II.
Breve reseña de la historia de la música
en la iglesia.
La Música en la Adoración de la Iglesia 1 (Las Escrituras)
La musica en la adoracion de la iglesia 2 - ibuc.org (La Historia)
La Música en la Adoración de la Iglesia 3 (La Cultura)
Conclusiones
Colosenses 3:16
La Música en la Adoración de la Iglesia 3 (La Cultura)
Conclusiones
Colosenses 3:16
103 D.C. Testimonio
de Plinio al emperador Trajano: “Ellos (los cristianos) estaban
acostumbrados a reunirse en un día determinado, antes del alba y cantar un
himno a Cristo como Dios.”
150 D.C. Clemente
de Alejandría fue el primer himnógrafo de quien se sabe en la historia.
Nació en Atenas y se convirtió al cristianismo en Alejandría, llegó a ser un
poderoso predicador. Antes de sufrir el martirio en 220 d.C., escribió muchos
himnos, de los cuales todavía se cantan algunos. En relación a la importancia
de los cantos en su época dijo: “Cultivamos los campos entonando alabanzas,
navegamos cantando himnos; nuestras vidas están llenas de oraciones y lecturas
bíblicas, antes de comer, antes de acostarnos y aún en la noche. ¡Por este
medio nos unimos al coro celestial!”
S. I-III La
música en conflictos doctrinales. Los falsos maestros usaron la música para
enseñar sus doctrinas heréticas. Los cristianos compusieron himnos doctrinales
para enseñar y contrarrestar el efecto de los cantos de los falsos maestros.
Por ejemplo, para enseñar la doctrina de la Trinidad compusieron el himno, que
aún se canta, “Gloria demos al Padre” (626)
363 D.C. Un
concilio prohibió el canto en las congregaciones.
340-397 Ambrosio,
el obispo de Milán, es conocido como el padre del himno latino. Fue el más
famoso compositor del siglo IV e inició un sistema de canto llano, incluyendo
cuatro modos, basado en la música antigua griega. Luchó contra la herejía y
animó a los cristianos a cantar en la iglesia y fuera de ella, en la mañana, a
mediodía y en la tarde. Ejemplo: Eterno Padre Celestial (79)
S. VI Gregorio, el magno. Fue uno de los papas más importantes. Inventó
un sistema de notaciones musicales. Creía que la congregación no debía cantar,
que esto solo era función del clero. Estableció un seminario para el estudio de
la música sagrada. Arregló música solemne y muy formal (canto gregoriano) e
introdujo modos en la música.
S. VII Andrés
de Creta. Fue obispo de Creta y patriarca de Jerusalén. Sus poemas todavía
se cantan en la iglesia ortodoxa griega.
348-410 Aurelio
Prudencio. Uno de los primeros poetas cristianos, vivió en España y en Roma
durante la época del imperio romano. Fue un próspero magistrado, luchó contra
la idolatría y los sanguinarios juegos de los gladiadores. A los 57 años de
edad se dedicó a escribir libros teológicos e himnos, como el (159) Fruto del
Amor Divino, que exalta a Jesucristo, originalmente en latín. Los cristianos
han entonado este hermoso canto llano en diversos idiomas por más de un
milenio.
1500 D.C. Los cantos fueron dirigidos principalmente a
la virgen María o a un santo. Guido
d’Arezzo, monje benedictino, inventó en el año 1000 el sistema de sílabas
musicales que actualmente se usa, habiendo obtenido los nombres de las notas de
las primeras sílabas de los versos del “Himno a San Juan Bautista”. También
inventó una pauta de cuatro líneas.
S. V-XV Algunos monjes escribieron himnos que actualmente
se usan en las iglesias evangélicas.
Algunos ejemplos de himnos
de los siglos V al XV
Letra:
Oh Ven,
Bendito Emanuel (111) - Himno latino - siglo IX
Cabeza
ensangrentada (203) – Bernardo de Claraval - siglo XII
Oh, criaturas del
Señor (33) – Francisco de Asís - 1182-1226
Hazme un
instrumento (423) - Francisco de Asís - 1182-1226
Oh profundo,
inmenso amor (175) – Tomás de Kempis – siglo XV
Música:
Fruto del amor
divino (159) – canto llano – siglo XI
Oh Ven, bendito
Emanuel (111) – canto llano – siglo XV
Resucitó Jesús el
Señor (219) – Giovanni P. da Palestrina - 1591
1415 D.C. Juan Hus. Precursor de La Reforma. Poco
antes de su martirio dijo a sus seguidores: “Prediquemos el evangelio no
solamente del púlpito, sino por himnos.” Los hermanos bohemios pusieron en
circulación el primer himnario para la congregación, en 1504.
