  La multitud. Conocen la fama del Señor. Muchos habían sido sanados por él. Escuchan al Señor, en tiempos de su fama. Se muestran expectantes ante lo que sucederá. Glorifican a Dios maravillados.
Lugar
ü  Capernaum. Ya había estado ahí en el capítulo 1, en casa de Simón, en la sinagoga, sanando a muchos, predicando y echando demonios. Es ciudad de Galilea de los gentiles, el pueblo que habitaba en tinieblas.
Aquí ya había estado, enseñó en la sinagoga, y ahí mismo hecho fuera un demonio. En casa de Pedro sana a su suegra, luego sana a muchos enfermos y echa fuera demonios. Después sana a un leproso.
ü  Casa. El Señor entra en una casa.
ü  Techo. Este es un lugar accesible desde el exterior. Es relativamente fácil descubrir el techo o hacer un agujero.
ü  Tu casa. El hombre sanado y perdonado es enviado a su casa.
Atmósfera
ü  La multitud viene a Jesús con entusiasmo.
ü  La multitud está expectante ante lo que hará Jesús.
ü  Los cuatro que cargan al paralítico manifiestan determinación.
ü  Los escribas generan una atmósfera molesta.
ü  La multitud se goza y alaba al Señor.
ü  Al final la multitud terminó en asombro.
Palabras y frases
ü  Pecado.
ü  Perdonar.
ü  Paralítico – lecho.
ü  Poder. “no podían acercarse”, “quién puede perdonar”, “el Hijo del Hombre puede perdonar”, “perdonar pecados”

1.   Jesús entra en Capernaum (Mr. 2:1)
a.   Otra vez – Otra oportunidad. Y eso que ya había sanado a muchos.
b.   Después de algunos días
c.    Casa. Tal vez la casa de Pedro y Andrés.

2.   Muchos se juntan (Mr. 2:2)
a.   Inmediatamente
b.   Llenan la casa
c.    Jesús predica la palabra

3.   Vienen unos trayendo un paralítico (Mr. 2:3)
a.   Entonces
b.   Cargado

4.   Descubren el techo y bajan al paralítico (Mr. 2:4)
a.   El obstáculo. No podían acercarse.
b.   El techo. Suben por una escalera exterior que era común en aquellos tiempos.
c.    La abertura. En un techo de ramas y palos, podían quitar algo de esto.
d.   Bajan al paralítico. Al parecer usando cuerdas.
e.   DELANTE DE DIOS

5.   Jesús perdona al paralítico (Mr. 2:5)
a.   Ve fe
b.   Ve un hijo
c.    Ve pecado
d.   Solipsismo
e.   Indigencia
f.     Pecado – DELANTE DE DIOS
                                         i.    Perdona sin merecimiento de por medio – No hay somos indigentes. Sin obras posibles.
                                       ii.    Perdona por Cristo – no se ve de momento, pero se verá después que el perdón implica su servicio sacrificial hasta la muerte de Cruz.
                                      iii.    Perdona por fe
                                      iv.    Perdona por su sangre

6.   Los pensamientos de los escribas (Mr. 2:6-7)
a.   Cuestionan la autoridad de Jesús. Ellos sabían que Jesús tenía fama de enseñar mejor que ellos, con autoridad, eso decía la gente. De dónde tiene su autoridad.
b.   Lo acusan de blasfemar
c.    Solo uno – Dios
d.   Murmuración. No gritan como los endemoniados solo juzgan en silencio.

7.   Jesús confronta los pensamientos de los escribas (Mr. 2:8-9)
a.   Los exhibe
b.   Un reto. Qué es más fácil.

8.   Jesús sana al paralítico (Mr. 2:10-11)
a.   Evidencia de que perdona sus pecados
b.   Para que sepáis…
c.    La palabra de Jesús

9.   El paralítico se levanta y sale (Mr. 2:12)
a.   Obediencia. Se levantó y salió tomando su lecho.
b.   Testimonio. Salió delante de todos.
c.    Perdona para vivir. “Vete a tu casa”
d.   Perdonado con una esperanza, ahora. La gloria de Dios.

10.   La multitud glorifica a Dios (Mr. 2:12)
a.   Asombro
b.   Glorifican a Dios. Doxa.
c.    ¡Nunca hemos visto tal cosa!
d.   Los escribas quedan exhibidos. No se pueden gozar en el perdón de pecados y la salvación del paralítico por estar “desenfocados”.
Romanos 5:1-2
Justificados, pues,
        Por la fe,
Tenemos paz
        Para con Dios
        Por medio de nuestro Señor Jesucristo,
        Por quien también
Tenemos entrada
        Por la fe
        A esta gracia en la cual estamos firmes,
Y
Nos gloriamos

        En la esperanza de la gloria de Dios.