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miércoles, 4 de enero de 2012

Refinemos la perspectiva de la iglesia (Parte 4)

Mensaje dirigido a la iglesia el 29 de mayo 2011.
http://dl.dropbox.com/u/49197081/Refinemos4.mp3

Membresía en la iglesia local
I.   Una comunidad bien definida
II.  Una comunidad comprometida
III. Una comunidad con historia y relaciones

Iglesia Bíblica Unidos en Cristo
“…para que el mundo crea.” Juan 17:20-23

Serie: Refinemos la perspectiva de la iglesia.
Sesión 4: La membresía de la iglesia local.
José Luis García A.
Breve Repaso:
Sesión 1
                La estructura o fundamento de la iglesia (Adoración, Biblia, Santidad, Cristo)
                Las actitudes en la iglesia (El fruto del Espíritu Santo)
                Las funciones en la iglesia (con la Palabra, de comunión y de testimonio)
                Las actividades y las formas (Flexibles pero que reflejen la esencia)
Sesión 2
                La iglesia, una comunidad de sacerdotes
                Los líderes en la iglesia
                Los peligros que asechan a los líderes
                Dirigiendo como una familia

Sesión 3
                La iglesia, una comunidad familiar
                La disciplina en la iglesia
                ¿Por qué la gente deja la iglesia?





Algunas preguntas.
1.       ¿Cuál es la relación correcta con quienes han dejado IBUC?
Las reacciones mundanas:
“la ley del hielo”
“los innombrables”
Cultura de victimización y compensación.
Los compañeros rompen el lazo humano y se vuelven “perpetradores y víctimas”.
Horror a ser excluido.
“…lo que una de las partes celebra como un acto de liberación es percibido y vivido por la otra como un abominable acto de rechazo y/o exclusión: un acto de crueldad, un castigo inmerecido o, cuando menos una prueba del carácter despiadado de quien lo comete… la vida moderna líquida es una vida de eterna sospecha y vigilancia incansable. No hay modo de saber ni de qué lado… procederá el golpe, ni quien será el primero en lanzarlo tras haberse hartado de fastidiosos compromisos y promesas de una lealtad difícil de mantener (o tras haber localizado afectos más prometedores y menos incómodos en algún otro lugar), ni quién demostrará ser suficientemente fuerte, atrevido y cruel para declarar el fin de la relación, para enseñar a la otra persona la puerta de salida o para salir por ella dando un portazo, para colgar el teléfono o para dejar de responder las llamadas de la otra persona.” (Bauman, Miedo líquido p.66-67)


El celo ministerial
               Filipenses 1:15-18
               Juan 3:26
               Números 11:25-30
               2ª Timoteo 4:11

Es una relación de hermanos en Cristo, aunque sin el estrecho compromiso que hay con la comunidad local.

2.       ¿Cuál es nuestra responsabilidad para con los tropezados?
Orar por ellos.
Restaurarles a la comunión de la iglesia local, IBUC o a alguna otra en caso de existir demasiada animadversión.
Edificarles para que sean fuertes en la fe.

3.       ¿Cuál es la relación correcta para con el hermano que ha caído en pecado y se ha alejado de la comunión en IBUC?
Orar.
En caso de poder verle o ser recibido o invitado por él:
Amonestarle, exhortarle, invitarle a regresar a la comunión con Dios, a que se arrepienta de su pecado, a abandonar el pecado y ordenar su vida, a volver a la comunión de la iglesia local, IBUC, o en alguna otra iglesia evangélica en caso de ser necesario.
Santiago 5:19-20

Introducción
                En estos tiempos de relaciones interpersonales frágiles, apatía y falta de compromiso, tenemos que preguntarnos ¿es bíblico hablar de la membresía de la iglesia? ¿O será un intento humano de mantener la estabilidad y cohesión en un grupo? ¿Serán solo intentos desesperados por revivir una comunidad que está muriendo? ¿Es, acaso, la iglesia local un grupo de creyentes libres – apenas cohesionados entre sí – quienes solo tienen en común su fe en el evangelio? ¿Por qué encontramos algunos creyentes sin ningún tipo de vínculo con la iglesia local?