1529 D.C. Martín Lutero animó a los protestantes
a cantar y escribió 37 himnos, entre ellos Castillo Fuerte (45). Tradujo la
Biblia y muchos himnos al idioma de la gente común en Alemania. Publicó un
himnario evangélico e inició “fiestas de cantos”. Sus enemigos dijeron: “Él ha
condenado más almas con sus himnos que con todos los libros y sermones.”
1509-1564 Juan Calvino. Defendió la filosofía de
que los creyentes debían cantar de su fe y gozo. Creía que solamente los Salmos
debían cantarse, y halló quién le escribiera nueva música para los 150 salmos.
Éstos se cantan alrededor del mundo.
Algunos ejemplos de himnos
de los siglos XVI y XVII
De boca y corazón
(69) – Martín Rinkart, letra 1636 / Johann Cruger, música 1648
Alma, bendice al
Señor (16) – Joachim Neander, letra 1680
/
Stralsund Gesangbuch, música 1665
Si dejas tú que
Dios te guíe (406) – Georg Neumark, 1641
Para siempre es
su bondad (506) – John Milton, 1623
Soneto al
crucificado (562) – Poesía, Miguel de Guevara, Siglo XVII
S. XVIII Isaac Watts. Insistió en que los Salmos
era un libro primordialmente de los judíos, y que los cristianos debían dar el
primer lugar al evangelio de Jesucristo en su canto. Empezó a escribir himnos a
la edad de 18 años y continuó escribiendo toda su vida. Ejemplos: “Al mundo paz”
(118), “En la cruz” (210), “La cruz excelsa” (516), 48, 51, 88, 516, 533, 616.
S. XVIII Charles y John Wesley. Dios les usó
para impulsar el gran avivamiento que transformó a Inglaterra. Escribieron unos
6000 himnos, una gran ayuda para el crecimiento de la iglesia Metodista.
Ejemplos: “Oh, que tuviera” (49), 126, “Maravilloso es el gran amor” (166),
237, 550.
S. XVIII Juan Newton. Perdió a su madre cuando
era niño, a los 11 años empezó una vida de marinero y con el tiempo se dedicó a
transportar esclavos de África. Aunque Dios le libraba de peligros en los
cuales se metía por sus vicios, Newton seguía resistiéndose al Señor, hasta que
después de un naufragio se convierte y su vida es transformada por la gracia de
Dios. Sublime gracia (300) y Cuán dulce el nombre de Jesús (405) son ejemplos
de sus himnos.
S. XIX Fanny Crosby. Perdió la vista a las
seis semanas de edad. Sin embargo, a sus 24 años, publicó un libro de poemas.
Es famosa por sus 3000 himnos publicados, la mayoría de los cuales son cánticos
evangelísticos. Ejemplos: 3, 20, 173, 316, 323, 339, 342, 366, 408, 424, 465,
497, 559.
S. XIX Reginald Heber y Felipe Bliss fueron himnólogos destacados. El primero escribió
“Santo, santo, santo” (4) y el 540. Felipe Bliss escribió la letra y la música
de los cantos 157, 163, 196, Mi vida di por ti (198), Bellas palabras de vida (280),
301, 575, 373, 553.
1837-1916 Juan Bautista Cabrera. Se convirtió en
Gibraltar mientras huía de la persecución en España. Más tarde fue pastor en
Madrid. Fue obispo de la nueva iglesia reformada española. Fundó una revista
evangélica y enseñaba clases de música en su iglesia, publicando un himnario en
1878. Escribió “Nunca, Dios mío” (104) y tradujo “Santo, santo, santo”,
“Castillo fuerte” y otros.
