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Membresía en la iglesia local
I. Una comunidad bien definida
II. Una comunidad comprometida
III. Una comunidad con historia y relaciones
Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
“…para que el mundo crea.” Juan
17:20-23
Serie: Refinemos la perspectiva de la iglesia.
Sesión 4: La membresía de la iglesia local.
José Luis
García A.
Breve Repaso:
Sesión 1
La
estructura o fundamento de la iglesia (Adoración, Biblia, Santidad, Cristo)
Las
actitudes en la iglesia (El fruto del Espíritu Santo)
Las
funciones en la iglesia (con la Palabra, de comunión y de testimonio)
Las
actividades y las formas (Flexibles pero que reflejen la esencia)
Sesión 2
La
iglesia, una comunidad de sacerdotes
Los
líderes en la iglesia
Los
peligros que asechan a los líderes
Dirigiendo
como una familia
Sesión 3
La
iglesia, una comunidad familiar
La
disciplina en la iglesia
¿Por
qué la gente deja la iglesia?
Algunas preguntas.
1.
¿Cuál es la relación correcta con
quienes han dejado IBUC?
Las reacciones mundanas:
“la ley del hielo”
“los innombrables”
Cultura de victimización y
compensación.
Los compañeros rompen el lazo humano y se vuelven
“perpetradores y víctimas”.
Horror a ser excluido.
“…lo que una de las partes celebra como un acto de
liberación es percibido y vivido por la otra como un abominable acto de rechazo
y/o exclusión: un acto de crueldad, un castigo inmerecido o, cuando menos una
prueba del carácter despiadado de quien lo comete… la vida moderna líquida es
una vida de eterna sospecha y vigilancia incansable. No hay modo de saber ni de
qué lado… procederá el golpe, ni quien será el primero en lanzarlo tras haberse
hartado de fastidiosos compromisos y promesas de una lealtad difícil de
mantener (o tras haber localizado afectos más prometedores y menos incómodos en
algún otro lugar), ni quién demostrará ser suficientemente fuerte, atrevido y
cruel para declarar el fin de la relación, para enseñar a la otra persona la
puerta de salida o para salir por ella dando un portazo, para colgar el
teléfono o para dejar de responder las llamadas de la otra persona.” (Bauman, Miedo líquido p.66-67)
El celo ministerial
Filipenses 1:15-18
Juan 3:26
Números 11:25-30
2ª Timoteo 4:11
Es una relación de hermanos
en Cristo, aunque sin el estrecho compromiso que hay con la comunidad local.
2.
¿Cuál es nuestra responsabilidad
para con los tropezados?
Orar por ellos.
Restaurarles a la comunión de
la iglesia local, IBUC o a alguna otra en caso de existir demasiada
animadversión.
Edificarles para que sean
fuertes en la fe.
3.
¿Cuál es la relación correcta para
con el hermano que ha caído en pecado y se ha alejado de la comunión en IBUC?
Orar.
En caso de poder verle o ser
recibido o invitado por él:
Amonestarle, exhortarle,
invitarle a regresar a la comunión con Dios, a que se arrepienta de su pecado, a
abandonar el pecado y ordenar su vida, a volver a la comunión de la iglesia
local, IBUC, o en alguna otra iglesia evangélica en caso de ser necesario.
Santiago
5:19-20
Introducción
En
estos tiempos de relaciones interpersonales frágiles, apatía y falta de
compromiso, tenemos que preguntarnos ¿es bíblico hablar de la membresía de la
iglesia? ¿O será un intento humano de mantener la estabilidad y cohesión en un
grupo? ¿Serán solo intentos desesperados por revivir una comunidad que está
muriendo? ¿Es, acaso, la iglesia local un grupo de creyentes libres – apenas
cohesionados entre sí – quienes solo tienen en común su fe en el evangelio? ¿Por
qué encontramos algunos creyentes sin ningún tipo de vínculo con la iglesia
local?
En
algunas ocasiones, esta falta de aprecio por la iglesia local se debe a un mal
entendimiento entre lo que es la iglesia universal y lo que es la iglesia
local.
-
El prejuicio en contra de la
religión organizada.
-
La rivalización de algunos
ministerios para-eclesiásticos
-
El “ninguneo” mexicano (O. Paz)
-
Vínculos humanos frágiles “hasta
nuevo aviso”, distintivos de la modernidad líquida. (Z. Bauman)
1. La iglesia, una comunidad bien
definida
“Los de adentro” y “los de afuera”
En la iglesia vemos
que a los miembros de les llama “los de adentro”, es decir, existía una
identificación clara de quienes eran miembros (“de adentro”). 1ª
Corintios5:12-13.