                En algunas ocasiones, esta falta de aprecio por la iglesia local se debe a un mal entendimiento entre lo que es la iglesia universal y lo que es la iglesia local.
-          El prejuicio en contra de la religión organizada.
-          La rivalización de algunos ministerios para-eclesiásticos
-          El “ninguneo” mexicano (O. Paz)            
-          Vínculos humanos frágiles “hasta nuevo aviso”, distintivos de la modernidad líquida. (Z. Bauman)
               
1.       La iglesia, una comunidad bien definida
“Los de adentro” y “los de afuera”
En la iglesia vemos que a los miembros de les llama “los de adentro”, es decir, existía una identificación clara de quienes eran miembros (“de adentro”). 1ª Corintios5:12-13.
Los de adentro, se someten los unos a los otros en amor y están dispuestos a exhortarse para edificación. En cambio los de afuera, no quieren ser amonestados. Es muy frecuente que cuando alguien “de afuera” es amonestado en cuanto a alguna conducta pecaminosa, que su reacción sea de defensa. “¿Tú porqué me juzgas? Solo Dios me puede juzgar… o no intentes cambiarme, yo te respeto, tú respétame… o el que esté libre de pecado que lance la primer piedra.” Esto es común, porque es “de afuera”, es decir, no es miembro de la iglesia local y no se somete a los demás, en el Espíritu. y tiene razón, a él lo juzgará Dios, pero los de “adentro”, sí reciben las amonestaciones para que no sean juzgados por Dios. No requieren llegar “al máximo tribunal del universo” para ser sentenciados.
        Colosenses 4:5
Listas de viudas.
Observamos que la membresía de las iglesias locales estaba tan definida que hasta tenían listas de viudas y una programación de distribución diaria para ellas.
1ª Timoteo 5:9

Responsabilidades de los ancianos
Las responsabilidades de los ancianos, también nos dan indicios de que las comunidades locales estaban bien definidas. 1ª Pedro 5:1-3 nos dice que los pastores debía de apacentar la grey de Dios y especifica a “los que están a vuestro cuidado”.
Los pastores no son responsables de velar por toda la iglesia universal, sino por un grupo definido que está a su cuidado.

Responsabilidades de todos los creyentes
De igual manera, las diferentes responsabilidades de los creyentes solo tienen significado dentro de una comunidad local de creyentes y con líderes locales bien determinados a los cuales ha de someterse y tener en alta estima. (Hebreos 13:17; Efesios 5:21)

2.       La iglesia, una comunidad comprometida.

En la adoración
En el testimonio
En el servicio
En la doctrina
En la oración
En las ofrendas


3.       La iglesia, una comunidad con historia y relaciones

Iglesia histórica

“cada generación se yergue sobre los hombros de la anterior como los acróbatas en una vasta pirámide humana.” (Ortega y Gasset)

De modo que, relatar la historia de aquellos de quienes somos herederos, es ecribir un prefacio extenso a nuestra propia historia.

Iglesia contemporánea
Relaciones saludables en la fe y práctica.

1ª Corintios 3:1-10
La iglesia recibe también del ministerio de las demás iglesias locales, a la vez que ministra también a ellas.

Pero hay que ver cómo se sobreedifica, porque la obra de cada uno se probará.


Iglesia futura


Como una muestra de formas que han utilizado en diferentes iglesias locales con el propósito de hacer público el aprecio por la iglesia local, tenemos el llamado “pacto de iglesia” y “la membresía”, algunas con formatos más extensos que otros e incluso algunos con ceremonias especiales y documentos de recordatorio.

Lectura del pacto de iglesia

La membresía.

Nuestra comunidad es una bendición para quienes la formamos y queremos que esta bendición perdure más allá del breve tiempo de nuestra vida y trabajo aquí. Por eso extendemos a todos una amorosa invitación a formalizar su compromiso de pertenencia a esta familia de la fe.
Esta invitación refleja la experiencia que ya hemos vivido en esta comunidad: experiencia de ser incluidos por la gracia de Dios. No establecemos líneas de exclusión que dañen el espíritu comunitario. Más bien, deseamos crear espacios para la participación comprometida de todos. Nuestro punto de partida es que todas las personas que
               Con buena voluntad,
               Buscando a Dios, y
               Hambrientos de la hermandad cristiana,
Se acercan a la comunidad y la sienten como su familia espiritual, ya forman parte de la membresía de la iglesia.

Reconocemos que aunque estamos todos en la misma iglesia, esta experiencia no se vive de igual manera en todas las personas. Dios nos desafía a reconocer y apreciar nuestra diversidad.

Todos estamos invitados a crecer en nuestro compromiso con la iglesia local, sin embargo, valoramos la diversidad de respuestas a esta invitación. Sabemos que cada quien toma su decisión de manera personal y voluntaria, habiendo examinado en oración este llamado. Todos estamos invitados a responder con compromiso, encomendándonos a la gracia de Dios.


Que el amor del Padre, la gracia del Hijo y la comunión del Espíritu Santo estén sobre nosotros al dar este paso de fe.

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