1837-1909 Tomás Westrup. Nació en Londres, de
padres anglicanos. A los 15 años la familia se trasladó a México. En 1864 ayudó
a organizar la primera iglesia evangélica en México y fue su pastor. Imprimió
su primera colección de himnos en 1875. Escribió el poema “Dicha grande es la
del hombre” (589) y tradujo otros. (237, 241, 308, 316, 329, 431, 465, 560)
1816-1868 William B. Bradbury. Compositor
conocido por su amor por los niños. Se dedicó a formar coros infantiles, hasta
de mil voces, para alabar a Dios. Fabricaba pianos y logró que en su ciudad se
incluyera la música en los programas de educación pública. Escribió 59
colecciones de cánticos, introduciendo un nuevo estilo sencillo y alegre que él
había conocido en un viaje a Suiza. “Cristo me ama” (572) es obra de Cradbury.
1854-1938 Leandro Garza Mora. Experiencias
amargas en su niñez le hicieron huir de su casa y cayó en malas costumbres. Con
el tiempo regresó y entabló amistad con unos misioneros evangélicos. Recibiendo
el mensaje del evangelio colaboró a establecer una iglesia en su pueblo natal,
Matamoros, Tamaulipas, México. Llegó a ser pastor y traductor de himnos,
sirviendo al Señor durante 70 años. Tradujo el himno “Oh, qué amigo nos es
Cristo” (482)
1875-1955 Vicente Mendoza. Nació en Guadalajara,
México en un hogar cristiano. Estudió en seminarios presbiterianos y
metodistas. Fue editor de tres periódicos evangélicos. Publicó 300 himnos en su
vida. Escribió “Oh Padre, eterno Dios” (72), “Jesús es mi rey soberano” (243) y
“Mensajeros del Maestro” (477). Sirvió como pastor itinerante en el Estado de
Puebla, fue profesor de un seminario evangélico y ayudó a la obra del Señor con
verdadero gozo hasta la edad de 80 años.
1904-1971 Alfredo Colón. Nació en Quezaltenango,
República de Guatemala, CA. Hizo profesión de fe en 1922, cuando iba camino a
suicidarse y un creyente indígena le regaló un Nuevo Testamento. Se entregó al
servicio del Señor en 1940. Predicó en toda América Latina, aunque en los
últimos años se encontraba sordo. Trabajó varios años con la radio HCJB. Compuso
muchos himnos y coros latinos, por ejemplo: “Por la mañana” (94), “Yo no quiero
pecar” (429) entre otros. 147, 152, 180, 201, 206, 209, 305, 360, 365, 471,
496, A la victoria Jesús nos llama (541), 582, América será para Cristo (614).
1883-1975 William Robert Adell. Sirvió como
misionero en Guatemala, CA. Escribió materiales para la escuela dominical,
compuso y tradujo unos 200 himnos en español, entre ellos “Maravillosa Gracia”
(8), “Oh, Amor de Dios” (63). Al final de su vida, ya ciego, escribió el
siguiente testimonio: “considero que todo lo que he hecho es muy ordinario,
excepto mi servicio para Dios. Con todo, hoy parece ser muy poco. Pero muero
consciente de que por la gracia de Dios soy lo que soy. En esta transición, voy
con gozo a su presencia, caminando con mi Salvador a la mansión de mi Padre
celestial.”
1887-1983 Arturo Borja Anderson. Artista, poeta,
alcalde, escritor y pastor. Desde su conversión a los 17 años, sintió una
pasión por comunicar la verdad divina. Predicó en el altiplano guatemalteco,
tanto en español como en cakchiquel. Escribió poemas, diálogos cristianos,
dramas navideños e himnos. Entre los himnos que escribió se encuentran “Con alegres
corazones” (611), “Resurrección” (536).
1914-1987 Roberto C. Savage. Sirvió como
misionero en Colombia y en Ecuador en la radio HCJB. Recolectó himnos y coros,
muchos de ellos inéditos, y compiló 15 cancioneros evangélicos en la serie “Adelante
juventud”. Quizá su obra mayor fue la publicación de “Himnos de Fe y Alabanza”
en 1966. Durante todo su ministerio trató de estimular la creación de nueva música
cristiana latinoamericana. Entre los himnos que tradujo se encuentra “Alabad al
Gran Rey” (20)
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