Los de adentro, se someten
los unos a los otros en amor y están dispuestos a exhortarse para edificación.
En cambio los de afuera, no quieren ser amonestados. Es muy frecuente que
cuando alguien “de afuera” es amonestado en cuanto a alguna conducta
pecaminosa, que su reacción sea de defensa. “¿Tú porqué me juzgas? Solo Dios me
puede juzgar… o no intentes cambiarme, yo te respeto, tú respétame… o el que
esté libre de pecado que lance la primer piedra.” Esto es común, porque es “de
afuera”, es decir, no es miembro de la iglesia local y no se somete a los
demás, en el Espíritu. y tiene razón, a él lo juzgará Dios, pero los de
“adentro”, sí reciben las amonestaciones para que no sean juzgados por Dios. No
requieren llegar “al máximo tribunal del universo” para ser sentenciados.
Colosenses 4:5
Listas de viudas.
Observamos que la
membresía de las iglesias locales estaba tan definida que hasta tenían listas
de viudas y una programación de distribución diaria para ellas.
1ª Timoteo 5:9
Responsabilidades de los ancianos
Las responsabilidades
de los ancianos, también nos dan indicios de que las comunidades locales
estaban bien definidas. 1ª Pedro 5:1-3 nos dice que los pastores debía de
apacentar la grey de Dios y especifica a “los que están a vuestro cuidado”.
Los pastores no
son responsables de velar por toda la iglesia universal, sino por un grupo
definido que está a su cuidado.
Responsabilidades de todos los creyentes
De igual manera,
las diferentes responsabilidades de los creyentes solo tienen significado
dentro de una comunidad local de creyentes y con líderes locales bien
determinados a los cuales ha de someterse y tener en alta estima. (Hebreos
13:17; Efesios 5:21)
2. La iglesia, una comunidad
comprometida.
En la adoración
En el testimonio
En el servicio
En la doctrina
En la oración
En las ofrendas
3. La iglesia, una comunidad con
historia y relaciones
Iglesia histórica
“cada generación se yergue
sobre los hombros de la anterior como los acróbatas en una vasta pirámide
humana.” (Ortega y Gasset)
De modo que, relatar la
historia de aquellos de quienes somos herederos, es ecribir un prefacio extenso
a nuestra propia historia.
Iglesia contemporánea
Relaciones saludables en la
fe y práctica.
1ª Corintios 3:1-10
La iglesia recibe también del
ministerio de las demás iglesias locales, a la vez que ministra también a
ellas.
Pero hay que ver cómo se
sobreedifica, porque la obra de cada uno se probará.
Iglesia futura
Como una muestra de formas
que han utilizado en diferentes iglesias locales con el propósito de hacer
público el aprecio por la iglesia local, tenemos el llamado “pacto de iglesia”
y “la membresía”, algunas con formatos más extensos que otros e incluso algunos
con ceremonias especiales y documentos de recordatorio.
Lectura del pacto de iglesia
La membresía.
Nuestra comunidad es una
bendición para quienes la formamos y queremos que esta bendición perdure más
allá del breve tiempo de nuestra vida y trabajo aquí. Por eso extendemos a
todos una amorosa invitación a formalizar su compromiso de pertenencia a esta
familia de la fe.
Esta invitación refleja la
experiencia que ya hemos vivido en esta comunidad: experiencia de ser incluidos
por la gracia de Dios. No establecemos líneas de exclusión que dañen el
espíritu comunitario. Más bien, deseamos crear espacios para la participación
comprometida de todos. Nuestro punto de partida es que todas las personas que
Con buena voluntad,
Buscando a Dios, y
Hambrientos de la hermandad cristiana,
Se acercan a la comunidad y
la sienten como su familia espiritual, ya forman parte de la membresía de la
iglesia.
Reconocemos que aunque
estamos todos en la misma iglesia, esta experiencia no se vive de igual manera
en todas las personas. Dios nos desafía a reconocer y apreciar nuestra
diversidad.
Todos estamos invitados a
crecer en nuestro compromiso con la iglesia local, sin embargo, valoramos la
diversidad de respuestas a esta invitación. Sabemos que cada quien toma su
decisión de manera personal y voluntaria, habiendo examinado en oración este
llamado. Todos estamos invitados a responder con compromiso, encomendándonos a
la gracia de Dios.
Que el amor del Padre, la
gracia del Hijo y la comunión del Espíritu Santo estén sobre nosotros al dar
este paso de fe.
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